ÁNGEL MARTÍNEZ HIGÓN
TEMA 1. IMTEMPERIE Y LECTURA: ¿CÓMO PENSAR NUESTRO SIGLO?
1.1.- Variaciones en torno a lo contemporáneo: intemperie, acontecimiento, espera.
1.1.1- Intemperie
1.1.1.1- ¿Qué somos?
Para resolver la pregunta de ¿qué somos?, primero debemos conocer dos aspectos
importantes: el tiempo y el espacio en el que nos encontramos.
Si ponemos el foco en el tiempo, tanto el dato histórico como el dato filosófico coinciden
en que nos encontramos en la época contemporánea. Desde el punto de vista histórico se
considera época contemporánea el periodo comprendido entre la Revolución Francesa1 hasta la
actualidad; debido a la aparición de nuevos derechos, sensibilidades, clases sociales, naciones,
etc. De igual forma, desde el punto de vista filosófico se considera época contemporánea
aquella que es heredera y posterior a los “filósofos de la sospecha”2; debido a que a diferencia
de Platón o Descartes, la filosofía de estos sigue sin ser asumida hoy en día y continúa levantado
resquemores. E.g., Muerte de Dios (Nietzsche).
Sin embargo, solo si nos centramos en el concepto llegamos a entender cuál es la
verdadera esencia de lo que nos hace contemporáneos. Roland Barthes3 afirmaba que “lo
contemporáneo es intempestivo”. Solo aquello que explota, que habita un desajuste, un
presente que se proyecta al futuro es verdaderamente contemporáneo. Por tanto, podemos
afirmar que Nietzsche es el pensador contemporáneo por antonomasia, ya que habla desde el
siglo XIX a una comunidad de lectores futura. Es actual a la vez que inactual.
“Pertenece verdaderamente a su tiempo aquel que no coincide perfectamente con él”
Si ponemos el foco en el espacio, podemos observar que el hombre contemporáneo se
siente en un espacio que nos es del todo suyo, se siente a las afueras de una utopía (un paraíso).
Aunque este sentimiento ha acompañado al hombre, en la época contemporánea se ha
intensificado por la caída del cristianismo y el comunismo. Como dice (Texto 5): “quizá al ser
contemporáneo solo le guste construirlo (el paraíso), y no quiera vivir en él”.
Al igual que pasaba con el tiempo, en el espacio también podemos observar que la
verdadera esencia de lo contemporáneo es lo intempestivo. En un sentido literal, el hombre
contemporáneo ve su espacio como la intemperie de quien ni tiene hogar que le proteja. Aún
más, en un sentido metafórico, podemos relacionar la intemperie con la falta de orientación.
“Nosotros habitamos la intemperie, pero la intemperie habita en nosotros”
1
1978.
2
Darwin, Marx, Freud, Nietzsche, etc.
3
Filósofo, crítico, teórico literario y semiólogo estructuralista francés.
1
, 1.1.2- Acontecimiento
1.1.2.1- ¿Qué podemos hacer?
Una vez que sabemos que el hombre contemporáneo es intemperie, solo cabe
preguntarnos ¿qué podemos hacer?
Ante la intemperie, lo único que puede hacer el hombre contemporáneo para ubicarse
es leer. Leer es un valor en sí mismo, es decir, nadie cuestiona la utilidad de leer. Es aquí donde
encontramos una primera relación, relación lectura – pensamiento. Así mismo, leer no es solo
pensar, sino también dejar que la pensamiento de otra persona acceda a ti. Es aquí donde
encontramos una segunda relación, relación lectura – pensamiento – diálogo. Finalmente, al
entender la lectura como un diálogo de pensamiento activo, esta nos llevará a experimentar
cosas. Es aquí donde encontramos una tercera relación, relación lectura – pensamiento –
diálogo – experiencia.
Por tanto, podemos afirmar que la lectura es el paso de la intemperie a la experiencia, y
este proceso se define como acontecimiento. Este término fue introducido por Heidegger4
haciendo referencia a aquello que cuando ocurre, te cambia. Acontecimiento es sinónimo de lo
que él nombró verdad como Aletheia (la verdad de las artes), en contraposición con la verdad
como Adequatio (la verdad de las ciencias, directamente trasladable a la realidad).
1.1.3- Intemperie
1.1.3.1- ¿Qué podemos esperar?
A pesar de la lectura, el hombre contemporáneo sigue buscando algo más que nunca
llega. Por tanto, surge una última duda: ¿qué podemos esperar?
Aunque tras el anuncio de la muerte de Dios la forma en la que el hombre
contemporáneo ve el cristianismo ha cambiado de forma radical, este sigue viviendo bajo
categorías cristianas. Entre estas destaca la espera. Desde un punto de vista más físico, todos
vivimos en una continua espera relacionada con nuestros deseos individuales (espero no
enfermar, …). Sin embargo, desde un punto de vista más metafórico, esta se relaciona con
nuestros deseos colectivos (idea de utopía y su búsqueda). Así mismo, vemos que la espera
puede tener tanto un sentido positivo (el motor que mueve al hombre) pero también uno
negativo (pesa con violencia sobre el hombre contemporáneo).
La espera ha sido reflejada en numerosas obras literarias. Kafka5, en su obra Ante la ley,
muestra como el ser humano se encuentra en continua espera durante toda su vida. Además,
muestra que cada individuo tiene su propia espera de algo que nunca llega. Beckett6, en su obra
Esperando a Godot, reflexiona sobre la inutilidad de los tiempos de espera.
Pero es Primo Levi7, en su obra Si esto es un hombre, quien nos muestra que existe una
espera esencial, algo que todos esperamos por igual: el bien (como vemos cuando las madres
amamantaban a los hijos antes de entrar en las cámaras de gas).
4
Destacado filósofo alemán del siglo XX.
5
Escritor alemán, considerado como uno de los más influyentes de la literatura universal.
6
Dramaturgo, novelista, crítico y poeta irlandés.
7
Escritor italiano.
2