El teatro a principios de siglo
TEMA 3
EL TEATRO A PRINCIPIOS DE SIGLO. VALLE-INCLÁN Y GARCIA
LORCA.
El teatro español de preguerra se encuentra encauzado por los condicionamientos sociales. Los
gustos del público burgués -el que acudía preferentemente a las salas- son de escasa exigencia. Los
problemas sociales e ideológicos y los intentos de renovación formal de algunos dramaturgos se hallan
fuera de sus intereses al sentarse en una butaca. Y sin espectadores no hay dinero para montar obras.
De ahí que los empresarios buscaran el sostenimiento del espectáculo teatral a base de hacer
concesiones a lo que le público pedía. Quienes no cumplieran sus requisitos quedaban marginados de
cara a la representación. La consecuencia inmediata es la pobreza del teatro español en este período,
entendido como espectáculo. Es un teatro inmovilista, anclado en la repetición de las mismas fórmulas,
que da la espalda a las renovaciones efectuadas en el teatro europeo y mundial.
Junto a esa tendencia, convivió durante el primer tercio del siglo XX la de algunos autores menos
conformistas (Unamuno, Valle-Inclán, Rafael Alberti, García Lorca), que tratarán de rebelarse contra ese
teatro comercial, a través de intentos renovadores y rupturistas, siguiendo modelos del teatro europeo.
Pero casi nunca vieron representadas sus obras.
Así se explica que el teatro español del primer tercio de siglo se reparta, a grandes rasgos, en dos
frentes:
I .- El teatro que triunfa, conformista y continuador del teatro del XIX
II.- El teatro innovador, casi siempre condenado al fracaso o incluso a no ser representado.
EL TEATRO COMERCIAL DE PRINCIPIOS DE SIGLO
El teatro que triunfa a principios de siglo es continuador en gran parte del que imperaba a finales del
XIX. Se pueden señalar en él tres grandes líneas:
a) la alta comedia o comedia burguesa, con Benavente y sus seguidores,
b) el teatro poético y
c) el teatro humorístico.
a) La alta comedia hace una crítica suave de los conflictos morales de la burguesía. Las características
de este subgénero son: plantea conflictos cotidianos, aceptables por el público burgués, con una actitud
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crítica muy moderada, se sitúa en ambientes de alta burguesía y su lenguaje está próximo al registro
conversacional de los espectadores de clase media. Su principal objetivo era entretener al público
burgués que accedía al teatro.
Su máximo representante es Jacinto Benavente (Premio Nobel de literatura en 1922) que compuso,
con gran éxito de público, numerosos dramas y triunfó en los escenarios españoles durante casi sesenta
años.
Benavente dignificó el drama burgués eliminando los excesos posrománticos. Destaca su interés por
realizar una obra de calidad, con una buena construcción dramática, lujosos decorados y lenguaje
cuidado, en la que se defienden los valores morales tradicionales, aunque en ocasiones se permita una
sátira suave de la sociedad de su época. Pero su teatro resulta conservador y escapista, apenas
implicado en los conflictos que plantea.
Sus obras se mantendrán en esta línea de la llamada "comedia de salón" (El nido ajeno, La noche del
sábado, Rosas de otoño...), salvo excepciones. La excepción más notable es Los intereses creados, su
obra maestra, una farsa que utiliza el ambiente y personajes de la vieja Commedia dell´arte, pero que
encierra una cínica visión de los ideales burgueses y de una época dominada or el materialismo.
También intentó el drama rural con obras como Señora ama o La malquerida.
b) El teatro poético, de tono neorromántico y con aportaciones formales del Modernismo (el verso
sonoro, los efectos coloristas, etc.) Este teatro, escrito en verso, mezcla el drama histórico-romántico
con un lenguaje modernista superficial y sensorial. Presenta una ideología tradicionalista que exalta los
ideales nobiliarios y los grandes hechos del pasado. Los cultivadores más destacados de esta corriente
son:
• Francisco Villaespesa: Doña María de Padilla.
• Eduardo Marquina. Cosechó grandes éxitos de público con dramas como Las hijas del Cid, En
Flandes se ha puesta el sol o Teresa de Jesús.
• Dentro del teatro en verso, aunque con diferencias de enfoque, cabe situar las obras escritas en
colaboración por los hermanos Machado. También se inspiraron en personajes históricos como en Juan
de Mañara. Otras son de tema moderno, como La Lola se va a los puertos.
c) El teatro cómico: la comedia costumbrista y el sainete.
El teatro humorístico de principios de siglo aborda temas superficiales con una trama fácil que se
resuelve favorablemente. Presenta personajes populares y castizos que resultan divertidos por su
lenguaje.
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