Biografía.
Mariagusta Correa Astudillo nació en Cuenca en 1976. Siendo la única mujer de tres
hermanos durante su niñez tuvo una vida simple, con su padre como policía recorrió casi
todas las regiones del Ecuador lo que le permitió conocer más acerca de los mitos y
costumbres ecuatorianas que enfocarían sus inicios en la literatura; de su niñez recuerda
nostálgicamente como su abuela le contaba viejas historias de su ciudad de origen, lo que
toma como el secreto de su narración. Estudió la primaria en Quito luego regresó a Cuenca a
culminar sus estudios secundarios con especialidad físico-matemático en el colegio La
Alborada, empezó sus estudios universitarios en la carrera de Ingeniería en Sistemas pero lo
abandonó por estudiar Administración de Empresas en la Universidad del Azuay, mas se dio
cuenta gracias a Jackeline Verdugo que su destino, como ella lo llama, era otro; se graduó de
magister en estudios latinoamericanos con mención en literatura, ingeniera comercial y
licenciada en lingüística, literatura y lenguajes audiovisuales.
En la literatura, Mariagusta se define como exigente y recuerda que su primer texto
fue un cuento erótico realizado a la edad de 15 años como una tarea de biología, pero su
primera obra publicada es a la edad de 35 años; en el 2012 recibió el premio Joaquín
Gallegos Lara en Quito por su obra ‘Al ras de la memoria’. Mariagusta cataloga su escritura
como independiente, pues define que los movimientos literarios son una presión en su
escritura y afirma que su momento de escritura es al soñar, además explica que siempre
escribe frases u oraciones sueltas para luego recuperar y utilizarlas en sus obras.
Actualmente vive con su hija Francesca, de 10 años, y con su esposo, Santiago.
Mariagusta ejerce felizmente la maternidad, considerando a su hija como la mejor compañía
y dedicándole cada obra con el objetivo de que tenga un legado de amor al país y una esencia
de ella misma. En cuanto a la literatura el próximo año publicará su libro de cuentos,
Fotogramia.
Obras literarias.
Poesía.
La esfera de Penélope, 2011.
Mestiza, 2014.
Cuentos y microcuentos.
Al ras de la memoria, 2012.
Ascensor: ficciones contra tiempo, 2013.
, Trastienda, 2014.
Contexto socio-cultural del Ecuador en el siglo XXI
En Latinoamérica y particularmente en Ecuador, durante la última década del siglo
XXI, se han reforzado una serie de representaciones simbólicas constituidas a partir de
imaginarios culturales que entronizan las gestas libertarias del siglo XIX, sobre todo, el hito
de la Revolución liberal alfarista y la figura que en sí representaba Eloy Alfaro. La
Constitución de 1998 reconoció expresamente a los pueblos indígenas autodefinidos como
Nacionalidades, pero legitimando el modelo neoliberal. En sus artículos 83 y 84 incluyó los
derechos colectivos del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas, a pesar de lo cual
Ecuador no construyó la institucionalidad necesaria para garantizar esos derechos.
Esencialmente, se abrió la posibilidad de crear Circunscripciones Territoriales Indígenas que
reemplacen los gobiernos locales, pero no se establecieron sus competencias, ni se les asignó
recursos económicos. En el 2008 fue firmada la Nueva Constitución del Ecuador, que sentó
las bases para la autonomía de las Nacionalidades y el establecimiento de una nueva forma de
organización político-territorial.
La literatura ecuatoriana, así como otras de América Latina, ha encontrado en los
grupos literarios y las revistas los medios de expresión y debates de sus ideas. En los 80,
tanto la poesía como la prosa van a registrar una gran evolución, pero también un
estancamiento expresivo por el pretexto de universalidad. Habrá que esperar el inicio del
nuevo milenio para que otra generación retome el legado cultural de sus antecesores y debata
sobre las condiciones sociales y políticas y los principios que van a determinarlos. De esta
manera, vemos un resurgimiento e innovación de la literatura ecuatoriana a manos de jóvenes
escritores que buscan establecer su propio discurso en la escena nacional, fuera de los
encasillamientos y disputas que caracterizaron la historia literaria ecuatoriana. Así, a más de
varios escritores jóvenes sin filiación, encontramos grupos nuevos, como Buseta de Papel
en Guayaquil y Machete Rabioso, Fe de Erratas y Locomotora en Quito, La Esponja y La
Pileta en Cuenca alrededor de los cuales se concentran decenas de jóvenes que, a la par que
leen, escriben, publican y concursan en certámenes literarios. Ellos caracterizan también por
un ágil fomento de actividades culturales. Sus trabajos, como se apreciará más adelante,
cuestionan la vida y el arte, pero con mayor desenfado y seguridad. Tienen un punto de
vista político progresista y muchas veces un tono de rebeldía pero, al mismo tiempo,
dan cabida a formas discursivas generalmente consideradas por el dogmatismo como