Pregunta
Qué características específicamente mejicanas encuentras en esta novela? Hasta qué punto
contribuyen al éxito de la obra?
Respuesta
El éxito internacional de Como agua para chocolate depende en gran parte de las
características específicamente mejicanas que encontramos en la novela, incluyendo la gastronomía
variada del país, sus costumbres sociales y la Revolución Mexicana. Junto con el uso del realismo
mágico, una forma muy popular en México, la novela se vuelve más profunda y interesante gracias a
estas características mejicanas, que indudablamente contribuyen al éxito de la obra.
De inmediato, está claro que la comida mexicana jugará un papel imprescindible en el
argumento pues Esquivel empieza cada capítulo con una receta y una ‘manera de hacerse’. Los
ingredientes de cada receta atraen la atención del lector; algunos son renombrados, como ‘mole’ o
‘chile’, mientras que otros pueden ser exóticos, como ‘guajalote’ o ‘ajonjoli’. Es posible que otros
hispánicos no reconozcan estos ingredientes, lo que sugiere que estamos mirando un menú extraño.
Además, Esquivel incluye plantas en las recetas, como ‘rosas’ o ‘pitahaya’ (específicamente nativa a
México), que contribuyen significativamente al poder de las comidas y cómo están vinculadas
intrinsecamente a las vidas de los personajes. Tita, representando la típica cocinera de la sociedad
mexicana, demuestra que los platos que cocina encarnan más de comida; según la autora, cocinar
nos recuerda ‘cuál es el significado de nuestra existencia’. Hasta un gran punto, porque la
gastronomía es extremadamente mexicana y exótica, se puede dicustir que lleva al éxito de la
novela, pues nos sumerge en un mundo alternativo en el que se anima la comida y tiene un impacto
misterioso, casi mágico.
El poder de los platos de Tita puede ser explicado por la forma del realismo mágico. Se
puede considerar este estilo como específicamente mexicano ya que orginaba como consecuencia
del colonialismo español, lo que resultaba en un rechazo de los avances implacables de la sociedad
tecnocrática. A través de la forma, Esquivel puede explicar acontecimientos fantásticos como si fuera
una parte de la vida cotidiana y así, da vida a los platos preparados por Tita. Por ejemplo, el uso de
las rosas en el plato del tercero capítulo, mezclado con el amor de Tita para Pedro, actúa como un
afrodísiaco en la mayoría de los personajes pero especialmente en Gertrudis, quien huye de la casa
en el caballo de un revolucionario, Juan Alejandrez. De esta manera, Esquivel usa una forma
mexicana y rompe las tradiciones de su país natal para establecer un momento inolvidable en toda la
literature. Así que parece muy razonable para sugerir que sí, las características específicamente
mejicanas contribuyen mucho al éxito de la novela. El realismo mágico sirve elevar la obra de una
realidad triste a un nivel en que las preguntas poseen más profundidad y podemos identificar más
sus significados.
Otro tema esencial de la novela es el de la libertad del individuo en contra de las costumbres
sociales de la época. No sólo es Mamá Elena quien reprime a Tita sino también podemos considerar
la sociedad como la responsable por su sufrimiento. Porque la familia De La Garza pertenece a la
clase alta en la sociedad desigual de México al tiempo, los miembros tienen que seguir unas reglas
de conducta descritas en el Manual de Carreño, a pie de la letra. Para Tita, una mujer de espíritu
libre y rebelde, el Manual actúa como una forma de represión que prohibe su felicidad a lo largo de
la novela. Ella lamenta la influencia tan fuerte de las costumbres sociales determinadas por el
Manual, jurandolo cuando dice ‘Maldita Manual de Carreño’ y ‘Maldita decencia!’. Indudablamente