TEMA 2. VIRREINATO
Las repúblicas harán guerras de fronteras hacia el interior como hacia la Olla amazónica,
las selvas de Paraguay, las pampas hacia el sur…La conquista no finalizará ya que quedarán
muchas zonas sin conquistar pero se da por concluida en la segunda mitad del siglo XVI, cuando
esta Chile y Perú conquistados y comienza el periodo del Virreinato.
Tendencias son aspectos de un movimiento, una corriente afecta generalmente a una
expresión artística. Es momento si se expande por demás expresiones, y época si se extiende en
el tiempo. El Renacimiento es una época porque afecta a muchas ramas de la cultura.
La teoría política era que las provincias formaban parte del imperio, que todos eran
siervos del rey, con sus derechos y obligaciones. Adquieren una gran autoría dichos virreinatos,
tenían su propia hacienda, sus propias leyes… tenían una autonomía como eran las cortes, se
renovaban los reyes cada 4 u 8 años. Sin embargo, las castas gobernaban el orden social en la
práctica, los CRIOLLOS sentirán el agravio peninsular y se quejaran de ello. Un cuadro de castas
eran pinturas que abundaron hasta la primera mitad del siglo XII, que representaban las razas y
sus combinaciones con nombres, pero cada vez se hace más complicado porque muchas exigían
individualización.
El BARROCO en Indias se toma como el arte de la contrarreforma, pero no solo
representa sus valores. Aspiraba a la belleza, con curiosidad por lo desmesurado y discordante,
con un tono de desengaño. Se ha dividido en dos expresiones sobre todo en la literatura:
culteranismo, representado por Góngora y conceptismo, representado por Quevedo. Es la
confrontación entre forma y contenido. El culteranismo es recargado y exagerado con una
saturación formalista, y el conceptismo es la expresión de contenidos rebajando la complejidad.
En América triunfa el culteranismo extremo, más exagerado, barroquizante, formalista y además
se lleva a un punto hiperbólico y se exagera a su vez.
Este Barroco de Indias como fruto singular debía responder del barroco metropolitano, es
decir, el arte que expresa la cultura de la contrarreforma católica, es un tópico acertadísimo, tenía
asociados unos valores y una estética propia, la preferente audacia del barroco.
José Antonio Maravall da estas características, que implican las dos orillas:
• Dirigida, frente a la espontaneidad de la independencia de las normas, es una cultura
encargada por un poder político, religioso, mobiliario o económico, es una cultura vertical.
• Masiva, destinada a un público muy extenso, a todo el pueblo. La masa popular, asistía a
la cultura barroca, no necesita entender la literatura barroca para disfrutarlo, asiste a
certámenes, juegos florales, justas poéticas, también espectáculos litúrgicos, villancicos…
• Urbana. Empieza a parecer la opinión pública, potencialmente peligrosa, pero más
fácilmente controlable dado que se concentraba en las ciudades.
• Conservadora. Esta puede resultar contradictoria con las novedades que trae a priori sería
elitista, pero produce fascinación en la masa que siente que ese arte está más allá de su
compresión, o sea, se admira lo que no se comprende. El contenido induce sumisión. La
Corona demostraba estar por encima, pero también escondido en ese ‘hiperformalismo’
se ocultaban mensajes en contra la Corona, ese absolutismo, lo acentúa en lo importante
y lo relaja en lo estético.
Hispanoamérica suponía entonces un riesgo por la lejanía y el número de cabezas. Así
que la Corona supervisaba la cultura estrechamente, y a cambio de una relajación de estructuras
secundarias, vigilaban la subordinación al imperio y la ortodoxia en el dogma y la doctrina.
Los virreinatos funcionan independientemente hasta la llegada del Borbón. En el siglo XVII
los grandes virreinatos, Nueva España se constituye al norte, hasta el ecuador y Perú hasta el
ecuador hacia el sur, gozaban de gran potencia económica, incluso había nobleza criolla. Era
común mover a los gobernantes para desnaturalizar, que desarraigara y que la sensación de
cultura no se crease.
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, INCA GARCILASO DE LA VEGA.
Inca nace en Cuzco en 1529 y muere en Córdoba, Argentina, en 1619, ordenado fraile sin
haber regresado a Perú. Es noble por sus cuatro abuelos. Su nombre real era Gómez Suárez de
Figueroa. El padre del Inca era el capitán español Garcilaso de la Vega, un extremeño que
protagonizó la conquista peruana y entre cuyos antepasados se contaban los poetas Jorge
Manrique y Garcilaso de la Vega. La madre era Isabel Chimpu-Ocllo, princesa nieta del Inca
Túpac Yupanqui.
Se cría con la familia materna hasta los doce años, su familia materna esta en extinción, la
memoria familiar que va a testificar este niño es una memoria oral, es una derrota, la escritura le
va a servir paz perpetuar esa extinción del mundo inca y su familia materna, el nunca va a
lamentar el mundo Inca, porque el es hijo de la conquista, no hay una nostalgia inca categórica.
Cuando tiene trece años, su padre se casa con una española y reclama su hijo. Si un español se
casaba con una india, sus hijos no heredaban, si no que su hacienda se la quedaba la Corona,
por lo que era habitual casarse con una española para que la herencia pasase de padres a hijos.
Con veinte años, el padre le deja en testamento unas rentas para que su hijo pase a estudiar en la
Península.
Inca se dedica primero a la carrera de armas, hace campañas al Norte de África e
intentará recuperar de la corona un estatus que considera natural, propio por su origen y por sus
méritos. Realizará una constante labor de reclamación a la Corona mediante sus nombres, para
obtener rentas y mercedes.
Es España realiza un sobre-esfuerzo, ya que debido a su condición de mestizo
está obligado a demostrar constantemente su valía, y debe apartar de sí los prejuicios. Es un
humanista culto, que pretende entrar en el perímetro de la AUTORITAS, reivindicando su
experiencia como indígena sin rechazas la AUTORITAS nominal. También quiere demostrar que
tiene instrucción, méritos y conocimiento que tendría cualquier humanista de la época, por eso
mejora la traducción del Padre Blas Valera. Con la traducción de los Diálogos de Amor de León
Hebreo, que eran los textos donde ese codificaba el amor cortés del humanismo europeo, quiere
demostrase como naturalizado en la en la alta cultura Renacentista.
En su obra escrita intentará escribir una ortodoxia canónica, por méritos de letras forma
parte del canon escrito que intentará cumplir por los preceptos del humanismo renacentista, con
una singularidad que concede un crédito de Autoritas mayor, que se esperaba a testigos de
vistas, a testimonios indirectos, intenta preservar elementos que no formaban parte de ese canon
pero que intenta hilarlos.
Dignifica también la civilización Inca mostrando ejemplos de la poesía quechua, los
haravís, yaravíes, traduciéndolos al latín y al castellano y equiparándolos gráficamente. Quiere
dignificar tanto la Conquista como el pasado amerindio, y explicar las guerras civiles incas,
ocurridas entre 1529 y 1532 causadas por la muerte de Haya Cápac. Sustituido por Huáscar y
derrotado por Atahualpa que será retenido por españoles. Con esto pretende justificarse a sí
mismo como mestizo de la sociedad imperial.
La Florida del Inca, es de 1605. No es que haya estado ahí, si no que en corte de Madrid
conoce a varios testigos de vista de la expedición fallida de Hernando Soto en la península de la
Florida en 1538. Así se inserta como historiador. El estilo recoge técnicas narrativas de su tiempo:
detalles descriptivos, gusto por lo fabuloso, retratos morales y psicológicos, atmósfera de
tensión, poetización e idealización de la realidad, etc. Es la narración de la expedición de
conquista a la Florida, al golfo de México que a España le costó mucho conquistar, la de Hernán
de Soto es la que narra en este libro, concediéndole fe y autoridad al relato oral de los veteranos
en 1538 de Gonzalo Silvestre, que el conoce en la Corte, que se convierte en casi testimonio
único, antes había publicado y traducido en verso.
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