TEMA 9. Gregorio Fernández y la escultura
naturalista castellana
Nace en Lugo, en Sarria en 1576 y fallece en Valladolid en 1636. Es contemporáneo de
Caravaggio, Carraci, Guido Reni…
De su primera etapa, se tiene dato desde 1605, no se sabe nada, solo
suposiciones. Formado como escultor en Galicia, en la diócesis de Ourense donde había
una actividad escultórica importante adscrita a la estética de Juan de Juni. Asi, pudo
haberse formado en este primer momento. Puede que haya trabajado en Santiago de
Compostela con Juan de Ávila o Gregorio Español. Se especula que también paso por la
corte de Madrid, pues su esposa era madrileña y puede que allí se casara por lo que
antes ya había estado allí.
En 1605 se dan sus primeros datos en Valladolid, unido a Francisco Rincón. Éste
es escultor, destacado representando del manierismo reformado, un movimiento que
formados en el manierismo dan realismo y rigor conceptual por el Concilio de Trento.
Rincón tiene una importante influencia en Fernández. Fray Matías de Sobremonte es el
1º biógrafo que presenta a Fernández como discípulo de Rincón, conectando a
Fernández con el ambiente escultórico vallisoletano. Sin embargo, no se puede hablar
de discípulo porque cuando contactan ya tiene 30 años por lo que puede verse a Rincón
como aquel que le acoge como oficial o incluso como socio.
De 1605-1636 hay cantidad de información, con una actividad escultórica febril
con un taller totalmente activo, comparable a la actividad de Juni, al que admiraba tanto
que llegó a comprar su propio taller. El Valladolid de 1605 era totalmente cosmopolita,
como capital de proyección internacional del reino más floreciente de Europa. Se
convierte en un lugar de recepción de artistas extranjeros como Rubens. Junto a la
influencia de Juni, en Valladolid de 1605 le influye obras de influencia italiana como
Pompeyo Leoni que trabajaba para la familia Real, el Duque de Lerma… además, la
llegada de artistas, embajadores extranjeros asi como regalos, como se ve en el Sansón y
Filisteo de Bologna, regalado al duque de Lerma. Obra de carácter italiana que le
influye en:
los Arcángeles San Gabriel y San Rafael (1606-1607), que pertenecían a un retablo que
no nos ha llegado que realizó Fernández para la primitiva iglesia de San Miguel. Son
piezas de madera policromada de 179 cm de altura, piezas refinadas y elegantes. Esta
imagen se vincula a las obras manieristas romanas (como la obra de Bologna) en los
gestos, en el movimiento, en la compostura… generando una expansión espacial. Está
influida también por ángeles con instrumentos de la pasión del taller de Pompeyo Leoni,
que eran de bronce sobredorado, realizado para la Capilla del Santísimo Cristo de San
Ginés (Madrid). Esta obra de Fernández debe estar dentro del clasicismo o manierismo
áulico.
, Dolorosa y San Juan Evangelista: esculturas también del retablo de San Miguel. Poseen
un canon estilizado que no va a repetir mas que es esta etapa clásica de la corte
vallisoletana. Cuentan con paños suaves y en su dolorosa se ve la influencia de
Pompeyo Leoni en el Calvario que realiza para el retablo del convento de San Diego.
En esta etapa se dan innovaciones iconográficas, uno de los rasgos que le
plasman como genio. A él se le debe la tipificación de muchos tipos como:
El Yacente (1606-1607). No es la primera vez que se hacen yacentes como en el siglo
XVI con Juan de Juni, pero aquí se muestra como la finalidad de ser “sepulcro” de las
36 horas del Viernes Santo porque posee un hueco para colocar la ostia, para ser
adorado. De madera policromada con el Duque de Lerma como comitente. Mide 205
cm para el convento de San Pablo de Valladolid. Es el 1º ejemplo de la serie pero este
es diferente, porque aquí está influenciado por el clasicismo, siendo las otras mas
realistas
Arcángel San Gabriel: influencia del manierismo barroco. Creo este arcángel para una
anunciación. Fue creada para la parroquia de Tudela de Duero, Señorío del Duque de
Lerma. Es de madera policromada de 100 cm. Es una figura estilizada, con un canon
alargado, abriéndose al espacio. Iría vestido. Pelo acaracolado que ya no se dará a partor
de 1615.
Retablo Mayor de la Catedral de Miranda do Douro: en Tras-os-Montes (Portugal) de
1610-14. El retablo es ensamblado por Juan de Mariátegui y Cristóbal Velázquez. Las
esculturas y los relieves son de Gregorio Fernández y el dorador fue Tomas Velázquez.
Es un ejemplo de retablo clasicista. En Valladolid, es importante tres gremios:
arquitectos, pintores y escultores y un retablo no puede realizarse sin la participación de
los tres. El arquitecto diseña y ensambla, el pintor da color y los escultores hacen las
esculturas y los relieves. Así, Fernández no diseña el retablo sino que trabaja sobre el
proyecto ya hecho. Sin embargo, en Sevilla, el gremio de arquitectos y escultores es el
mismo por lo que un escultor podía hacer un retablo. En Oviedo por ejemplo solo
existía un colegio profesional. Depende pues de la administración. La influencia de Juan
de Herrera es evidente con pocos elementos decorativos, donde los cuerpos se mueven
más y hay mas decorativismo sobretodo en los frisos. Este es un retablo clásico aun eso.
En Valladolid, es más frecuente los retablos con grandes relieves porque no había
buenos pintores (En Madrid era al revés por ejemplo). La anunciación de nuestra Señora
es un relieve de este retablo con un canon muy estilizado.
Retablo Mayor del Monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid (1613): muy
clasicista también, patrocinado por la familia real. Es un retablo mixto con pinturas de
Romas de Prado, trazas de Francisco de Praves y ensamblado por Francisco Velázquez.
Es una obra totalmente articulada a partir de la superposición de órdenes. El cuerpo de
gloria está en la calla central; algunos relieves con el abrazo del crucificado a San
Bernardo (ya que es un convento de Bernardas). Se inspira este relieve en grabados. Se
ven incluso relieves altos, casi de bulto redondo que se caracterizan por su sentimiento
de Beatitud. Recuerda a la pintura del claroscurismo, de Caravaggio, tratando el relieve
