Tema 1 – BALANCE SIGLO 19
1.1. Liberalismo.
El Liberalismo tiene sus orígenes en la obra de pensadores de los siglos XVII y XVIII como John Locke, y los ilustrados
Montesquieu o Rousseau. En sus obras refutaron la legitimidad absoluta de los monarcas y defendieron al pueblo
como fuente de soberanía política o la separación de poderes.
La razón principal elemento articulador, burguesía clase social dominante, cuando hablamos de liberalismo se
entiende en aspecto económico, coincide con la rev. Industrial.
Separación de poderes, sufragio censitario, soberanía nacional, separación iglesia estado, libertad de expresión,
parlamentarista y constitucional.
a) Definición.
El liberalismo es una filosofía global, una forma de pensamiento político, social y económico, predominante en el
siglo XIX.
Se basa en la primacía de la Razón y la Naturaleza como articuladores de normas sociales. Parte de la idea de
libertad individual y representa los intereses de la burguesía.
Si en el Antiguo Régimen la burguesía se integraba en el Tercer Estado sin ningún tipo de privilegio, los procesos
revolucionarios que se iniciarán a finales del siglo XVIII con la Revolución Francesa la convertirán en la clase social
predominante. El liberalismo se basa en los siguientes principios:
Separación de poderes
Soberanía Nacional
Sufragio censitario
Separación Iglesia-Estado
Libertad de expresión
Parlamento y Constituciones
La diferencia con la Democracia está en que solo tienen derechos políticos los burgueses, es decir aquellos que
tienen poder económico y un cierto nivel educativo, el pueblo llano no cuenta.
b) Nacimiento.
Los dos procesos históricos que sientan las bases del liberalismo a finales del siglo XVIII son la Independencia de las
colonias norteamericanas y la Revolución Francesa. No entraremos a detallar aquí la narración de los hechos
históricos acontecidos sino a destacar aquellos textos o normativas que resultaron pioneros a la hora de definir los
principios liberales.
b.1. La Independencia Norteamericana (1775-1783) {El patriota – Mel Gibson}
En el caso de la Independencia de las 13 colonias que Inglaterra poseía en América del Norte destacamos tres
textos como fundamentales:
La Declaración de los Derechos de Virginia (12 de junio de 1776) donde se defendía que todos los hombres son
por naturaleza igualmente libres e independientes, así como poseen derechos inherentes tales como la vida y la
libertad, que el Gobierno debe ser establecido para el bien común y que todo el poder reside en el pueblo.
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (4 de julio de 1776)
reafirmaba las ideas anteriores, sosteniendo que “siempre que una forma de gobierno se haga destructora de estos
principios, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno y organizar sus poderes en
la forma que a su juicio sea la más adecuada para alcanzar la seguridad y la felicidad”.
La Constitución de los Estados Unidos de América (1787/1789). Adoptada en 1787, entrará en vigor en 1789,
establecía unas instituciones comunes: un presidente elegido directamente cada cuatro años; un poder legislativo,
dividido entre la Cámara de Representantes y el Senado, y el Tribunal Supremo. Fue elegido primer presidente de
los Estados Unidos, George Washington.
b.2. La Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico (1789-1815)
Considerada un modelo de revolución política, la Revolución Francesa supuso la conquista del poder por la
burguesía y el desplazamiento de la aristocracia. Napoleón, en su primera etapa durante el Consulado, supo
interpretar el sentido mayoritario del pueblo francés, manteniendo los cambios esenciales de la Revolución pero
, recuperando el orden público y la estabilidad social. Durante el Imperio pudo más el ansia de poder y la ambición
que le acercaron a los déspotas ilustrados del siglo XVIII.
A continuación señalamos aquellos textos u obras legislativas que supusieron el establecimiento de los principios
liberales frente al Antiguo Régimen:
La Declaración de los Derechos del Hombre y El Ciudadano (agosto 1789). Su artículo primero decía “Los
hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden basarse en la
utilidad común”. En el artículo segundo se señalaba que los derechos naturales del hombre eran la libertad, la
propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión y el artículo tercero afirmaba que el principio de toda
soberanía residía esencialmente en la nación.
La Constitución de 1791, la primera de las existentes en Europa, por la que Francia se convertía en una
Monarquía Constitucional. Establecía la división de poderes donde el poder del Rey estaría limitado por el poder
legislativo. El sufragio era censitario ya que limitaba el derecho de voto a los ciudadanos considerados “activos”
(mayores de 21 años y con un determinado nivel de renta).
Código Civil Napoleónico (1804). Además de potenciar la educación superior y la reorganización administrativa
del territorio francés, Napoleón promulgó un Código Civil que confirmó la abolición de los privilegios, respetó los
derechos adquiridos durante la Revolución, reforzó la familia y el derecho a la propiedad privada. También
promulgó el Código de Comercio y el Código Penal, que todavía hoy, son considerados modelos de jurisprudencia
internacional.
c) Desarrollo.
La derrota de Napoleón en la llanura belga de Waterloo por las potencias europeas supuso la vuelta a los principios
del Antiguo Régimen fijados en el Congreso de Viena, celebrado en 1815. Este periodo conocido con el nombre de
Restauración, se verá entorpecido por los procesos revolucionarios que en sucesivas oleadas acontecerán en
diversos territorios europeos y que pretenden acabar definitivamente con los privilegios aristocráticos del pasado y
asentar las sociedades liberales burguesas. Algunas revoluciones, incluso, avanzarán en la consecución de
derechos y reformas hacia formulaciones democráticas.
c.1. Revoluciones de 1820.
Se desarrollaron sobre todo en España, Portugal, los estados italianos de Nápoles y Piamonte,y en Grecia. En este
último caso la consecuencia del proceso revolucionario fue la independencia de Grecia, que era uno de los pueblos
integrantes del Imperio Turco, gracias a la ayuda de Rusia, Francia y Gran Bretaña. En los demás territorios todos
los conatos revolucionarios fueron sofocados por la fuerza tras el breve establecimiento de Constituciones
Liberales. En el Imperio Ruso al fallecer sin descendencia el zar Alejandro I se planteó un problema sucesorio entre
sus dos hermanos Nicolás y el más liberal Constantino. Ante el temor de guerra civil, Constantino rechazó el trono y
Nicolás al acceder a él, castigó duramente a los revolucionarios.
c.2. Revoluciones de 1830.
Representan el liberalismo en esencia, el que llamamos doctrinario e incorporan en algunos territorios el factor
nacionalista. En Francia supondrá el cambio de dinastía de los Borbones, que encarnaban el Antiguo Régimen, a los
Orleans. Bélgica conseguirá su independencia de Holanda y Polonia seguirá unida al Imperio Ruso ante la derrota
del movimiento independentista. El resultado global del paso de la oleada revolucionaria de 1830 en Europa fue
que el viejo continente quedó dividido en dos grupos: uno liberal formado por Gran Bretaña, Francia, Bélgica,
Portugal y España; y otro autoritario que, formado por Austria, Prusia y Rusia dominaría Europa central y oriental.
c.3. Revoluciones democráticas de 1848.
Estas revoluciones incorporan la denominada “cuestión social” es decir, reivindicaciones como el sufragio universal
o la soberanía popular lo que las hace acercarse a los principios democráticos. En Francia supusieron la caída de
Luis Felipe de Orleans y el establecimiento de la Segunda República (1848-1851), hasta acabar en el golpe de
Estado de un sobrino de Napoleón Luis Napoleón Bonaparte que instauraría el II Imperio (1852-1870). Detrás de todo
ello estaba una burguesía que, presionada por los movimientos obreros, temía que se produjera una revolución
social y no dudó en aliarse con la reacción. Las reivindicaciones nacionalistas en la Confederación Germánica y en
los Estados Italianos anunciaban las futuras unificaciones y arrancaban los primeros enfrentamientos con potencias
ocupantes, como el caso de Austria en la región de Lombardía-Venetto.
1.2. Nacionalismo.
La segunda gran ideología que se desarrolla en el siglo XIX es el Nacionalismo. Tanto la Independencia
Norteamericana como la Revolución Francesa sentaron también las bases del nacionalismo al considerar a la nación
como depositaria de la soberanía frente a legitimaciones dinásticas.
a) Definición. Escuelas.
La definición de nacionalismo ha sido muy problemática y cambiante a lo largo de los dos últimos siglos. Representa
una interpretación integral de las sociedades humanas y de su ordenamiento político. Se basa en el principio