Análisis de textos audiovisuales
TEMA 8
De sobra es conocido y experimentado el potencial que tiene el audiovisual en educación por
diversos motivos: motivación que genera en los alumn@s, al ser un medio que les resulta muy
atractivo y familiar; capacidad para mostrar contenidos que de otra forma son muy difíciles de
explicar; facilidad para ser vistos en casa y en compañía de los padres,…
Las investigaciones sobre el cerebro han comprobado que cuando nos exponemos a algo
nuevo, cuando nos llega una información nueva (sirve igual para un adulto que para un niñ@),
el hemisferio cerebral que se activa es el derecho (en el que reside nuestro pensamiento
creativo, la intuición, el que puede sacar una visión de conjunto de aquello nuevo que nos
llega…, y que también procesa la información audiovisual) junto al sistema límbico, que regula
las emociones (todo lo novedoso genera cierta incertidumbre por lo que siempre se activan
emociones). Una vez que eso nuevo se haya aprendido, que el aprendizaje se haya establecido
(para lo cual el niñ@ necesita haber experimentado con ello1), entonces nuestro cerebro
realiza eso ya aprendido desde el hemisferio izquierdo (el analítico, secuencial,… y que procesa
la información verbal-lingüística). Las nuevas informaciones que lleguen para completar ese
aprendizaje sí pueden ser ya procesadas por ese hemisferio izquierdo ya que es algo ya
conocido.
Siendo esto así, cuando presentamos un contenido nuevo a nuestros alumn@s, ¿en qué
formato deberíamos presentárselo para facilitar la labor de su cerebro, para acompañar lo que
su cerebro va a hacer? Si el hemisferio que se está activando es el derecho y éste está
preparado para procesar información audiovisual, lógicamente deberíamos presentárselo con
información audiovisual para maximizar su rendimiento. ¿Pero cómo solemos presentarlo
fundamentalmente? De manera oral y/o escrita. Es decir, estamos forzando al niñ@ a usar su
hemisferio izquierdo cuando el que se está activando de manera automática es el derecho2.
Esto realizado de manera repetida no solo implica que los aprendizajes no se realicen bien sino
que estamos forzando al cerebro a funcionar de una manera que no es natural para él, lo que
puede terminar provocando disfunciones permanentes en el aprendizaje, generando en esos
niñ@s dificultades serias en su desarrollo. Tenemos que tener en cuenta que hay
investigaciones que hablan de que el 70% de casos de niñ@s con trastorno de aprendizaje se
debe a los métodos de aprendizaje empleados con esos niñ@s, no a problemas neurológicos
que pudiera tener el niñ@.
Desde este punto de vista, el audiovisual tiene un importante factor de atracción para el niñ@
y genera fácilmente emociones, por lo que de nuevo se vuelve un recurso fundamental para el
aprendizaje (todo esto es igualmente importante para los adultos pero nosotros podemos
hacer uso de nuestra voluntad para compensar lo que falte, algo que los niñ@s tienen mucho
más complicado: recordemos que el lóbulo prefrontal del cerebro, donde descansan esas
funciones ejecutivas, no termina de madurar hasta la juventud).
El audiovisual, por tanto, se convierte en una herramienta de alta importancia, especialmente
si es el maestr@ el que propone el aprendizaje y no parte directamente del niñ@ (si parte del
niñ@, igualmente se le pueden proponer audiovisuales o invitarle a buscarlos para encontrar
información sobre algún tema que le resulte de interés y que sea novedoso para él).
Modelo de análisis
, Cuando nos encontramos con un material audiovisual, según el método que aquí presentamos,
tenemos que hacernos tres preguntas:
Viendo sus características de contenido y formato, ¿para qué edades podría ser más o
menos adecuado?
Suponiendo que sea adecuado para la edad de nuestros alumn@s, ¿para qué objetivo
educativo nos podría servir ese material?
Si me sirve para mis alumn@s y para apoyar alguna de mis clases, cómo utilizarlo.
1. Viendo sus características de contenido y formato, ¿para qué edades podría ser más o
menos adecuado?
Podemos empezar por ver si ese material se adecúa a la edad de mis alumn@s –
características del material para ver si son más adecuadas para unas edades u otras
Variables en las que nos fijamos:
Un contenido que realmente enganche con las necesidades de la vida actual del niñ@;
Un tratamiento de las emociones que pueda no ser accesible para los niñ@s (es
importante que el vídeo emocione al niñ@ pero sin generarle conflictos que no pueda
resolver y puedan bloquearle)
El uso de simbolismos y el nivel de abstracción en el contenido, complejo para los
niñ@s de Primaria, especialmente los más pequeños
El uso de un lenguaje adecuado a las determinadas etapas del niñ@ (la mayoría de los
materiales audiovisuales está elaborado por adultos y por tanto utilizando un lenguaje
que aunque sea sencillo es el propio de los adultos; este lenguaje puede ser accesible
para los niñ@s mayores pero no para los más pequeños). Un lenguaje adecuado para
niñ@s tiene que tener en cuenta, por ejemplo, el uso de pronombres y de lenguaje
figurado, de difícil comprensión en muchos casos para los más pequeños, o el lenguaje
simbólico o abstracto, que se alcanza fundamentalmente a partir de los 12
La densidad y estructuración de la información presentada (cuanta más información y
más compleja, más difícil será que los niñ@s puedan seguirla; esta capacidad va
aumentando con la edad); se recomienda el uso de técnicas para evidenciar la acción
así como técnicas narrativas
contar en forma de historia- para facilitar al niñ@ seguir los acontecimientos
El posible uso de lenguaje escrito y su complejidad (algunos vídeos incluyen lenguaje
escrito que no es comprensible para los niñ@s más pequeños)
La adecuación del tipo de imágenes (por ejemplo, entre los vídeos de animación,
aquellos con dibujos muy infantiles son más adecuados para los más pequeños,
mientras que a los más mayores les atraen dibujos más elaborados o las imágenes
reales)
El ritmo en el que se presentan esas imágenes: es recomendable que el ritmo sea
lento; un ritmo excesivo en el montaje aunque habitual en series y películas de dibujos
animados que aunque dirigidos a niñ@s no son adecuados para ellos- puede provocar
sobre-excitación y dificultar la comprensión del contenido
El uso que se hace de la música, para qué edades puede ser más adecuado/atractivo
La duración global del vídeo (las investigaciones hablan de que hasta 5 minutos es fácil
mantener la atención, a partir de esa duración hace falta activar mecanismos de
concentración más difíciles para niñ@s pequeñ@s, aunque siempre dependerá de la
motivación que despierte en el niñ@; recordemos también que hasta 7-9 años el niñ@