2.1 Al-Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y
Califato de Córdoba.
Tras derrotar en la batalla de Guadalete (711) al rey visigodo Rodrigo, los musulmanes ocupan casi toda
la Península en sólo tres años: el empuje de los invasores (yihad), unido a inicial tolerancia religiosa, a la
inestabilidad del reino visigodo y a los pactos de algunos nobles godos con los invasores explican esta
rapidez. Comienza así el emirato dependiente de Damasco (hasta 756), siendo Al-Ándalus una provincia
más del Imperio Islámico. El derrocamiento de los Omeyas a manos de los Abásidas provoca la llegada a
la Península de Abd-Al-Rahman I y su proclamación como emir independiente; se inicia así el emirato
independiente de Córdoba (hasta 929), consolidado pese a ciertos problemas internos (sublevaciones de
bereberes y muladíes). Por último, la debilidad de los califas de Bagdad permite a Abd-Al-Rahman III
asumir el poder religioso de Al-Andalus, proclamando el Califato independiente de Córdoba (1031),
época de máximo esplendor político, económico y cultural
2.2 Al-Ándalus: reinos de Taifas. Reino Nazarí.
Tras la muerte de Almanzor en Calatañazor (1002) el Califato de Córdoba inicia un período de luchas por
el poder entre los diversos gobernadores y generales de las coras, que culmina en 1031 con su
disgregación en 27 reinos independientes (Taifas). Su debilidad permite a los reinos cristianos avanzar en
la reconquista, e incluso exigir el pago de tributos (parias). A finales del XI las taifas, incapaces de frenar
el avance cristiano (Alfonso VI de Castilla conquista Toledo), piden ayuda a los almorávides, guerreros
bereberes norteafricanos que lograron reunificar Al-Ándalus. Prácticamente expulsados hacia 1145,
surgen las segundas taifas; pronto llegan los almohades, frenados por los cristianos en las Navas de
Tolosa (1212), iniciando las terceras taifas, que irán siendo conquistadas, a excepción de la de Granada.
Este reino pagaba parias a Castilla y reconocía el vasallaje a sus reyes, lo que, junto a su situación
geográfica y a los problemas en Castilla dle permitió sobrevivir hasta su definitiva caída en 1492.
2.3 Al-Ándalus: economía, sociedad y cultura.
Economía fundamentalmente agrícola, pero mejoró sus rendimientos gracias a la intensificación del
regadío y a los nuevos cultivos (cítricos, arroz, algodón…), que unieron a la trilogía mediterránea.
Retrocedió la ganadería porcina y se desarrolló la ovina y la equina. Fueron famosos sus productos
artesanales (tejidos, cerámica…). El comercio interior e internacional destacó por su volumen y variedad
de productos, aprovechando los buenos caminos y puertos y una moneda fuerte (dinar de oro y dírhem de
plata). Las ciudades alcanzaron gran importancia como centros artesanales y comerciales. Desde el punto
de vista social, a la estructura según el poder económico, político y social (aristocracia árabe, clases
populares y esclavos) se superponía otra étnica y religiosa: minoría árabe, bereberes, muladíes, mozárabes
y judíos. Su cultura, marcada por el Islam, influyó en Occidente (pervive su legado lingüístico,
gastronómico o urbanístico). Destacó en filosofía (Averroes, Maimónides), historia y geografía, literatura
y ciencia (introducción del nuevo sistema de numeración, álgebra, medicina, astronomía…).
2.4 Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la
Reconquista. Modelos de repoblación.
1er foco surgió al vencer D. Pelayo a los musulmanes en Covadonga (722): nace el reino astur. Ordoño II
trasladó la capital a León, en cuya parte oriental el condado de Castilla se independizó de hecho. En el
Pirineo occidental, se forma el reino de Pamplona (máxima expansión en el XI con Sancho III: reino de
Navarra). En el Pirineo central surgen los condados de Sobrarbe, Ribagorza y Aragón (independiente
como reino en el siglo XI). En el Pirineo oriental los condados catalanes, vasallos de los carolingios
(Marca Hispánica): logran una mayor independencia con los condes de Barcelona. Principales etapas de