TEMA 3. PROCESOS DE EDUCACIÓN DE ADULTOS A LO LARGO DE
LA HISTORIA
LA TRADICIÓN HISPANO ROMANA
Es importante en esta época histórica el concepto pedagógico de Humanista, que integra
formación e instrucción. Destacamos, entre otros, los siguientes autores: Catón, Cicerón,
Quintiliano y Séneca.
LA ESPAÑA VISIGODA
En esta época, podemos hablar de tres tipos de escuelas:
Escuelas parroquiales: se orientaban fundamentalmente a la preparación de
clérigos.
Escuelas episcopales: suponían un nivel superior a la anterior. Se cursaba el
“Trívium” (gramática, retórica y dialéctica) y también el “Cuadrivium” (aritmética,
geométrica, astronomía y música), además de aspectos litúrgicos.
Escuelas monacales: son más importantes que las anteriores. Se dirigen al
aprendizaje de la teología, derecho canónico, etc. Destacamos, entre otros, la figura de
San Isidro de Sevilla.
LA EDAD MEDIA
El trabajo de los monjes fue clave para el mantenimiento de la cultura escrita, del saber, pues
esta se llevaba a cabo en escritorios y bibliotecas de los monasterios. Monasterios y
catedrales guardan celosamente en sus bibliotecas libros de temática variada: filósofos,
jurídicos, religiosos… Se organizan estudios de escuela “superior” en la que los pupilos
aprendían artes varias y teología. Había también escuelas destinadas al aprendizaje del latín,
así como escuelas de carácter especial para los judíos, musulmanes y mudéjares.
La mezcla de culturas griega, latina, cristiana, judía y musulmana propiciará el nacimiento de
las universidades.
EDUCACIÓN EN EL SIGLO XVI Y XVII
En la pedagogía del Humanismo destacamos autores tan ilustres como Nebrija, Juan Luis
Vives, Huarte San Juan, Erasmo, etc. Para los autores del Humanismo, el ser humano debe
ser virtuoso y sabio. Existe una preocupación incipiente por la importancia de la educación
para el ser humano.
Destacamos la importancia del Estado, la Iglesia, la familia y la sociedad en la formación del
individuo. La figura del formador también se tiene en consideración. Está muy presente en
Juan Luis Vives en el Tratado de enseñanza, que nos habla de las cualidades que debe tener
un buen maestro entre las cuales destaca: sabiduría, prudencia, claridad, facilidad, mesura,
oportunidad… Nos habla del sentido social del trabajo del maestro, de la formación para la
vida del pupilo.
En el siglo XVII nos encontramos fundamentalmente los siguientes tipos de centros:
Escuelas de gramática latina, donde también se enseñaba retórica y poética.
Facultades de artes, donde se enseñaban, entre otras disciplinas: lógica, filosofía,
metafísica, latín, etc.
Centros recogidos por la Iglesia, donde se estudiaba gramática, artes, lógica, física,
metafísica, etc.
, En el siglo XVIII, la falta de preparación y atraso en la sociedad de la época hacen que el
Estado come conciencia de la situación, por lo que propone una serie de medidas entre las
que figuran la creación de escuelas, una mejor preparación de los maestros, la formación
para un oficio…Todo ello encaminado a la promoción del Estado.
En la oferta formativa por parte de la Ilustración, encontramos especialmente para un grado
superior de educación: las universidades, academias militares, reales colegios de las ciencias,
las artes y oficios artísticos.
Por otra parte, la universidad de la época se mostraba encerrada en sí misma, por lo que fue
necesaria una reforma. El padre Benito Feijoo apostó por una apertura de la universidad cuya
base será la razón. Por otra parte, Olavide, en Sevilla, pretende también una universidad de
progreso, acorde a los tiempos. Esboza la idea de la autonomía universitaria. Establece cuatro
facultades: física, medicina, jurisprudencia y teología.
EDUCACIÓN Y SIGLO XIX
En este siglo, nos encontramos con la evolución del sistema liberal:
- Reglamento de Instrucción Pública en 1821.
- Plan General de estudios de 18450 (Plan Pidal). En este plan aparece la idea de
secularización, universalidad, libertad, etc.
- Ley de Instrucción Pública de 1857 (Ley Moyano).
- La Institución Libre de Enseñanza, que fue fundada por un grupo de catedráticos:
Giner de los Ríos, Salmerón, Azcarate…, quienes fueron separados de la universidad
por defender la Libertad de Cátedra, negándose a impartir sus enseñanzas bajo la
influencia religiosa, política y moral de la época. Esto les condujo a la creación de un
centro privado. Hasta la llegada de la guerra civil española, la Institución de Libre
Enseñanza era el estandarte de avance científico. La reforma educativa que supone la
I. L. E. y los organismos creados por ella contribuyeron de manera notable al desarrollo
político y social.
Nos encontramos con un Regeneracionismo pedagógico y social. Aparece, pues, un
movimiento crítico ante la política, la cultura, la educación y en definitiva, la sociedad.
En el Antiguo Régimen, caracterizado por sus estructuras estamentales, la educación de
adultos, el que estos supiesen leer y escribir no era un principio fundamental, solo se
reservaba a unos pocos. La alfabetización y educación de adultos en España tiene una
historia relativamente reciente. La mayor parte de la población no sabía ni leer ni escribir.
Esto es algo incompatible con los principios democráticos de la Constitución de Cádiz en
1812.
Los esfuerzos realizados por los Ilustrados fueron importantes pero no suficientes, ya que la
población más desfavorecida socio – cultural y económicamente no resolvió su situación de
pobreza cultural y a finales del siglo XVIII y XIX, nuestro retraso se evidencia con respecto a
otros países europeos.
La educación se daba a los niños a edades muy tempranas, cuando crecían un poco y podían
ocuparse en algún oficio dejaban de asistir a la escuela. Por otra parte, se pensaba que era
más fácil conducir a un pueblo inculto que letrado. Fueron muchos los ilustrados los que
comenzaron a pedir una educación para todos independientemente de su origen social.
LAS SOCIEDADES ECONÓMICAS DE AMIGOS DEL PAÍS