NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS
Los movimientos del Novecentismo y las vanguardias nacen en un contexto histórico inestable. La
primera Guerra Mundial derrumba la sociedad y lleva a la bancarrota a los vencedores. Los fascismos y la
Revolución Rusa provocarán la Segunda Guerra Mundial.
El Novecentismo, formado en 1914 por: José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Menéndez Pidal,
Manuel Azaña, Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala y Juan Ramón Jiménez (la Generación del 14). Tienen
actitud intelectual, elitista y regeneracionista (como la Generación del 98). Son el eslabón entre el
Modernismo y las Vanguardias. Ortega y Gasset, líder del grupo, escribió España invertebrada y La
deshumanización del arte, afirmó que el arte es complicado por naturaleza, se llega a través del intelecto, es
antirrealista, intrascendente, inventa lo que no existe y se desentiende de los temas graves con ironía.
Opina que la novela está en decadencia en Ideas sobre la novela. Juan Ramón Jiménez, desarrolló su etapa
intelectual en esta época, culminó con la poesía pura (hermética y conceptual).
Los autores poseen formación universitaria, creen que su deber es formar minorías selectas que rigen
la nación, son optimistas sobre España, tienen espíritu científico y vocación europeísta, utilizaron el
ensayo como medio de expresión.
Las Vanguardias son una serie de movimientos estéticos que se extienden en el 1 er tercio del siglo XX
desde Francia y Alemania hacia Europa, afectan a todas las artes. Nacen con espíritu provocador e
intención renovadora, intentan romper las normas establecidas.
Superan y exageran el Modernismo y sus influencias. Experimentan con las formas, los juegos
literarios, los sonidos y palabras. Duraron poco y declararon sus intenciones mediante manifiestos.
El Cubismo empezó en Francia por Picasso. Establece los conceptos de Avant Gard , la autonomía de
la obra de arte, la simultaneidad y el Collage, adaptados a la literatura por Apollinaire en sus “Caligramas”.
El Futurismo empezó en Italia por Marinetti. Exalta la industria, la máquina, el movimiento y la
fuerza. Destruye la sintaxis, da libertad a las palabras en la poesía (en España no se dió esta literatura).
El Expresionismo empezó en Alemania, defiende la subjetividad del artista, con una visión exagerada
de la realidad, acumula elementos. Influyó en el Esperpento de Valle-Inclán.
El Dadaísmo empezó en Rumanía por Tristan Tzara en mitad de la Primera Guerra Mundial. Declara
la inutilidad del arte y la cultura, propone el nihilismo como forma de vida y el balbuceo infantil (dadá)
como la literatura más sublime.
El Surrealismo empezó en Francia por André Bretón. Considerado el vanguardismo más importante,
es el que más recorrido e influencia ha tenido. Su finalidad es desentrañar el sentido último de la realidad,
escondido en el subconsciente. Reivindica el sueño, lo onírico y la escritura automática (sin usar la lógica o
la razón). Es la única vanguardia que llega hasta la actualidad.
Existen dos ismos meramente hispánicos, el Creacionismo, iniciado por el chileno Vicente Huidobro,
y el Ultraísmo.
En España, Ramón Gómez de la Serna defendió que la única manera de captar el mundo
incongruente y absurdo es a través de la incoherencia y la fragmentación. Extendió las vanguardias en
España mediante la revista Prometeo. Su mayor hallazgo son las greguerías, mecanismo lingüístico de
máxima condensación, mezcla metáfora y humor. También escribió la novela El doctor inverosímil.
Las vanguardias son efímeras, pero continuarán en España con la Generación del 27 que llegará a la
cumbre del XX recogiendo una increíble mezcla entre tradición y modernidad.