Nietzsche
PROBLEMA DEL SER HUMANO
La filosofía occidental, hasta Nietzsche, había entendido al ser humano como un animal
racional tal y como la había definido Aristóteles. A la razón se le oponían los instintos y
pasiones, que debían ser controlados para una mejor realización del modelo ideal de ser
humano. Nietzsche, sin embargo, influido por Schopenhauer, considera que la razón humana
está al servicio de los instintos y que esa pretendida racionalidad no es tal. Más bien lo que nos
gobierna es el instinto, la voluntad de poder.
El ser humano es una manifestación de la vida y de la voluntad de poder. Su ideal ha de ser
llegar al “superhombre”. Nietzsche contrapone las figuras del hombre y del superhombre. El
hombre occidental es un ser miserable (ser a medio hacer entre la bestia y el superhombre),
es un animal defectuoso (está por hacer), es algo intermedio (puente tendido hacia el
superhombre) y tiene un sentido de superación (para que pueda llegar a ser superhombre tras
la muerte de Dios, tiene que superar la moral tradicional, decadente, alienante y llegar a la
nueva moral, a la que está de acuerdo con su naturaleza). El superhombre representa el amor
a la vida y la exaltación de los instintos dionisíacos. Es un ser superior, libre de valores,
autónomo, agresivo, legislador, de voluntad creadora y representa el fin de la humanidad.
llevará a cabo la transvaloración de los valores (inversión de los valores que niegan la vida) y lo
hará recuperando la inocencia primitiva, situándose “más allá del bien y del mal”, más allá, por
tanto, de la moral.
Para que a partir del hombre llegue el superhombre, son necesarias tres transformaciones del
espíritu: El camello, que se arrodilla para aceptar la pesada carga del “¡Tú debes!”, ante Dios y
la moral, obedeciendo a su amo sin quejarse; el león, que se niega a aceptar la carga de la
moral y los viejos valores racionales diciendo “¡Yo quiero!” y conquista de esta manera su
libertad, sin embargo no es todavía capaz de crear nuevos valores; y el niño; símbolo del sí a la
vida, capaz de crear valores, de situarse fuera de la moral, en la inocencia que le permite
recomenzar; es el superhombre que entiende la vida como creación y juego (“Inocencia es el
niño, y olvido, un nuevo comienzo, una rueda que se mueve por sí misma, un primer
movimiento, un santo decir sí”).
A partir de aquí es cuando el superhombre y una nueva humanidad libre y creadora,
caracterizada por su ansia de vivir, que no está sometida a ninguna moral, que vive la fidelidad
a la tierra, que ya no cree en Dios y busca la satisfacción de todos sus instintos.
Elimina toda hipótesis de una creación del mundo, este es eterno, no tiene principio ni fin
temporal. Sin embargo, el mundo es finito, luego llegará un momento en que todos los estados
de cosas posibles ya se habrán dado y volverán a repetirse y no una sola vez sino infinitas
veces. La doctrina del eterno retorno es únicamente una fórmula para expresar la afirmación
de la vida, pues implica que se la acepta como es, sin correcciones ni enmiendas, idéntica una
y otra vez, por toda la eternidad.
PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO
Critica la filosofía platónica. Platón instauró la metafísica al postular un mundo perfecto y
considerar el ser como algo fijo, estático e inmutable, que existe en un mundo distinto al
sensible, que es aparente y cambiante.
A partir de la filosofía socrática, la metafísica occidental ha sentido un horror a la vida, que la
ha conducido a filosofar a espaldas de ella, tanto que se hizo necesaria la creación de un