1. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1808-1833): LIBERALISMO Y ABSOLUTISMO
El liberalismo es una corriente ideológica, contraria al Antiguo Régimen (AR), que aspira a construir una
sociedad basada en los principios liberales...
• Un régimen constitucional (soberanía nacional, división de poderes, derechos individuales) y una
administración pública y territorial racional.
• La plena implantación del capitalismo (propiedad privada, librecambio, mercado nacional)
• La sociedad de clases, basada en el mérito, no en el privilegio.
Durante el reinado de Fernando VII (1808-33) se vive una dura batalla entre liberalismo y Antiguo Régimen
(AR), con avances liberales (Cortes de Cádiz, Trienio Liberal) y retrocesos absolutistas (Sexenio Absolutista,
Década Ominosa). En 1833 aún no se ha asentado el liberalismo: la disputa sucesoria entre carlistas e
isabelinos será un episodio más de la lucha entre AR y liberalismo, que no se consolidará hasta el reinado de
Isabel II (1843-68).
La Guerra de la Independencia
Fernando VII (1808-1833) llega al poder en un momento de crisis institucional y de desprestigio de la
monarquía. La alianza con la Francia napoleónica (Tratado de Fontainebleau, 27-X-1807) y el paso de ejércitos
franceses por España camino de Portugal fue vista como una invasión y derivó en el Motín en Aranjuez (18-III-
1808), dirigido por la nobleza, el clero y el príncipe Fernando, quién consigue arrebatar el trono a su padre,
Carlos IV. Pero ante la inestabilidad existente, tanto Fernando VII como Carlos IV piden ayuda a Napoleón.
Aprovechando las disputas entre Carlos IV y Fernando VI, Napoleón decidió invadir España, obligó a abdicar a
Carlos IV y Fernando VII en Bayona (5-V-1808), y proclamó como rey de España a su hermano, José Bonaparte.
José I, con escaso apoyo local (afrancesados), inició una serie de reformas para acabar con el AR:
desamortización, fin del régimen señorial, de la Inquisición, división provincial... y el Estatuto de Bayona
(igualdad ante la ley, impositiva, acceso a cargos públicos...), una carta otorgada expresión del liberalismo
moderado.
Mientras en España se inició un alzamiento popular contra la presencia francesa (2 de mayo). Napoleón,
aunque en teoría consiguió conquistar toda España, no logró una ocupación efectiva del territorio debido a la
gran resistencia popular: Juntas de Defensa, Cortes de Cádiz, sitios a ciudades (Gerona o Zaragoza), guerra de
guerrillas (El Empecinado, Espoz y Min...) y el hostigamiento de tropas anglo-españolas.
Desde mitad de 1812, la guerra fue desfavorable para los franceses porque la campaña de Napoleón en Rusia le
obligó a retirar parte de su ejército en España, y por el avance militar anglo-español con Wellington al mando,
que derrota a los franceses en Los Arapiles (22-VI-1812), Vitoria (13-Vl-1813) y San Marcial (31-VIII-1813).
Estas derrotas marcaron la retirada francesa, el final de la guerra y la vuelta de Fernando VII (Tratado de
Valençay, 11-Xill-1813).
Las Cortes de Cádiz (1810-1814)
Los representantes de las Juntas locales y provinciales que dirigían la resistencia formaron una Junta Central
Suprema (Aranjuez, 25-1X-1808), que reconoció a Fernando VII como rey de España y asumió, hasta su retorno,
su autoridad. Ante el avance francés, la Junta huyó a Sevilla y a Cádiz (1810), donde se disuelve tras convocar
Cortes Generales (24-IX-1810). Dominada por liberales (Argüelles, Calatrava, conde de Toreno...), en su 1ª
sesión las Cortes adoptaron la soberanía nacional y el poder legislativo de las Cortes (división de poderes), lo
que les permitió aprobar una serie de leyes y decretos destinados a eliminar las trabas del AR y a ordenar un
nuevo Estado y economía liberal: libertad de expresión, reunión e imprenta; abolición de gremios, Inquisición,
Mesta y señoríos (6-VIII-1811); creación de un ejército nacional y proyecto de reforma agraria.
Pero la piedra angular fue la Constitución 1812 (la Pepa, 19-l1-1812), que estableció los principios de una
sociedad moderna, con derechos y garantías para sus ciudadanos, al reconocer la soberanía nacional, la
división de poderes, el sufragio universal masculino y los derechos y libertades individuales (pensamiento,
imprenta, igualdad ante la ley, propiedad.... Otros artículos: la reforma de la admon. local, fiscal y de la
Hacienda, el servicio militar obligatorio, enseñanza...
El Sexenio Absolutista (1814-1820)