El termino vitalismo puede designar a cualquier doctrina que considere la vida como la realidad radical, la
vida puede ser entendida de formas diversas: espiritualista, biológica, metafisica-cosmica, etc. Nietzsche se
inspirará en Schopenhauer en sus primeros escritos y luego lo atacará. Para él la vida es destrucción, dolor,
error, la irracionalidad misma, y solo queda el camino de la renuncia a la vida, pero para Nietzsche hay otro
camino, aceptar la vida tal cual es, esta actitud lleva a la superación del hombre. Toda la filosofía de
Nietzsche es una crítica a la filosofía tradicional que opera en contra de la vida (filosofía del martillo). Su
filosofía es representada por Dionisio/Zaratustra, que desde su situación privilegiada desvela la trampa de
los filósofos tradicionales. La trampa es letal, pues el propósito de estos filósofos es falsificar la realidad y
convertir la inocencia en culpabilidad. Según Nietzsche la filosofía de Platón-Sócrates se basa en una serie
de errores. Los sentidos presentan una realidad cambiante, mientras que la razón capta el concepto y lo
declara como verdadera realidad, y perteneciente al mundo inteligible, mundo de las ideas simples,
permanentes. Se declara mejor el mundo inteligible por ser más verdadero. Desde la certeza de que lo
mejor no puede venir de lo peor, se declara original el mundo inteligible y generador el mundo sensible.
Nietzsche especula sobre las razones de tanto sinsentido y no encuentra otra que el resentimiento y el
afán de venganza de quienes no pueden hacerse cargo de la vida como es. Este juicio negativo que la
moral antinatural hace de la vida es paradójico se fundamenta en Dios. El primer objetivo es demostrar la
voluntad libre del ser humano, los moralistas nos declaran libres para pecar. Si el hombre ha de ser
responsable de sus actos para ser declarado culpable, entonces ha de ser libre, este es según Nietzsche el
motivo por el cual el cristianismo declara libre al hombre, para poder declararlo culpable. Frente a esta
metafísica propone otra que ha de pasar por la transmutación de valores. Hay que desmontar la ficción,
solo así será posible la venida del nuevo hombre, del superhombre. El superhombre no es el resultado de
una evolución biológica. En la metáfora de las transformaciones Nietzsche presenta el superhombre como
resultado de tres transformaciones. La vida es voluntad de poder. La voluntad de poder no es una fuerza
que quiere el poder, es el poder quien quiere. Desde la voluntad de poder se supera el nihilismo, porque se
ha descubierto la pluralidad de sentidos que tiene el ser y se ha entendido que el ser es devenir.
Necesitamos la metáfora para captar múltiples perspectivas, la metáfora se mantiene abierta al mundo. La
cuestión de la verdad también encuentra otra solución en la filosofía de Nietzsche. El superhombre es
capaz de decir si a la vida, radicalmente. Frente a la verdad terrible del eterno retorno es donde el hombre
mide su fuerza.
NOCION 1. EL ARTE TRAGICO Y LO DIONISÍACO
El arte trágico es el lugar de la verdad y la mejor forma de acercarse al ser del hombre y del mundo. El
nacimiento y el desarrollo del arte está ligado a dos principios contrapuestos: lo apolíneo y lo dionisiaco. El
primero representa lo clásico: la proporción, el equilibrio, la serenidad, que se manifiestan en las artes
plásticas. El segundo representa la embriaguez, lo nocturno, lo pasional, que se expresa en la poesía y en la
música. Toda obra de arte se concibe como el resultado de la unión de estos principios, pero donde más
aparecen es en la tragedia. El hombre trágico es el que acepta la vida asumiendo lo que hay de terrible y
doloroso, asumiendo la muerte, sabiendo que no hay victoria final de la vida, ni de la muerte, sino la
permanencia de una y otra.
NOCION 2. SENTIDOS Y CUERPOS
A lo largo de la historia de la filosofía los sentidos y el cuerpo se han considerado como elementos
negativos. La sensibilidad es una fuente de error ya que no se puede captar el mundo verdadero, esta idea
la propuso Platón y el cristianismo la difundió añadiendo la ética, de este modo aceptar lo que los sentidos
nos ofrecen es inmoral. Sin embargo, Nietzsche rechaza estos planteamientos y afirma que existe una
única realidad que es la sensible, cambiante y vital, que se capta a través de los sentidos. Para el autor,
esos conceptos son tumbas, en ellas ya no quedan más que los restos de lo que una vez fue real, ya que la
realidad es cambiante.