Pedro A. Ruiz Lalinde
IES “Marqués de la Ensenada”
Haro
TEMA XI: La época de la Restauración (1875/1902)
1. Restablecimiento de la Monarquía
La poca resistencia con que Pavía había acabado con la República evidencia la
fragilidad del régimen que no contaba con base real sobre la que sustentarse. El poder
volvió a manos de los antiguos unionistas y progresistas, que en la persona de Serrano
van a intentar estabilizar una república de carácter conservador.
Se formó un gobierno republicano presidido por el general Serrano, cuya política fue
restablecer el orden: disolución de la AIT, represión de los republicanos, limitación del
derecho de asociación, aplacar a los carlistas. Sin embargo una república unitaria
presidida por un general no podía estabilizarse, pues su base social ya había optado por
la solución alfonsina (la burguesía moderada).
El 29-12-1874 el general Martínez Campos en Sagunto proclamó rey a Alfonso XII
mandando al general Serrano al exilio y dando paso a un Ministerio de Regencia
presidido por Cánovas para aguardar la llegada del nuevo rey.
Ya durante la República, la burguesía moderada había optado ya por la restauración
borbónica en la persona de Alfonso. Mientras los alfonsinos ultimaban los preparativos
para la restauración dinástica, Isabel II cedió sus derechos reales a su hijo (1870).
Alfonso a su vez, en el manifiesto de Sandhurst, ofrecía a la opinión pública una
propuesta de régimen monárquico que defendiendo el orden social garantizase un
funcionamiento liberal de las instituciones. Cánovas del Castillo, verdadero artífice de
la restauración monárquica, había conseguido agrupar alrededor de la causa alfonsina
los viejos partidos isabelinos, muchos de los revolucionarios del 68 y la mayoría del
ejército. Tras el sexenio democrático, las clases conservadoras recuperan el control del
poder.
2. Sistema político
Principios políticos
El nuevo sistema político configurado por Cánovas se basaba en el establecimiento de
un sistema de partidos, restringido de hecho a dos (conservadores y liberales) que se
alternaban en el poder y en la marginación de amplios sectores de las clases populares
mediante el caciquismo. Para garantizar la estabilidad del sistema, los dos partidos
dinásticos pactaron la promulgación de una nueva constitución: la de 1876.
La Constitución de 1876
La Constitución será la más duradera de la España liberal, se caracteriza por su corta
extensión. Síntesis entre la moderada de 1845 y la democrática de 1869:
* La estructura básica es el doctrinarismo del 45, tiene una declaración de
derechos semejante a la del 69. Sin embargo esos derechos tardaron en ser
regulados.
* Doble soberanía Cortes-Rey, no establece el sufragio universal, pero incorporó
el derecho de asociación, tolerancia de cultos distintos al católico.
* Composición mixta del Senado (electivo, pero también en parte por
nombramiento real y vitalicio).
* La administración local y provincial en manos de ayuntamientos y
diputaciones cuyas atribuciones serían fijadas por leyes especiales.
* El Rey: inviolable e irresponsable. Es el poder Ejecutivo y nombra y revoca a
los ministros y decidía cuándo debía ser sustituido un gabinete.
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, Pedro A. Ruiz Lalinde
IES “Marqués de la Ensenada”
Haro
Turno y caciquismo
Durante cuarenta años será controlado por los dos grandes partidos creados los primeros
años de la Restauración: el conservador y el liberal. Los dos son partidos parlamentarios
que obedecen a un líder con una disciplina parlamentaria insólita hasta entonces. Eran
partidos de minorías, o "de notables", alrededor de los cuales se organizaban facciones,
que correspondían más a intereses locales o de clientelismo político que no a verdaderas
discrepancias políticas. Durante todo el periodo ambos partidos, denominados
dinásticos, se turnaron en el poder de forma pacífica mediante un sistema de
manipulación electoral que descansaba sobre la realidad de una sociedad caciquil.
* El Partido Conservador: líder, Cánovas del Castillo. Antiguo Partido Moderado,
Unión Liberal (parte) y constitucionalistas disidentes. Predominio de elementos de la
aristocracia, grandes propietarios de tierras e industriales catalanes y vascos. Recibió el
apoyo del episcopado y se atrajo buena parte de los sectores católicos no integristas
(1882, León XIII y su encíclica, Cum Multa).
* El Partido Liberal Fusionista: tiene su origen en el Partido Constitucional de la
monarquía de Amadeo: unionistas de izquierda (Serrano) y por los progresistas de
Sagasta. Tuvo gran influencia entre profesionales liberales, comerciantes, banqueros,
militares y funcionarios. Líder: Sagasta.
El caciquismo: el caciquismo era un sistema de relaciones de coacción, organizado por
las clases dominantes durante la Restauración para dejar fuera del sistema a las clases
populares y evitar los peligros revolucionarios que se han producido en el sexenio.
El ministro de la Gobernación era el que elaboraba, de hecho, la lista de diputados que
habían de ser elegidos en cada distrito electoral (encasillado), independientemente de su
relación con sus electores (cuneros). Los gobernadores civiles transmitían la lista de los
candidatos "ministeriales" a los alcaldes y caciques, y todo el aparato administrativo y
de orden público se ponía a su servicio para elegirles (confección del censo, compra de
votos, manipulación de actas). El caciquismo no fue tan sólo un falseamiento de las
elecciones, sino que era una realidad cotidiana en la España rural: fuerte dependencia de
los campesinos respecto a los grandes propietarios. Los caciques gracias al control de
los ayuntamientos hacían informes, controlaban el sorteo de quintas, repartían las
contribuciones, hacían ofertas de trabajo, y concedían el arrendamiento de tierras
comunales. Al final el sistema descansó en el voto de las zonas rurales, donde votaba el
80% de la población (20% en las urbanas).
3. Evolución política
Reinado de Alfonso XII (1875-1885)
Durante el reinado de Alfonso XII se establecieron los principios fundamentales del
nuevo sistema político, obra esencialmente de Antonio Cánovas del Castillo. Además de
los aspectos ya tratados, un objetivo importante de Cánovas fue asignar un nuevo papel
al ejército, alejado de la actividad política que había sido habitual a lo largo del siglo
XIX y del intervencionismo a través de los pronunciamientos.
Aunque el nuevo régimen llegó gracias a uno de esos típicos pronunciamientos
habituales de la etapa anterior, el ejército quedó relegado a las funciones normales de un
ejército y fue utilizado para la pacificación de los conflictos que el nuevo régimen
heredaba del Sexenio: Guerra Carlista y Guerra de Cuba. La Guerra Carlista no terminó
hasta 1876 con la derrota definitiva de los partidarios del pretendiente Carlos VII que
huye cruzando la frontera francesa seguido de algunos fieles. Por otra parte, en 1878 de
firma con los insurgentes cubanos la Paz de Zanjón, poniendo fin a un conflicto que
había durado 10 años, aunque de nuevo se iniciará en 1895.
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