La literatura en Educación Infantil
Según Colomer y Durán la literatura para las primeras edades puede agruparse en:
• Literatura de tradición oral (en otro epígrafe).
• Libros infantiles (no son todas literarias como tal, en cuanto al concepto que tenemos como
literatura).
o Libros de imágenes: pliegos de cartoné de imágenes normalmente perfiladas sobre fondo
neutro sin ninguna o poca conexión entre sí, destinadas a que el niño aprenda a
identificarlas por su nombre con ayuda de un adulto. Primer encuentro del niño con la
literatura. Es un libro juego. El niño está inmerso con la lengua y aprende palabras y sonidos.
o Abecedarios y silabarios: agrupaciones de objetos que concuerdan con cada una de las
letras del abecedario. Tienen una larga tradición histórica como material escolar y se
complementan con cartillas y silabarios. Las de números se llaman "numerarios". Animalario:
desarrollo del pensamiento abstracto.
o Poemarios y cancioneros: recopilaciones de rimas, canciones y estrofas.
o Cuentos: relatos de autores contemporáneos o clásicos, caracterizados por su texto breve,
a menudo jocoso o enternecedor, con animales como protagonistas mayoritarios con
profusión de ilustraciones. Libros ilustrados.
o Adaptaciones de cuentos tradicionales: modalidad específica del apartado anterior, solo
que su argumento se entresaca y resume de un relato tradicional oral. Se puede tener en
formato álbum ilustrado. Ej.: el príncipe feliz.
o Adaptaciones no tradicionales: modalidad derivada de las dos anteriores, en las que su
argumento y protagonistas provienen del cine de dibujos animados o de las series televisivas
o Álbumes ilustrados: libros de gran formato y bella presentación donde se unen armoniosa y
polifónicamente la narración visual y la textual, en general con predominio de la primera.
o Libros mudos: cuentos visuales en los que la ilustración carga con todo el peso narrativo.
, o Pop up o libros juego: construcciones de papel, con poco o ningún texto, donde el libro se
convierte en un juego en el que las más diversas astucias de montaje (pliegos, troquelados,
pestañas, relieves) permiten un manejo lúdico del objeto narrativo.
o Libros de conocimientos: libros no basados en la ficción, en los que se pretende que el niño
alcance un conocimiento objetivo de la realidad. Su temática es diversa (arte, ciencias,
técnicas diversas). Se pueden hacer preguntas para describir las imágenes.
o Cuadernos de actividades: entretenimientos para momentos de ocio, como muñecas para
recortar, construcciones plegables o cuadernos para colorear, asequibles en quioscos.
Algunos forman parte del material escolar. No es literatura como tal.
o Gadgets promocionales: derivados de los anteriores, forman parte de las promociones de
marketing.
o Publicaciones periódicas: revistas cuyo contenido ofrece modalidades de todos tipos
presentados hasta ahora, con especial predominancia del comic, aunque hay también
cuentos, recortables, documentables. Ej.: Cuatrogatos, Click...
• Ficción audiovisual: forman parte de este apartado las cintas, CD, discos de cuentos,
materiales que provienen de programaciones televisivas, los dibujos animados, los
cortometrajes, los largometrajes –de dibujos o no–.
Durante la etapa infantil, como hemos visto más arriba, los contactos con la literatura son
numerosos. Nos centraremos en tres géneros que nos parecen fundamentales para el desarrollo
de la competencia literaria en las primeras etapas: el primero de ellos, el álbum ilustrado o libro-
álbum, es una de las propuestas innovadoras que se ha venido consolidando en el siglo XXI; los
otros dos forman parte de la literatura popular de tradición infantil: el cuento y la lírica.
1. Álbum ilustrado.
2. El cuento.
3. La lírica popular de tradición infantil.
Además, el teatro y la dramatización o algunas propuestas de cómic para niños serán
alternativas válidas para su aproximación a la literatura. No debe confundirse la literatura infantil
con los libros-juego, los libros informativos –de conceptos y de conocimiento– que el niño
conocerá a lo largo de su etapa escolar. Responden a otros objetivos y pueden emplearse para
estimular habilidades no relacionadas directamente con la lectura y con la educación literaria.
Para Colomer y Durán (2000: 214) tres son las razones por las que la literatura dirigida a los niños
cumple una función educativa necesaria:
1. Cultura. Ofrece a las nuevas generaciones las imágenes, símbolos y mitos que los humanos
han creado para entender y hablar sobre el mundo, y que pueden compartir con personas
de su propia cultura. Así es como los niños normalizan en su saber conceptos que por una
parte ya no aparecen (príncipe = origen medieval). Es necesario el cuento tradicional para
desarrollar el intertexto lector.
2. Relación entre géneros. Desarrolla el aprendizaje de las formas narrativas, poéticas,
dramáticas, icónicas que vehiculan la representación de la realidad.
, 3. Mezcla de realidad de la ficción, lo verosímil de lo inverosímil. Enseña que la ficción crea
un espacio situado entre el mundo interior y la realidad exterior donde se pueden negociar
y ensayar sentimientos, emociones e ideas, de forma que la literatura se convierte en
instrumento de socialización.
El papel de la mujer en la LIJ
Hay una pervivencia de estereotipos de género (conjunto de comportamientos, funciones,
actitudes, valores y los atributos simbólicos, sociales, políticos, económicos, jurídicos y culturales
asignados a las personas de acuerdo con su sexo, en cada cultura y momento histórico).
• Estereotipos asignados a la mujer: sumisión, pasividad, debilidad, irracionalidad, miedo,
dedicación a la maternidad, tareas del hogar, infantil.
• Estereotipos asignados al hombre: fortaleza, dinamismo, independencia, racionalidad,
autoridad, valentía, protección.
Se busca romper los estereotipos por ambas partes, no solo por la parte de la mujer.
Todos los libros se interpretan desde nuestra realidad social, y por eso se rechazan muchos cuentos
tradicionales a primera vista.
Género epiceno: Que se aplica a los sustantivos que denotan indistintamente animales o personas
de sexo masculino o femenino; el sexo se distingue añadiendo algún especificador al sustantivo
(en los animales, las palabras ‘macho’ o ‘hembra’).
La literatura infantil, como elemento culturizador de primer orden, no queda exenta de
responsabilidad a la hora de transmitir valores a los niños y niñas y propiciar una determinada visión
del mundo que les rodea. Es por ello por lo que, como señalan Teresa Colomer e Isabel Olid (2009),
desde la década de los setenta, la crítica feminista comenzó a analizar concienzudamente la
producción literaria infantil, llegando a la conclusión de que la literatura tradicional, en especial
los cuentos folclóricos, pero también producciones literarias modernas, han reforzado la idea de
que los hombres son dominadores y las mujeres pasivas. Es por ello por lo que algunos sectores del
feminismo, a mediados de los 70, mostraron las diferentes maneras de opresión de la mujer y cómo
estas conseguían liberarse, por ejemplo, la colección italiana de cuentos infantiles de Adela Turín
y Nella Bosnia, Della parte delle Bambine, traducida en España como A favor de las niñas (Bruña
Bragado, 2017:78).
Dieron la vuelta a los roles del folklore mediante:
• Cariz positivo a las brujas
• Príncipes soñadores
• Princesas que no se querían casar.
La nueva producción se esforzó por:
• Ampliar los valores de cada género.
• Defender el derecho a la diferencia