Tema 3:
El viaje en las sociedades tradicionales.
La Edad Media y la Edad Moderna
1. Cronología
● Antigüedad (3500 A.C- 476 D.C): Esta etapa se extiende hasta la caída del
Imperio Romano. El territorio que este poseía fue ocupado por el Imperio
Bizantino, la cristiandad latina y el islam.
● Alta Edad Media (s. V – s. X): La expansión del islam (a la península ibérica
también) produjo el retroceso del Imperio Bizantino.
● Baja Edad Media (s. X – s. XV): Esta etapa finaliza con la desaparición del imperio
bizantino. Coincide también con el descubrimiento de América.
● Edad Moderna (s. XVI – s. XVIII): Comienza con la Prise de la Bastille y finaliza
con la Revolución industrial. A partir del S.XV los territorios que ocupaba el
imperio bizantino son ocupados por los turcos en un nuevo avance islámico. La
unidad cultural de Europa Occidental se siguió manteniendo a pesar de esta
división de territorios gracias a la comunicación y los viajes (que no estaban
relacionados con el ocio).
La agricultura y la ganadería constituyeron las actividades primordiales en aquella época,
sobretodo para las clases bajas que, además, tenían que aguantar pésimas condiciones y
trabajaban tierras que pertenecían a las clases altas (nobleza y clero). A cambio, estas
clases altas les ofrecían protección en sus terrenos. A lo largo del tiempo, cambiaron
muchos aspectos, pero los rasgos estructurales de la sociedad se mantuvieron, en parte
por los asentamientos agrarios dominados por los nobles.
● Edad Contemporánea (1784 - Actualidad)
2. T ipos de viajes
No solían realizarse viajes de placer durante la edad media, debido al sistema feudal
presente en la sociedad. En aquella época los contratos de la gente que trabajaba la tierra
les ataban a ella y les impedía viajar. Es por ello por lo que en aquella época los viajes se
reducían a:
● Viajes de índole familiar: bodas bautizos y entierros.
● Viajes religiosos: peregrinaciones a larga distancia o viajes relacionados con
festividades locales o regionales.
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, ● Viajes de negocios: llevados a cabo por mercaderes de mayor o menor rango. En
muchas ocasiones también eran organizados por grupos separados, etnias
específicas o confesiones religiosas marginadas (judíos, armenios o maragatos).
● Viajes de élite: solían realizarse por motivos político-administrativos (como las
cortes de los reyes) o educativos (estudiantes y profesores viajando por las
universidades).
● Ferias: eran consideradas como eventos sociales de gran importancia concedidas
como un privilegio por las autoridades del reino. Solían coincidir con actividades
religiosas y de ocio, aprovechando también para producir comerciar con distintos
bienes. En gran parte eran consideradas como privilegio porque generaban una
gran importancia económica (creación de posadas, hostelerías, prostíbulos…).
3. Nuevos tipos de viajeros
Además de la aparición de los distintos tipos de viajes, también aparecieron nuevos tipos
de viajeros:
● Vagabundo: personas ambulantes que vagaban por el mundo (mendigos,
músicos ambulantes, mimos…)
● Maestros canteros: se dedicaban a trabajar la piedra, viajando por diversos
lugares en busca de trabajo y construyendo generalmente edificios religiosos.
Junto con los monjes promulgaban las modas culturales.
● Estudiantes y profesores: buscaban fomentar la educación y la búsqueda de
formarse. Todo esto iba ligado a la aparición de las universidades y las escuelas.
4. Condiciones del viaje y Medios de Locomoción
4.1. Condiciones del viaje
Las condiciones del viaje en aquella época eran complicadas debido a la división del
espacio que anteriormente ocupaba el imperio romano. Es por esto por lo que, si el viaje
no tenía un objetivo específico, no se realizaba porque se veía como algo peligroso.
Solía realizarse acompañado, con la indumentaria de peregrino (bastón, sombrero de ala
ancha y un capote) y generalmente a pie. Se viajaba sobre todo por el día y en verano por
las condiciones de los caminos, sin embargo, en zonas como Rusia o Escandinavia se
viajaba mejor en invierno porque se iba sobre el hielo en trineos.
Un viaje por placer resultaba prácticamente inimaginable.
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,4.2. Medios de Transporte
Los medios de locomoción solían ser los mismos, la mayoría de la gente se desplazaba a
pie porque los animales de monta (caballos, mulas y asnos) eran demasiado caros para
las clases bajas y eran empleados sobre todo para la guerra y el transporte de cargas.
Los carros de viaje en los que se desplazaban la gente acomodada y la nobleza eran
pesados y lentos. Los transportes no comenzaron a ser más rápidos hasta la llegada del
ferrocarril y el automóvil.
Se produjo una revolución en los transportes que originó los viajes regulares de las
diligencias de correo a partir del siglo XV.
La navegación fue el medio de transporte que más varió en estos siglos con innovaciones
técnicas adaptadas a las características de los mares y las necesidades de navegación. Se
veía como algo peligroso porque muchos conocimientos se habían perdido, aunque
mejoró con el contacto con los árabes (que sí conservaron esos conocimientos). El
descubrimiento de américa y el encuentro entre el viejo y el nuevo mundo convirtió la
navegación en un sector tecnológicamente muy desarrollado.
5. Infraestructuras para el viaje
Hasta el final de la Alta Edad Media, no se crearon rutas importantes debido a la
despoblación de las ciudades. Sin embargo, en Alemania, el centro de Europa y España
los caminos seguían siendo lamentables, complicando la comunicación.
Las gentes se movían sobre todo a través de la red de los caminos medievales que iban
variando y además se comunicaban con lugares de descanso. Los puentes (se
construyeron algunos nuevos como el puente del diablo), las fronteras de entre ciudades,
condados o reinos, pasos de montaña, vados de ríos y entradas de villas requerían el
pago de un determinado impuesto para pasar por ellos, además de no ser permitido el
acceso a todos, por lo que los campesinos no podían viajar.
Hubo un periodo en el que aumentó la libertad personal y los caminos comenzaron a
llenarse de gente que viajaba por diversos motivos (sabios, estudiantes…). Sin embargo,
otra vez a partir del siglo XIV las guerras, las hambrunas y las epidemias hicieron que
viajar volviese a ser peligroso y se hiciese menos a menudo. En el siglo XV parece volver a
remontar la situación, pero las guerras (La guerra de Los Treinta Años, Las guerras de
Italia, las de Alemania…) junto con la desmembración del Imperio romano-germánico, hizo
que hasta el siglo XVIII no se construyeran caminos que unieran todo el centro de Europa.
A partir del renacimiento, en el siglo XV, los reyes contaban con segundas residencias
donde iban a pasar los veranos o donde se retiraban después de abdicar, siguiendo los
modelos de la antigüedad clásica, concretamente los de los romanos, que sí veraneaban.
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, Las aguas medicinales y los baños termales siguieron siendo visitados en estos años de
escaso turismo, aunque en escasos valores comparados con los que obtuvo en su época
de auge. Durante este periodo de escasez, fueron visitados sobre todo por parte de una
pequeña parte de la nobleza y viajeros acomodados como por ejemplo Michel de
Montaigne. Aún así, volverían a cobrar importancia a partir del siglo XVIII.
En Francia e Inglaterra las carreteras sí que fueron más elaboradas, destacando las
llamadas Turnpike Trust presentes en Inglaterra durante el siglo XVIII, pero sobre todo en
el XIX, eran asociaciones que creaban carreteras y puentes y cobraban peaje a todos los
que pasaban por allí.
En Francia. en 1464 Luis XI mandó construir las estaciones de posta para que los viajeros
descansaran y cambiaran los caballos, aunque en 1552 se escribió una Guide des
chemins de France en la que se hablaba aún de las malas condiciones de los caminos. Sin
embargo, en tiempos de Francisco I (1515-1552) los coches de correos comenzaron a
recorrer caminos que unían París con ciudades del centro del país, los cuales contaban
también con mesones, posadas, establos, estaciones de vigilancia…
6. Peregrinación a La Meca (Hajj o Hach)
El viaje a la meca es uno de los 5 preceptos del islam: oración (5 veces al día en dirección
a La Meca), limosna (pagar un 2% de sus ahorros a alguien de su entorno que lo
necesita), profesión de fe (no hay más dios que dios y Mahoma es su profeta) ayuno y
peregrinación a La Meca.
El Corán obliga a todos los musulmanes a viajar a la meca al menos una vez en la vida si
tienen salud y medios para hacerlo, además, tiene que realizarse durante el último mes
del calendario lunar. La primera surgió en el 629 con la peregrinación de Mahoma. Este
viaje conlleva una serie de ritos: no llevar ropa cosida ni calzado; dar 7 vueltas alrededor
de la Kaaba; besar la piedra negra (procedente del paraíso); hacer el recorrido entre Safa y
Marwa 7 veces; ir al monte Ararat (donde se encontraron Adán y Eva al salir del paraíso);
realizar una serie de oraciones.
Al principio existían 3 rutas de peregrinación, pero poco a poco esta religión fue
atrayendo a peregrinos de distintas partes del mundo. El problema principal era donde
cobijarse. De hecho, en algunas ocasiones debido a la complejidad del viaje, algunos
musulmanes ricos preferían pagar a alguien para que peregrinase en su lugar.
Las peregrinaciones a la meca inspiraron otros viajes, como por ejemplo los de aquellos
sabios que aprovechando la peregrinación pasaban mucho tiempo visitando tierras
lejanas generalmente por tierra siguiendo las rutas de las caravanas. Los libros de viajes
de estos sabios (Abu Hamid entre otros) sirvieron para transmitir conocimientos sobre
otras regiones del mundo lejanas como China, India…
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