¿Cómo aparece reflejado “Utopía” en los manuales de Historia de la Educación?
En la obra de Moreno G, J.M et al1 se sitúa a Tomás Moro dentro del
humanismo inglés destacándolo como una figura importante entre otros célebres como
Ascham y Mulcaster.
Según la percepción de Moreno…(“Tomás Moro es un hombre que exprime de
su educación humanística hasta la última gota de jugo, participando en la vida política y
civil, y dejándonos en su obra (…) pruebas de su espíritu irónico, osado sin ataduras, y
agudo, junto a un cálido sentimiento de humanidad”)2. Moro aprovechó al máximo todo
lo que esta educación le ofrecía integrándose plenamente en la vida pública resaltando de
este modo todos aquellos aspectos que consideraba injustos y proponiendo a su vez unas
pautas que llevarán a la igualdad de todos los individuos (pautas que se reflejan en su
obra “Utopía”).
La obra de Tomás Moro presenta de una manera muy realista las injusticias
sociales que se llevan a cabo en Inglaterra y que se encuentran influenciadas por los
cambios y transformaciones económicos. En la obra se …(“expone los muchos remedios
empíricos que podrían adoptarse, pero, convencido de su insuficiencia, propone como
único remedio auténtico suprimir la propiedad privada, demostrando que una sociedad
enteramente comunista puede subsistir y hasta superar con mucho a la nuestra”) 3.
Con estas palabras lo que los autores quieren expresar es que Tomás Moro lo
que pretende en su obra es paliar las desigualdades e injusticias sociales y aún siendo
consciente de la dificultad que esto conlleva recrea un lugar o mejor dicho un <no lugar>
en donde lo privado no existe, ya que todo pertenece a todos, y hace ver o reflexionar
que de esta manera la sociedad puede prosperar e incluso sobreponerse a la de la época
(S. XVI). Poniéndose así de manifiesto una igualdad inicial para todos lo ciudadanos.
Ante este cambio la cultura no se concibe como algo propio de unos pocos sino
que tiene la función de …(“deleitar el espíritu en el tiempo libre de trabajo, además de
los objetivos prácticos de la misma”)4. Esto, lo que proporciona es que todos hombres y
mujeres tienen derecho a recibir una educación, una cultura que los haga a todos iguales,
en donde no hay discriminación. El aprendizaje de la cultura además de aportar
conocimiento y sabiduría también tiene la intención de aportar placer, tener la
satisfacción del simple hecho de aprender, tener el gusto de que puedes aprender lo
mismo que una persona que se encuentra en una situación social diferente a la tuya.
En este sentido podemos decir que “Utopía” se ve reflejado como un intento,
según los autores, de cambio social por medio de la supresión de la propiedad privada
(que los autores mencionan) que llevará a un cambio en el que habrá igualdad ya que
todos tienen de todo por lo que las desigualdades ya no tienen cabida.
Abbagnano coincide con Moreno en que Tomás Moro fue …(“un hombre que
exprime de su educación humanista hasta la última gota de jugo, hasta encontrar en ella
el áspero sabor de la participación en la vida pública y civil y de la osadía sin ataduras,
1
Moreno G, J.M et al (1974); Historia de la Educación. Edades Antigua, Media y Moderna. Acción
Pedagógica y Contemporánea. Editorial Paraninfo. Madrid.
2
Moreno G, J.M et al opus cit. p 201.
3
Idem
4
Idem
1
,motivos que supo difundir admirablemente con un espíritu irónico y agudo y con un
cálido sentimiento de humanidad (…)”).5
Lo que se expresa aquí es , al igual que Moreno, que Tomás Moro gracias a la
educación humanista (educación de la que no todos gozaban) pudo participar plenamente
en la vida pública e incluso llegar a cuestionarla con amplios argumentos a su favor.
Moro al cuestionar todo aquello que le parecía injusto, recrea y describe como
sería un estado perfecto, dicho estado no existe pero él cree en el y en que si existiera se
viviría en perfecta harmonía, igualdad y prosperidad; características que no se dan en la
sociedad de su tiempo. Ante estos datos Abbagnano opina que con la escritura de
“Utopía”, Tomás Moro inicia un nuevo género literario: el de las utopías.
No hay que pensar que Tomás Moro sólo nos describe como le gustaría que
fuese la sociedad sino que primeramente hace un análisis, con ciertos toques sarcásticos,
de como es la sociedad inglesa y las injusticias de tipo social que en ella se llevan a cabo;
injusticias que se ven solventadas en la obra.
Abbagnano coincide con Moreno en que la única manera de solventar las
desigualdades es aboliendo la propiedad privada, pero no sólo destaca este aspecto sino
que va más allá. Expone que hay libertad religiosa, igualdad entre hombres y mujeres
tanto a nivel de derechos como de deberes, elección por parte de las familias (unidad
social fundamental) de magistrados….En cuanto a la cultura ésta …(“tiene como función
deleitar el espíritu en el tiempo libre de trabajo (en Utopía nadie trabaja más de seis horas
al día, pero de todos modos se disfruta del máximo bienestar porque trabajan todos”)).6
En este sentido vemos que al haber igualdad en todos los ámbitos, tanto a nivel
económico, religioso, laboral e incluso social el tener acceso a la cultura, a la educación
se convierte en algo accesible para todos los ciudadanos. Al haber dicha igualdad, ¿por
qué no en cuanto a cultura?
Desde el punto de vista de Abbagnano “Utopía” se ve reflejado en su obra
(anteriormente citada) como un cambio social para la igualdad, igualdad que no
solamente es conseguida mediante la abolición de la propiedad privada y la adquisición
de cultura sino que también se consigue mediante la tolerancia ante la adquisición de una
u otra religión o el simple hecho de poder elegir a los magistrados que cada familia
considere más oportuno. Desde otro punto, el autor ve a “Utopía” como el inicio de la
creación de un nuevo género literario, las utopías.
Al analizar la obra de Bowen7 nos percatamos de que hace referencia a
“Utopía” no tanto en la línea de la igualdad, a la que mencionaban Moreno y Abbagnano,
sino que se centra en el aspecto educacional.
…(“Utopía es un importante punto de arranque respecto a la ideología de la
época (…). Moro era un hombre (…) profundamente versado en la tradición
humanística, y en Utopía sus vastos conocimientos le permitieron examinar a fondo los
apremiantes problemas sociales de su tiempo, en especial los relativos al mantenimiento
de la paz y el triunfo de la justicia”).8
5
Abbagnano, N y Visalberghi, A (1988); Historia de la Pedagogía. Fondo de Cultura Económica.
Madrid. p.229.
6
Abbagnano, N y Visalberghi, A opus cit. p. 230
7
Bowen, J (1992); Historia de la Educación Occidental (Tomo II: La Civilización de Europa siglos XV
a XVI). Editorial Herder. Barcelona.
8
Bowen, J opus cit p. 518.
2
, Como vemos las coincidencias son claras respecto a lo que opinaban Moreno y
Abbagnano sobre Tomás Moro, fue un hombre que supo sacarle partido a su educación
para de este modo hacer explícito todas las injusticias que se vivían en Inglaterra.
Bowen hace un apunte muy interesante acerca de la obra de Tomás Moro …(“el
tema, (…) tenía ya su locus classicus en La República de Platón, y en muchas cosas
Utopía depende de las ideas de aquella formulación clásica de una sociedad ideal. (…) A
ello hay que añadir, no obstante, multitud de otras ideas procedentes de autores y épocas
posteriores, tanto de la antigüedad griega y romana como del medioevo y las más
modernas corrientes humanísticas”).9
Además es importante destacar otra percepción que Bowen hace de la obra y
es que
…(“al intentar Moro ofrecer un panorama completo de la sociedad ideal, no
puede menos de aludir a la educación como uno de sus aspectos importantes. Lo
más probable es que Moro no pretendiera escribir un tratado de educación, y
ciertamente el libro no hace referencia alguna a métodos pedagógicos o escolares
(…) es claro que su visión de un Estado ideal tiene por base una sociedad instruida,
organizada a su vez como una democracia ilustrada cuyos miembros eligen una
asamblea, un senado y un jefe”).10
En este sentido nos damos cuenta de que la obra de Tomás Moro se encuentra
influenciada por uno de los grandes personajes de la historia: Platón, personaje
adelantado a su época en la que proponía de manera similar que Moro un estado de
igualdad para sus ciudadanos, destacando en esta igualdad la importancia de la
educación. En cuanto a este último punto en “Utopía” no se hace demasiada referencia a
ella ya que su autor se centra en todos aquellos aspectos relacionados con la convivencia
y la igualdad ante hombres y mujeres en aspectos de derechos y deberes.
Aunque si profundizamos en su obra vemos que todo lo relacionado con las
actividades educativas o intelectuales se explicitan en cierta manera al mencionarse todo
lo relativo al tiempo de ocio. Al tener los utopianos seis horas de trabajo, éstos disponen
de tiempo que es dedicado bien en recibir clases o bien en prepararse en el aprendizaje de
un oficio o en palabras del propio Moro
…(“ suelen celebrarse en las primeras horas de la mañana unos cursos públicos,
que sólo siguen por obligación los que están elegidos especialmente para el estudio.
No obstante, gran concurso de hombres y mujeres asiste, según las aficiones de cada
cual, a oír aquellas lecciones, pero a los que prefieren emplear este tiempo en su
propio oficio, cosa que sucede a muchos, ya que pocos tienen capacidad para
elevarse a la contemplación de ninguna ciencia, no se les prohibe, y aun son
alabados, por ser así útiles al Estado”). 11
De esta manera vemos como todos los ciudadanos, aunque sea en su tiempo de
ocio, puede dedicarse a cultivarse intelectualmente y lo más importante es que aquellas
personas que no poseen las capacidades suficientes no son discriminadas. Estos
ciudadanos se dedican en tal caso a perfeccionar su oficio por lo que son admiradas por
los demás.
La educación no se le priva a nadie, a los niños se les enseña literatura en su
propia lengua, en este sentido vemos como Moro rechaza el escolasticismo y aporta un
nuevo enfoque, atrevido, para la época (teniendo en cuenta que las enseñanzas se daban
en latín, Moro se niega a ello y considera mejor el aprendizaje en la lengua materna para
9
Idem.
10
Idem.
11
Moro, T (2006); Utopía. Colección Austral. Madrid. p. 100
3
