Unidad 7.- ARTE ROMÁNICO.
1. Introducción al románico.
Entre los siglos V al X se produce un proceso de ruralización, de declive y abandono de
ciudades, además se desarrollan una serie de invasiones realizadas por los bárbaros,
musulmanes y vikingos. En este periodo se desarrolla el denominado arte prerrománico que
fue el precursor del arte románico en sí mismo. El prerrománico se desarrolló por Asturias y
por el Imperio carolingio (Francia), siendo muy influido por el arte romano. El término
“románico” surge a comienzos del siglo XIX, cuando Charle de Gerville descubre que los
edificios europeos de la Alta Edad Media se parecían a las construcciones de Roma. Creía
que el arte románico era la mezcla del arte romano y el arte de los pueblos bárbaros, pero
en realidad no es así. Está influenciado por el romano y coge elementos de él, deriva de el
pero no es su evolución. El arte románico no es el resultado final de un progreso continuo
de las artes desde las invasiones germánicas del siglo V hasta el siglo X. Se trata de un
estilo autónomo que nace y se desarrolla durante la etapa conocida como Alta Edad Media,
abarcando el siglo XI y la primera mitad del siglo XII (10001150), coincidiendo con 3
factores:
- El renacimiento de la orden monástica benedictina.
- Con el flujo de las peregrinaciones.
- Con la épica de las Cruzadas.
Recibirá las influencias califales de Córdoba y las orientales de Bizancio. En el año 1000 el
Occidente cristiano tenía una serie de características:
- Era un mundo rústico y pobre.
- La sociedad vivía presa de temores y ansiaban la llegada del Juicio Final. El Apocalipsis
recordaba que Satanás sería liberado de sus cadenas llegado el año mil, este fenómeno es
conocido como Milenarismo. En el románico encontraremos en los tímpanos de las portadas
de las iglesias, la representación del Juicio Final (ej. Santa Fe en Conques, San Lázaro en
Autun, etc.).
- Las tinieblas y la inquietud que se vivía en aquella época no llegaron ha desaparecer hasta
superar el año 1033, porque el aniversario de la crucifixión de Jesús también podía ser la
fecha para el final de los tiempos.
En estos momentos se va a desarrollar una religión muy devota que suplica y realiza
plegarias para cambiar el concepto de castigo.
En este periodo las órdenes religiosas adquieren un gran protagonismo, destacan los
monjes benedictinos:
- Siguen la orden de San Benito: “ora et labora” (reza y trabaja).
- Crearon grandes monasterios destinados al trabajo, en los cuales incorporaron progresos
agropecuarios que aumentaron la producción cerealista y la cabaña ganadera. La
agricultura se practicaba en grandes latifundios.
- También alabaron a Dios con plegarias y con la belleza del arte. Estos monasterios
poseían también grandes bibliotecas muy lujosas.
, - Durante esta época el control de la producción artística se había escapado de las manos
exclusivas del rey y tendió a compartirse. En este traspaso, una cuota importante recayó en
los benedictinos, que pasaron a convertirse en los mediadores entre el hombre y lo sagrado.
Dos abadías de Borgoña serían las encargadas de forjar el arte románico y la mentalidad
que lo sustenta, irradiando desde ambos cenobios franceses el nuevo mensaje a toda
Europa:
- Cluniacenses. En el siglo XI, los monjes negros de Cluny, favorecieron el culto a las
reliquias y crean la iglesia de peregrinación.
- Cistercienses. El orgullo y la riqueza decorativa que atesoran en sus edificios, motivan que
en el siglo XII se produzca una reforma dentro de la propia orden, encabezada por San
Bernardo y los monjes blancos de Citeaux, los cistercienses, que defenderán la primitiva
humildad benedictina y la austeridad ornamental. Su espíritu fomenta las Cruzadas y dota el
monasterio de la tipología canónica.
A inicios del siglo XI se desarrolla una religiosidad basada en la fe en las reliquias, esto
promovió un gran fenómeno social: la peregrinación penitencial o los caminos de
peregrinación, que constituyen la mayor manifestación de masas de la Edad Media.
Este hecho fue muy importante porque potenció la prosperidad económica a través del
comercio y además existirán arquitectos itinerantes que conseguirán que toda Europa
comparta el mismo arte y éstos lo difundirán.
Hubo tres centros principales que capitalizaron el interés de los visitantes:
- Los Santos Lugares de Jerusalén donde se desarrolla la pasión, muerte y resurrección de
Jesucristo, entre ellos destaca el Monte Sión (última oración), monte Calvario (crucifixión), y
el Santo Sepulcro (entierro).
- Las catacumbas de Roma, donde se encontraban enterrados mártires cristianos, como el
apóstol San Pedro.
- El sepulcro del Apóstol Santiago en Galicia.
Estos peregrinos veneran el cristianismo primitivo con su viaje pretenden cambiar
interiormente. Mediante la peregrinación también se intenta compensar los pecados
cometidos, y evitar el castigo divino. Como ir a Tierra Santa era muy peligroso por la
amenaza de los turcos, las peregrinaciones se dirigirán a Occidente. Santiago se convertirá
en el santuario internacional más moderno. En la ruta jacobea comenzaron a surgir
estratégicamente monasterios cluniacenses que favorecían el culto a reliquias recién
descubiertas (Magdalena en Vézelay, S. Lázaro en Autun), al recibir importantes limosnas.
Su presencia terminó por imponer en el ánimo de los peregrinos europeos el viaje al
finisterre galaico.
El Camino de Santiago se convirtió así en la gran arteria medieval por donde transitaron
personas, ideas y artistas, tanto a la ida y a la vuelta. A la península ibérica llegaban
arquitectos franceses que venían para trasplantar los modelos cluniacenses de cabecera
con deambulatorio, aquí conocían el arte de AlÁndalus, y a su regreso a Francia, importaron
algunos de sus elementos:
- Los arcos polilobulados califales en la Catedral de Le Puy,
- Los modillones de rollos musulmanes en Dijon y ClermontFerrand.
- Copiaron la cúpula nervada del mihrab de la mezquita de Córdoba. Era el rebote estético
de una fascinante empresa cultural.
La religiosidad medieval abre un nuevo capítulo en el siglo XII: las Cruzadas. Se trata de un
episodio histórico pleno de locura, que culminó con la sangrienta toma de Jerusalén al grito