1. Los fusilamientos del 3 de Mayo - Goya
Nos encontramos ante una pintura titulada “El fusilamiento
del tres de mayo” pintada por Francisco de Goya y Lucientes
en 1814. Pertenece al Romanticismo (siglos XVIII y XIV) y
refleja los fusilamientos que ocurrieron durante la guerra de
la independencia (1808 - 1814), por lo tanto, el tema es de
carácter histórico y político. En está obra se emplea la
técnica de óleo sobre lienzo. Actualmente se encuentra en el
Museo del Prado.
El Romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que
nació en Europa entre los siglos XVII y XIX. Se produce
cómo reacción ante la finalidad del neoclasicismo. Durante
estas décadas se hunde el orden del Antiguo Régimen en cuanto a lo social, político, religioso y cultural,
para dar lugar a la Historia Contemporánea. Algunos de estos acontecimientos son la Revolución Francesa
de 1789 y las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848, el nacionalismo y el surgimiento del movimiento
obrero. En este momento se va a desarrollar y poner en práctica conceptos cómo la nación democracia
representativa, colonialismo, economía industrial y socialismo utópico.
El estilo artístico de Goya va evolucionando según el paso del tiempo. Gya comenzó formándose en
Zaragoza donde adaptó el estilo del rococó y del neoclasicismo. Después de haber tenido contacto con
Madrid, hace un viaje a Italia. De esta etapa podemos destacar los frescos de la Bóveda del Pilar y una
pintura titulada “El parasol”. Seguidamente, comenzó a trabajar cómo pintor real donde retrató a la familia
real durante varios años. Más tarde comenzó a retratar a cortesanos y a personas importantes de España.
Uno de sus géneros con más éxito son las pinturas de crítica social. Aquí su pintura se comenzó a oscurecer
y comenzó a perder la perfección del neoclasicismo. Su siguiente etapa es en la que pintó las famosas
pinturas negras. Estás pinturas son conocidas por estar pintadas con unos tonos oscuros y por tener una
temática misteriosa, violenta y enigmática. Goya también hizo grabados y dibujos.
La obra de Goya coincide con los reinados de Carlos III, Carlos IV, José I Bonaparte y
Fernando VII. A pesar de su nacimiento en un pequeño pueblo de Zaragoza, Goya está presente en los
acontecimientos decisivos del cambio del Antiguo Régimen a la España del siglo XIX. Desde que adquiere
la condición de pintor de cámara va a rodearse de las figuras más representativas de la sociedad de su
tiempo: nobles como la Condesa de Chinchón o la duquesa de Alba, ilustrados como Jovellanos, políticos
como Godoy o Goyeneche y miembros de la familia real como el infante don Luis de Borbón. El artista
pudo ser considerado como un afrancesado y por ello tuvo problemas desde la vuelta de Fernando VII. El
cambio de gobierno, la censura de este reinado y el ambiente opresivo llevaron a Goya a marchar hacia
Burdeos, donde pasaría los últimos días de su vida.
Está pintura está en formato horizontal y muestra la escena del fusilamiento del 3 de Mayo de la guerra de
la independencia, cómo bien he mencionado antes. En el fondo de la imagen vemos una urbanización, en
segundo plano vemos una pequeña colina y en primer plano vemos la acción de los personajes. A la derecha
del cuadro se encuentran los militares del ejército apuntando de forma fría hacía varios ciudadanos que se
encuentran en estado de rendición. A los pies de estos ciudadanos vemos varios cadáveres ensangrentados.
El personaje principal es el hombre que se encuentra levantando los brazos y que lleva ropa blanca, lo que
,hace que nuestra atención vaya hacia él. En está obra, Goya utiliza una gama cromática de colores cálidos y
oscuros. La pincelada es más gruesa y usa la línea cómo recurso para la ropa de los personajes. La luz va de
derecha a izquierda, iluminando así, al hombre protagonista que levanta las manos. A él, se le ve más
luminoso y claro.
Goya era una persona que pintó varios cuadros con la intención de hacer una crítica social a cosas que le
parecían injustas En este caso, critica la crueldad de la guerra y a su vez, se debate entre su patriotismo, sus
ideas afrancesadas y el odio a la guerra.
, 2. La balsa de la medusa - Géricault
La obra se trata de un lienzo del autor Théodore Géricault,
titulado “La balsa de la medusa”. Se trata de un óleo, de
temática de crítica social perteneciente al estilo del
romanticismo. Está datado de 1819 (siglo XIX)
El Romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que
nació en Europa a caballo entre el siglo XVIII y el XIX. Se
produce como reacción ante la frialdad de lo objetivo, del
racionalismo y del clasicismo. Durante estas convulsas
décadas se hunde el orden del Antiguo Régimen en lo social,
político, religioso y cultural, para dar lugar a la Historia
Contemporánea. Algunos de estos acontecimientos son la
Revolución Francesa de 1789 y las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848, el nacimiento del nacionalismo y
la aparición del movimiento obrero. Durante estas revoluciones se va a desarrollar y poner en práctica conceptos
como nación, democracia representativa, colonialismo, economía industrial y socialismo utópico. Estos cambios
fueron bruscos y llevaron unidos la desorientación de muchas capas de la sociedad creando la base del
nacionalismo, el tradicionalismo y el movimiento obrero, entre otros.
El romanticismo como estilo artístico consta de algunas características principales que lo definen, centrándose en
la importancia de lo diferente frente a lo común. Se da un gusto por lo tenebroso y misterioso, los artistas se
adentran en el mundo de los sueños y las pesadillas. Se recuperan elementos góticos y se representa una
naturaleza poderosa y desbordante, denominada “sublime” que hace sentir pequeños a los humanos. En el
romanticismo tienen mucha influencia los elementos exóticos, o de otras culturas; es por eso que se introducen
muchos elementos del arte japonés o árabe. Destacan autores franceses como Délacroix, alemanes como Friedrich
y españoles como Leonardo Alenza.
El autor, Théodore Géricault pertenece a la escuela romántica francesa. Nacido en 1791 en el seno de una familia
acomodada, el pintor rápidamente rechaza el estilo neoclásico y comienza a crear obras más dramáticas y con
gran fuerza expresiva, a menudo con temas de crítica social. En cuanto a la obra que estamos comentando, es una
denuncia de un evento real; el naufragio del barco Méduse. Géricault se informó mucho para producirla, y se
entrevistó con los supervivientes del barco, con el objetivo de lanzar un mensaje de denuncia, que impactó mucho
en los Salones de París.
La escena capta el instante en el que un grupo de náufragos avistan una vela en el horizonte, la fragata que no los
recogerá. En la parte inferior de la balsa se encuentran los muertos y a un par de personas que los están sujetando.
En la parte superior de la balsa están los supervivientes, que están agitando los brazos para intentar ser vistos. El
mar revuelto, el cielo nublado, el viento sopla hacia la izquierda, la única luz que ilumina la pintura proviene del
extremo superior izquierdo del cuadro, y nos deja ver la atmósfera de sufrimiento de los ocupantes de la balsa. En
el cuadro se pueden apreciar entre 17 y 21 tripulantes entre los que hay muertos, desnudos y desperdigados sobre
la pequeña balsa desecha por el oleaje.
La técnica usada por el pintor es óleo sobre lienzo, con unas dimensiones de casi cinco metros de alto y más de
siete metros de ancho; estas grandes dimensiones son frecuentes en obras de carácter histórico. El tipo de
, pincelada del que hace uso el autor, se caracteriza por ser suelta y tener unos contornos imprecisos. Se trata de
una textura lisa. En cuanto a la línea, existe una importancia del color sobre el dibujo. Las figuras están hechas a
partir de manchas de color, en general, aunque algunas figuras tienen algunas partes en las que utiliza una línea
más definida.
En la pintura, el volumen se consigue gracias a las sombras que el pintor pone en los personajes. La luz es de tipo
natural, ya que los personajes se encuentran en el mar, y por lo tanto es ambiental. En general, el cuadro es
luminoso con numerosas sombras, consecuencia del atardecer.
La gama de colores es muy reducida, va del beis al negro pasando por los tonos pardos claros y oscuros.
Consiguiendo un ambiente de tonos cálidos produciendo una impresión dramática de angustia. El color
dominante es el beis oscuro y tenue. Al haber graduaciones tonales produce una sensación de volumen. Juega con
los tonos para crear claroscuros.
En la obra no existe punto de fuga, nos encontramos ante una perspectiva extraña, que tiene a dos triángulos
formando la escena.
En cuanto a la composición, estamos ante una distribución de las figuras compleja y asimétrica, donde
predominan las líneas rectas e inclinadas. La escena se construye sobre el eje de una gran diagonal que nos
llevaría desde el cuerpo muerto y extendido de la izquierda hasta el momento decisivo del hombre que, alzado por
sus compañeros, ondea la camisa con la esperanza de ser aún rescatados. Frente a ella, y en sentido contrario, se
cruza una segunda diagonal desde el cuerpo de la esquina derecha que culmina en la improvisada vela hinchada,
lo que se llama una composición en aspa. Es una composición dinámica, existe movimiento, en la emoción de los
rostros, en los gestos de los supervivientes y además en el mar tempestuoso, muy agitado, con unas olas muy
grandes, para dar más movimiento a la escena. La vela imita la forma de la gran ola del fondo.
El cuadro muestra la pérdida de la fragata Medusa, enviada a Senegal por el gobierno francés, en 1816. Al
producirse el naufragio, el capitán y los oficiales hicieron uso de las barcas salvavidas y abandonaron a su suerte a
la marinería, a la que consideraban socialmente inferior; un grupo de 149 personas improvisó una balsa y recuperó
de las aguas algunos barriles de vino, y se vieron obligados para subsistir a prácticas de canibalismo (el hacha
ensangrentada, en la parte inferior derecha de la balsa, es la única referencia al canibalismo descrito por los
supervivientes). En mitad del mar, un barco de la marina francesa avistó a los náufragos pero no los recogió. Sólo
15 individuos sobrevivieron, cuando la balsa fue encontrada por la fragata Argus, semanas después. Otros cinco
murieron al llegar a tierra.
La obra tiene una función política y es un manifiesto del nacionalismo. La intención del autor al pintar este
cuadro es proclamar su rechazo a la pintura histórica, retratando por primera vez un hecho de actualidad.
También elige el tema del naufragio para expresar la angustia del destino. Para su realización, el pintor se
entrevistó con algunos de los supervivientes, que posaron para el cuadro.
Fue censurada por el gobierno, que impidió que se conociera en la prensa y tras dos años en que se prohibió que
lo expusiera al público, finalmente se ofreció al Salón Oficial y causó un tremendo escándalo social.
Durante meses los periódicos franceses no hablaron de otra cosa que del naufragio, sus causas y sus
circunstancias. El gobierno intentó encubrir los hechos, la prensa de la oposición lo desveló. Este cuadro
convierte a su creador en el iniciador del Romanticismo, siendo también la figura principal del Romanticismo
francés.
