TEMA 10. 36. Las consecuencias de la guerra
Las consecuencias de este sangriento conflicto de casi tres años fueron enormes y
supusieron un gran trauma para la sociedad española, ya que afectaron a todos los
aspectos de la vida:
Consecuencias demográficas: Fueron enormes, pero resultan difíciles de cuantificar en
su número exacto. Se estima 300.000 muertos. Los muertos en el frente serían unos
150.000, a los que se sumaría una cifra aún mayor de asesinados por la represión en las
retaguardias que continuaría incluso terminada la contienda porque el último fusilamiento
por condena de guerra se produjo en 1963.
En la zona franquista, los militares que no quisieron sublevarse y muchos simpatizantes
del Frente Popular fueron asesinados, además de intelectuales de izquierda. Su número
estaría alrededor de 90.000. En Navarra los muertos por la represión se evalúan alrededor
de 3.000. En zona republicana religiosos, aristócratas, burgueses, militares y afiliados a
partidos de derechas fueron asesinados por los milicianos de forma descontrolada, sobre
todo al inicio de la guerra ante la desaparición de la autoridad gubernamental. Los
asesinados serían unos 60.000. La represión franquista no finalizó al terminar la guerra,
prosiguió con fuerza durante los primeros años cuarenta. Además, 300.000 personas
pasaron por las cárceles o campos de trabajo franquistas por juicios relacionados con la
guerra.
Por otra parte, medio millón de españoles se exiliaron para evitar la represión, cruzando
los Pirineos o pasando al norte de África. Entre ellos algunos de los principales intelectuales
y científicos del país: Antonio Machado, Alberti, Picasso... De ellos unos 165.000 no
volvieron nunca, asentándose sobre todo en Francia y, en menor medida, Iberoamérica.
Si a todo esto le sumamos la caída de la natalidad, que supuso casi 500.000 nacimientos
menos hasta 1941, se observa el inmenso desastre que supuso la guerra desde el punto de
vista demográfico.
Consecuencias económicas: También fueron muy negativas. La mortalidad, los
exiliados, el largo servicio militar, los presos, los múltiples heridos y mutilados...
disminuyeron el número de población activa. El sistema de transporte quedó desarticulado
por la destrucción del 40% de los ferrocarriles y parte de la red de carreteras y la flota
mercante. Las destrucciones de centrales hidráulicas hicieron caer la producción de
electricidad, lo que repercutió en la industria. La producción agraria disminuyó un 20%
(sobre todo la ganadera) y la producción industrial bajó un 30%. Un 8% de las viviendas
resultaron destruidas.
Desde un punto de vista financiero, la República gastó sus reservas de oro y divisas
comprando armamento en la URSS, México y Francia. Mientras, Franco había quedado
endeudado con la industria petrolífera norteamericana y, sobre todo, con Alemania e Italia
por los suministros que había recibido. Debía pagar con divisas, materias primas y
productos manufacturados lo que provocó la escasez del mercado interior. Todo esto
supuso hambre y miseria y España no recuperaría su PIB de 1936 hasta la década de 1950.
Las consecuencias de este sangriento conflicto de casi tres años fueron enormes y
supusieron un gran trauma para la sociedad española, ya que afectaron a todos los
aspectos de la vida:
Consecuencias demográficas: Fueron enormes, pero resultan difíciles de cuantificar en
su número exacto. Se estima 300.000 muertos. Los muertos en el frente serían unos
150.000, a los que se sumaría una cifra aún mayor de asesinados por la represión en las
retaguardias que continuaría incluso terminada la contienda porque el último fusilamiento
por condena de guerra se produjo en 1963.
En la zona franquista, los militares que no quisieron sublevarse y muchos simpatizantes
del Frente Popular fueron asesinados, además de intelectuales de izquierda. Su número
estaría alrededor de 90.000. En Navarra los muertos por la represión se evalúan alrededor
de 3.000. En zona republicana religiosos, aristócratas, burgueses, militares y afiliados a
partidos de derechas fueron asesinados por los milicianos de forma descontrolada, sobre
todo al inicio de la guerra ante la desaparición de la autoridad gubernamental. Los
asesinados serían unos 60.000. La represión franquista no finalizó al terminar la guerra,
prosiguió con fuerza durante los primeros años cuarenta. Además, 300.000 personas
pasaron por las cárceles o campos de trabajo franquistas por juicios relacionados con la
guerra.
Por otra parte, medio millón de españoles se exiliaron para evitar la represión, cruzando
los Pirineos o pasando al norte de África. Entre ellos algunos de los principales intelectuales
y científicos del país: Antonio Machado, Alberti, Picasso... De ellos unos 165.000 no
volvieron nunca, asentándose sobre todo en Francia y, en menor medida, Iberoamérica.
Si a todo esto le sumamos la caída de la natalidad, que supuso casi 500.000 nacimientos
menos hasta 1941, se observa el inmenso desastre que supuso la guerra desde el punto de
vista demográfico.
Consecuencias económicas: También fueron muy negativas. La mortalidad, los
exiliados, el largo servicio militar, los presos, los múltiples heridos y mutilados...
disminuyeron el número de población activa. El sistema de transporte quedó desarticulado
por la destrucción del 40% de los ferrocarriles y parte de la red de carreteras y la flota
mercante. Las destrucciones de centrales hidráulicas hicieron caer la producción de
electricidad, lo que repercutió en la industria. La producción agraria disminuyó un 20%
(sobre todo la ganadera) y la producción industrial bajó un 30%. Un 8% de las viviendas
resultaron destruidas.
Desde un punto de vista financiero, la República gastó sus reservas de oro y divisas
comprando armamento en la URSS, México y Francia. Mientras, Franco había quedado
endeudado con la industria petrolífera norteamericana y, sobre todo, con Alemania e Italia
por los suministros que había recibido. Debía pagar con divisas, materias primas y
productos manufacturados lo que provocó la escasez del mercado interior. Todo esto
supuso hambre y miseria y España no recuperaría su PIB de 1936 hasta la década de 1950.