TEMA 5. EPÍGRAFE 2. LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA: EXPRESIONISMO, FUTURISMO, CUBISMO,
DADAÍSMO Y SURREALISMO
En la literatura, los movimientos vanguardistas europeos más relevantes son: el Expresionismo, el
Futurismo, el Cubismo, el Dadaísmo y el Surrealismo.
El expresionismo: los años de mayor influencia van de 1910 a 1925. En Alemania es donde se desarrolla
con mayor vigor. Rechaza que el arte sea una representación externa de la realidad, porque ha de revelar
la realidad interior, para lo cual se resaltan hasta la deformación características físicas o psicológicas de lo
que se describe. Esa búsqueda de la expresividad aparta la obra de la reproducción realista, por lo que
abundan los personajes extraños, descripciones simbólicas, caricaturas, situaciones absurdas y uso libre del
lenguaje. En esta estética debe situarse la obra de Kafka. Los temas más comunes son la guerra, el miedo,
la locura, la naturaleza y el amor.
El futurismo: surge en 1909 tras la publicación del Primer Manifiesto Futurista de Marinetti. En él se
rechaza el sentimentalismo y se aboga por avances tecnológicos, belicismo, dinamismo, aventura y
deporte. El futurismo, defiende que el arte se debe al futuro y rechaza radicalmente el pasado. Al año
siguiente, Marinetti escribe el Manifiesto técnico de la literatura futurista, donde propone el infinitivo
como única forma verbal, destrucción de la sintaxis y de la puntuación ortográfica, supresión de los
adjetivos y adverbios. A estos manifiestos le sucedieron otros muchos. La exaltación de la violencia y el
repudio del sentimentalismo explican que Marinetti y otros futuristas terminaran indentificándose con el
fascismo. Como aportación literaria propone liberar el lenguaje de ataduras y sustituir los objetos por
nuevos motivos de la vida moderna, automóvil, avión…
El cubismo: Se señala como fecha de comienzo 1913, cuando el escritor Apollinaire publica Los pintores
cubistas. El cubismo literario deriva del arte pictórico de Picasso y consiste en la valoración tridimensional
del espacio y la descomposición geométrica de los objetos, que deben ser mentalmente reconstruidos por
el destinatario de la obra. Los escritores atienden a aspectos visuales. El caso extremo de mezcla entre
pintura y literatura lo constituyen los caligramas. Intentan crear obras que tengan vida propia. Se elimina lo
descriptivo y se busca lo ilógico dándole plena importancia a la espontaneidad.
El dadaísmo: surge en Zürich en 1916 cuando un grupo de emigrados organiza unas veladas de
antiquilación estética, en las que componen poemas con palabras escogidas al azar o recitan sílabas sin
sentido. El principal animador del grupo es el escritor Tristan Tzara. Dadá es un sonido sin significado, que
simboliza la negación absoluta. Este movimiento se caracteriza por su desprecio sobre el arte tradicional, y
por la creación de un método nihilista. Reivindican la espontaneidad, el lenguaje incoherente.
El surrealismo: del Dadaísmo nació en los primeros años veinte el surrealismo. Tuvo por principal impulsor
a André Breton, que con los textos Abandonad todo y Manifiesto surrealista constituye la génesis del
surrealismo. En ellos proclama la liberación del hombre a través de los sueños y del inconsciente.
Es característico del Surrealismo su interés por el subconsciente, por los sueños; ello está relacionado con
la doctrina del psicoanálisis. La función del arte consiste en explorar el subconsciente, liberando al
individuo. Para conseguir ese lenguaje en libertad, propone la escritura automática: pretende que los
sujetos hablen de sus más íntimas preocupaciones de modo rápido para evitar el control de la voluntad.
Temas frecuentes son el mundo de los sueños, lo misterioso, objetos extraños, magia…
El influjo del surrealismo ha sido de gran importancia en toda la literatura posterior. Por ejemplo: Federico
García Lorca con su obra Poeta en Nueva York.