Tema 1. Introducción. La investigación sociológica.
¿Qué es la sociología?
La sociología, para empezar, podemos decir que es el estudio
sistemático de la sociedad humana, aunque si vamos más allá se dice que
es: tener una mirada diferente de lo que nos rodea. Tratar de ver
generalidades en situaciones particulares, preguntarnos cosas que
habitualmente no solemos preguntarnos, por ejemplo: ¿Por qué
estudiamos en la universidad?.
Las influencias sociales.
Se define a la sociedad como una prisión. La sociedad influye en
nuestras acciones y opciones vitales. Dentro de nuestro círculo existen
desigualdades por razones étnicas, razón de género, de edad y de clase
entre otras. Además nos influye en primer lugar, el lenguaje y la
socialización y grupos e interacción social. Luego, las instituciones sociales
como la familia, por no hablar de la cultura y de la sociedad en sí
(anteriormente mencionada). (Diagrama)
El suicidio como hecho social.
¿Es el suicidio una cuestión meramente individual o está marcada por
dinámicas sociales? Por lo general, las mayores tasas en suicidios son
hombres, protestantes, con más recursos económicos, solteros
(Occidente). Durkheim decía en su idea del grado de integración social que
cuanto más integrada está una persona en su contexto social más difícil es
caer en el suicidio.
La perspectiva global: atender a las diferencias.
Abstraernos de nuestras situaciones particulares nos hace ser más
conscientes de las condiciones de vida de los demás. Eso provoca que
seamos más cautos a la hora de valorar otras formas de vida.
Lo que podamos o no podamos hacer con nuestras vidas depende en
buena medida de la sociedad en la que estemos insertos.
Las prácticas culturales y las condiciones económicas son distintas en cada
sociedad, y eso ofrece un marco de oportunidades diferentes.
Como sociólogos debemos tener siempre presentes esas diferencias para
comprender adecuadamente cada situación.
El mundo según las Naciones Unidas.
, El mundo, según las Naciones Unidas están en distintos estados de
desarrollo. En primer lugar, los países de desarrollo avanzado, como parte
de Europa, América del Norte, Oceanía, etc. Por otro lado, los países en vía
de desarrollo como América del Sur, pequeña parte de África y sectores de
Oriente. Por último, los países de desarrollo mínimo como puede ser gran
parte de África y otros pequeños países de Oriente. (Mapamundi de
colores).
La vida cotidiana como motor de la Sociología.
La pertenencia a grupos minoritarios o marginados nos hace ser más
conscientes de las estructuras sociales que nos limitan. Todos pasamos
por ese tipo de situaciones en algún momento de nuestras vidas.
Inmigrantes, mujeres, gays y lesbianas, personas con discapacidad,
ancianos, están en mejor posición para entender el funcionamiento de la
sociedad a través de su propia experiencia.
Las situaciones de crisis también nos facilitan comprender la estructura
social. Ejemplo: durante una crisis económica que aumenta el paro
sensiblemente las personas no se responsabilizan por no encontrar
trabajo, entienden que es el sistema el que falla.
Beneficios y dificultades de la perspectiva sociológica.
•Nos dota de una mirada crítica sobre la sociedad en la que vivimos. ¿Por
qué hacemos las cosas como las hacemos? Cuestionamos el sentido
común.
•Nos volvemos ciudadanos más activos, más conscientes de lo que ocurre
a nuestro alrededor y más proclives a promover cambios.
•Nos ayuda a reconocer las diferencias entre los distintos grupos humanos
y a valorar las ventajas y desventajas de otras formas de vida.
•Las sociedades están en constante transformación. Lo que podemos
explicar hoy puede que no nos sirva para mañana.
•Etnocentrismo: intentar entender lo que ocurre en otras sociedades
desde los valores de la nuestra.
•Nos influimos al tiempo que nos analizamos. Las conclusiones a las que
llegamos tienen un impacto sobre el comportamiento de la gente.
Paradigmas sociológicos clásicos.
Un paradigma es una manera determinada de entender cómo debe
abordarse el estudio de la sociedad, una guía básica que orienta el análisis.
La sociología, que nace a mediados del siglo XIX, se construyó
rápidamente en torno a tres grandes paradigmas. Estos marcarían el
, trabajo de los sociólogos a lo largo del siglo XX y, en buena medida, hasta
la actualidad.
Los tres paradigmas son: el funcionalismo, el conflicto y la acción social.
Funcionalismo (Emile Durkheim).
Entiende la sociedad como un sistema complejo en el que las partes
que lo componen cumplen una función básica para que el todo funcione.
Presta mucha atención a la estructura social, que le da forma a los
comportamientos colectivos y nos enseña qué hacer en cada situación.
Conflicto (Karl Marx).
Se centra en las desigualdades presentes en la sociedad. Entiende
que la organización social beneficia a unas personas y perjudica a otras. Es
una visión contraria y complementaria al funcionalismo.
Se presta mucha atención a la relación entre los grupos dominantes y
dominados (ricos vs pobres, hombres vs mujeres, blancos vs negros).
Acción social (Max Weber).
Lo importante son las interacciones entre las personas, lo que hacen
en su día a día. Esto implica un cambio radical con respecto a los otros dos
paradigmas, preocupados por las estructuras sociales.
Aquí, la acción de las personas produce significados que dan forma a la
sociedad.
Tres formas de interpretar la sociedad.
Cada uno de los tres paradigmas que hemos visto responde a un
conjunto diferente de cuestiones sobre la sociedad.
Ninguno de ellos es capaz en sí mismo de dar una explicación completa del
funcionamiento social, por lo que debemos acudir a todos para completar
los análisis.
Por lo tanto, no debemos considerar a ninguno superior al resto, pero a
medida que vayamos introduciéndonos en la sociología nos iremos
situando en uno u otro, en función del tipo de explicaciones con las que
estemos más de acuerdo y nos ayuden a entender mejor la organización
social.