Fundamentos de Ciencia Política
Tema 1. Política y sociedad. El poder y la
legitimidad
¿Qué es la política?
La política es un término multívoco, dotado de sentidos diferentes según el ámbito y
el momento en que se emplea y que no cuenta con una definición única. Las formas de
participación política se dividen en convencional (voto, afiliación, debate…) y no convencional
(manifestación, boicot…). El interés en la política varía según el sector de la población: a
mayor nivel educativo, mayor interés y a menor nivel, menor confianza en las instituciones.
En el caso de la juventud, la participación se ha reducido en los últimos años. La política es un
concepto de uso cotidiano (la participación incluye debates entre individuos), aunque no
cuente con esa percepción. Socialmente, se tiene una concepción negativa sobre la misma, y
es un término que genera controversia. Abundan las referencias a la política en tono
despectivo o rece-loso: suele asociarse a confusión, división, engaño, favoritismo,
manipulación, imposición, corrupción. Una de sus características es la capacidad de
movilización al despertar emociones, fenómeno extendido a grandes sectores de la
ciudadanía. Ha producido y produce movimientos de solidaridad y de cooperación humana y
se asocia con frecuencia a conceptos como libertad, justicia, igualdad, paz, seguridad,
bienestar, bien común. Una característica fundamental son los símbolos (banderas, himnos,
líderes… elementos que corren el riesgo de desvirtuarse si se emplean de manera incorrecta).
,La política como gestión del conflicto social. La raíz del conflicto social
La política surge con el objetivo de solucionar la incertidumbre y es una práctica o
actividad colectiva que los miembros de una comunidad llevan a cabo. La finalidad de esta
actividad es regular conflictos entre grupos, derivados de la existencia de diferencias sociales
que crean desequilibrios. Su resultado es la adopción de decisiones que obligan —por la
fuerza, si es preciso— a los miembros de la comunidad.
El punto de partida del concepto de política es la existencia de conflictos sociales y de
los intentos para sofocarlos o regularlos. En todas las etapas de su vida el ser humano necesita
de la comunidad para subsistir y desarrollarse, comunidades en las que existen discordias y
antagonismos. Las discrepancias pueden afectar al control de recursos materiales, al disfrute
de beneficios y de derechos, defensa de ideas y valores, bienes materiales, derechos legales
y creencias religiosas o filosóficas. El origen de los conflictos se sitúa en la existencia de
diferencias o desigualdades sociales. La distribución de recursos y oportunidades coloca a
individuos y grupos en situaciones asimétricas. No todos los miembros de la comunidad
tienen un acceso razonablemente equilibrado a la riqueza material, a la instrucción, a la
capacidad de difusión de sus ideas, ni comparten de manera sensiblemente equitativa las
obligaciones y las cargas. Por un lado, quienes creen disfrutar de situaciones más ventajosas
se esfuerzan por asegurarlas y luchan por no perderlas. Por su parte, quienes se sienten más
perjudicados aspiran por hacer realidad sus expectativas de mejora. Existe un sector que
pretende mantener o modificar las condiciones existentes movidos por principios y valores
personales.
, Esta combinación de resistencias, expectativas, reivindicaciones y proyectos genera
sentimientos de incertidumbre, de incomodidad o de peligro. La diversidad de reacciones
deriva en tensión social que afecta a numerosos ámbitos. Se confía a la política la regulación
porque el resto de posibilidades no son suficientemente eficaces, intenta resolver las
diferencias mediante una decisión obligatoria para la ciudadanía (ignorantia juris non
excusat: la ignorancia no exime del cumplimiento de la ley). El carácter vinculante o forzoso
de la decisión adoptada la distingue de otros acuerdos, y se ajusta a un conjunto de reglas o
pautas, hecho que aproxima la práctica política a determinadas formas de juego o de
competición al establecer un reglamento a seguir. Este cumplimiento obligado presupone que
la capacidad de obligar incluye el uso de la fuerza, posibilidad es característica de la política
frente a otras formas de control social. El talante político es una cualidad importante para
llevar a cabo su labor.
La política se ocupa de la regulación o gestión del conflicto, no de su solución, ya que
éste plantea la idea de una salida satisfactoria para todas las partes implicadas, hecho
imposible en la política. Aspectos como el marketing político o la voluntad de acuerdo juegan
un papel fundamental en el proceso. La acción política puede alterar profundamente la
situación anterior, reequilibrar las posiciones o ratificar el status quo anterior. Cuando se
gestiona y maneja una determinada disputa, lo que se procura es preservar una relativa
cohesión social. La política como acción colectiva busca reducir el riesgo de desintegración
social, que se produce cuando -ante la existencia de conflictos sociales- cada grupo decide
tomarse la justicia por su mano, acudiendo por sistema a la venganza privada. La política es
un seguro colectivo que las comunidades asumen contra la amenaza de un derrumbe del
edificio social, una garantía de que su cohesión persistirá, porque las tensiones provocadas
por desequilibrios y desigualdades internas serán reguladas de un modo suficientemente
aceptable para el mayor número de los miembros del colectivo. En sociedades divididas por
creencias, intereses y recursos la política es constructora de sociedad. Este agregado social
no se ajusta al modelo ideal de ciertas personas, por lo que se debe plantear qué caminos
ofrece la política, si existen otras maneras de gestionar los conflictos para modificar los
equilibrios o desequilibrios sociales.
La existencia de desigualdades sociales pone de manifiesto que no todos los
miembros de la comunidad tienen las mismas oportunidades. La diferencia convertida en
desigualdad está en el origen de la política. Dichas desigualdades se originan en el hecho de
, que no todos los miembros de una comunidad gozan de las mismas oportunidades para
acceder a los recursos básicos que facilitan el desarrollo máximo de sus capacidades
personales. Esta situación se expresa en el disfrute de habilidades y talentos considerados
naturales (inteligencia, capacidades físicas y psíquicas, sensibilidad artística, destreza
manual), en los roles desempeñados en las funciones reproductiva y familiar, en la posición
ocupada en la división social del trabajo productivo (profesiones manuales o intelectuales),
en la capacidad de intervenir en las decisiones, en el acceso a los recursos o a las rentas
generados por la actividad económica (clases sociales) o al estatus o privilegios derivados del
reconocimiento social, en la adscripción a identidades simbólicas y en la ubicación en el
territorio (centro-periferia, ámbito rural-ámbito urbano), que da lugar a un acceso
diferenciado a recursos de todo tipo. Aspectos como las habilidades, roles, posiciones en la
división social del trabajo, capacidad de intervenir en las decisiones, acceso a recursos o
rentas, adscripción a grupos e identidades o ubicación en el territorio son determinantes.
Existen diferencias que marcan fracturas sociales entre grupos o cleavages que
provocan distinto tratamiento político y, como consecuencia, se desencadenan tensiones. De
las relaciones asimétricas entre estos grupos nacen constantemente tensiones que pueden
requerir un tratamiento político. No importan solo las diferencias que tengan fundamentos
objetivos o cuantificable que pueda medirse en términos monetarios, sino la percepción
social de la diferencia, que la sociedad atribuya valor o prestigio a determinadas situaciones,
mientras que otras sean vistas como negativas o de menor valor y que varía en importancia y
prioridades según el contexto y el momento histórico. Una sociedad puede atribuir valor o
prestigio a unas situaciones, mientras que otras son percibidas al contrario, porque quienes
ocupan posiciones no valoradas no suelen conformarse con ellas y quienes disfrutan
posiciones de prestigio no quieren perderlas. La política puede surgir a raíz de las
desigualdades percibidas y a los intentos de corregirlas. Las explicaciones a las diferencias
sociales pueden ser válidas en un contexto histórico, pero pueden dejar de serlo cuando dicho
contexto se modifica. Es posible que diferencias o fracturas de importancia, en un momento
dado, sean sustituidas por otras siguiendo las condiciones sociales y culturales.
Los cleavages desembocan en organizaciones políticas. Se pueden clasificar en un eje
izquierda-derecha (la pertenencia de un partido a una zona del eje varía según el tipo de
votante o la percepción del electorado en su conjunto), eje centro-periferia y eje religiosidad-
laicidad.