Julia Kifer
Asignatura: Estrategias Empresariales
Grado de Comunicación Audiovisual
Universidad Carlos III de Madrid
2020/2021
Práctica 5: Estrategias competitivas y palancas de valor.
1. Pantalones que destiñen.
Jeanologia es una empresa valenciana con 20 años de historia que fabrica máquinas para
hacer el proceso con láser y nanoburbujas para eliminar el uso de agua y reducir el de
productos químicos.
La estrategia competitiva es de diferenciación, ya que esta empresa destaca del resto por la
creación de una industria textil más sostenible, llegando a ahorrar en 2017 hasta ocho
millones de metros cúbicos de agua contaminada. Cuenta principalmente con una
diferenciación “subjetiva”, es decir, la preocupación por el medio ambiente como
consideración social, además, siendo la tercera opción, “la más pura” de las combinaciones
vistas en clase.
Las palancas de valor sobre las que se apoya es calidad e innovación. La calidad destaca
principalmente gracias al uso de tecnología que no contamine tanto en la creación de los
vaqueros e innovación debido a la propia invención de maquinas que cuentan con procesos
con láser y nanoburbujas que permiten la creación de estas prendas. Por lo que la estrategia
de diferenciación se sustenta sobre estas palancas, ya que son características y procesos de
producción con los que no cuentan otras empresas, haciendo que la empresa Jeanologia
destaque del resto.
Sin embargo, también podemos defender que su futura palanca de valor será la de eficiencia,
ya que como afirma el propietario: “Si conseguimos disminuir el impacto ecológico y no los
costes de producción, el impacto en el mundo real sería nada. No le puedes decir a una gran
compañía que adopte una tecnología que mejora el mundo si aumentan sus costes porque no
, es realista”, por lo que su próximo objetivo será la reducción de esos costes de producción,
sin perder la calidad, aumentando así la eficiencia.
2. Dos españolas expertas en sushi.
Sushita es una empresa donde las fundadoras, Sandra Segimón y Natacha Apolinario,
pasaron de repartir comida japonesa a las grandes cadenas de distribución a tener tres
restaurantes.
Su estrategia competitiva es la de diferenciación, ya que la empresa fue creada en los años
90, donde el sushi no era muy popular en el mercado, a su vez, están realizando
investigaciones para la creación de productos cuya conservación sea mejor. La estrategia de
diferenciación de esta empresa sería principalmente la segunda combinación (la menos
“pura”) de las tres vistas en clase, es decir, es una economía de escala. El precio de venta se
ha visto reducido (“por unos 20 euros puedes comer bien en cualquiera de nuestros
restaurantes”) y el coste unitario de producción también es reducido a través de la
producción y venta de más productos (“ser a la vez distribuidoras nos ha permitido ajustar
los márgenes y costes de los productos, por la economía de escala”). Esto es posible gracias
a que la empresa ha ido aumentando su venta “con un crecimiento sostenido en torno al 20%
desde 2012”. Es decir, entre más venden, más pueden reducir los costes de producción.
Podemos afirmar que su estrategia de diferenciación se ve también ligeramente afectada por
una estrategia de bajos costes, ya que sus productos se venden a un precio reducido en
comparación con el resto de los productos, sin embargo, la que más destaca es la estrategia
de diferenciación.
Las palancas de valor sobre las que se apoyan esta empresa es la de calidad, eficiencia e
innovación. La palanca de valor de calidad se debe a las características del producto que lo
hace diferenciarse del resto (“queremos que el sushi sea divertido, no quedarnos en lo básico.
Por eso practicamos fusión, añadimos quinoa o incluimos recetas nikkei”). La de eficiencia
se debe al aumento de su plantilla, incluido un departamento de innovación, ya que les
permitió aumentar la caducidad del sushi a siete días usando una mezcla de gas inerte,
además, esa eficiencia se puede observar en su estrategia competitiva, ya que debido a la