LECCIÓN 6. LA BIOSFERA
1. Nociones fundamentales
En esta lección vamos a centrarnos en la Biosfera, la esfera de la vida, el ámbito
orgánico y vivo del medio natural. Esta esfera interacciona con la Hidrosfera, la
Atmósfera y la Litosfera, que analizamos en las lecciones anteriores. Del estudio de su
distribución espacial se ocupa la Biogeografía.
Dentro de la Biosfera se incluyen la vegetación, la fauna y los suelos, que son
interdependientes entre sí. Hay seres autótrofos o productores, capaces de alimentarse
por sí mismos, transformando lo inorgánico o mineral en orgánico, mediante el proceso
de la fotosíntesis (las plantas verdes); y seres heterótrofos o consumidores, que
necesitan alimentarse de otros para sobrevivir. Pero todos los seres de la Biosfera
dependen del medio natural inorgánico. Se hace preciso distinguir en cualquier lugar de
la Biosfera:
* el biotopo, una porción de Litosfera, Hidrosfera y Atmósfera, adecuado
en sus condiciones para la vida de una o más especies; es la parte inanimada, no orgánica.
* la biocenosis, una porción de Biosfera subdividida en fitocenosis
(vegetación), zoocenosis (fauna) y edafocenosis (suelos), que viven integrados; la
biocenosis será la parte viva.
En el globo hay variedad espacial de biotopos (ya lo hemos visto en lecciones
anteriores) y, por lo tanto, de biocenosis. Las conexiones que se establecen entre las
biocenosis y sus biotopos, mediante flujos de materia y energía y vínculos o lazos
diversos, constituyen un ecosistema. Todos los elementos que integran un ecosistema se
sostienen mutuamente: los componentes individuales de la biocenosis o del biotopo,
dentro de un ecosistema, dependen en su evolución del comportamiento de los demás.
Por ejemplo, en un ecosistema forestal (un bosque) el desarrollo de los árboles y demás
seres vivos es estrechamente interdependiente de unas determinadas condiciones de la
Hidrosfera, de la Atmósfera y de la Litosfera en ese lugar; si cambia alguna de ellas (por
ejemplo, una disminución de las precipitaciones anuales) se generarán reacciones en
cadena en los demás elementos que buscarán la adaptación a un nuevo equilibrio en el
ecosistema: la disminución de las precipitaciones puede comprometer el desarrollo de
ciertos vegetales, lo que limitará la presencia de animales que se alimenten de ellos; la
pérdida de densidad del tapiz vegetal, hará que éste deje de proteger con eficacia el suelo,
aumentará la erosión, se modificarán los caudales de los ríos y las condiciones de arranque
y transporte en sus cauces, etc. Evidentemente, aquí surge de nuevo el papel de la acción
antrópica, modeladora y transformadora durante milenios, en etapas de creciente
intensidad y complejidad, hasta hacer desaparecer el propio medio “natural” de
prácticamente toda la superficie terrestre, de modo que lo que hoy encontramos ante
nuestros ojos en el globo son paisajes (como expresión física y visual de los medios) con
un diferente grado de antropización.
, 2. La vegetación y el medio
Para analizar la vegetación acudimos al concepto de formación vegetal o tipo de
vegetación, concepto que hace referencia al agregado de plantas que configura el paisaje
vegetal de una zona. Es, por lo tanto, un planteamiento fisonómico. Desde este punto de
vista hablaremos de formaciones vegetales bajas, cuando lo que apreciamos son
pequeñas plantas, arbustos o hierbas; y de formaciones forestales o de bosque, para
aquellos agregados de plantas de gran porte, árboles. Un árbol es un vegetal con porte
elevado y tronco desarrollado y lignificado (es decir, leñoso, de madera). Un arbusto es
un vegetal con una ramificación leñosa que arranca próxima al suelo, de manera que el
tronco, en general, está poco desarrollado. Una planta herbácea es un vegetal que carece
de tallos lignificados.
Dentro de estos dos tipos hay una enorme variedad, en función de la variedad de
biotopos y biocenosis que se desarrollan en el globo: no es igual una formación forestal
en la zona templada que en la zona ecuatorial, por ejemplo. Varía, por tanto, la
composición florística. La flora es el conjunto de plantas de una región, analizadas desde
el punto de vista botánico. Una división esencial es la que separa las plantas con hojas de
corta vida, caducifolias o deciduas, de las que mantienen las hojas durante varios años,
perennifolias o sempevirentes.
El desarrollo y el aspecto de la vegetación está relacionado con las características
del ambiente, del biotopo. La distribución de las formaciones vegetales está directamente
ligada a las características climáticas. Los elementos climáticos de una región son el
medio ecológico al que han de adaptarse las especies, por lo que habrá un gran
paralelismo de la distribución de las formaciones vegetales con la distribución de las
zonas climáticas en el globo. Las funciones biológicas de las plantas dependen de la
temperatura ambiente, porque la planta no posee temperatura propia. Cada planta tiene
un óptimo de temperatura, con límites máximos y mínimos; cada planta tiene también
exigencias de agua para vivir y estas exigencias varían según las especies. Podemos
distinguir entre:
* plantas xerófilas, aquellas que se adaptan y son resistentes a la
sequedad, desarrollando estrategias como poca altura, largas raíces leñosas, hojas poco
desarrolladas y duras (el grado máximo de xerofilia lo tenemos en el cactus).