HISTORIA DE ESPAÑA JUNIO 2019 RESUELTO
OPCIÓN A
CUESTIONES:
1. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios y griegos. Tartesos.
Durante el primer milenio a.C. y ya en plena Edad del Hierro, conviven en la Península Ibérica pueblos autóctonos con pueblos colonizadores procedentes
del ámbito mediterráneo.
- Los Tartessos. Entre finales del II milenio y mediados del I milenio a.C. se desarrolla una floreciente cultura en el área de Andalucía occidental, que recibe
el nombre de Tartessios, de la que hallan referencias históricas en textos semíticos y griegos. El reino de Tartessos se desarrolló en el Valle del Guadalquivir
(entorno a Sevilla y Huelva) y el sur de Extremadura entre los siglos IX y VI a C. Poseía una monarquía here ditaria (Argantonio) con una sociedad muy
jerarquizada y unas oligarquías muy poderosas que controlaban el territorio y las riquezas. Su economía se basaba en la actividad minera y el comercio del
oro, plata, cobre y hierro con los pueblos del mediterráneo (fenicios). También tenían una actividad agroganadera importante. Además conocían la escritura
y desarrollaron una importante orfebrería como los tesoros de “el Carambolo” (Sevilla) y el de “Aliseda” (Cáceres), pero haci a el S. VI a. C. desaparecieron.
Además de la civilización tartésica, a partir del siglo V a. C., la península Ibérica estuvo poblada por una serie de pueblos c uyas culturas son el resultado de
la transformación del substrato indígena de la Edad del Bronce y los aportes llegados del exterior (indoeuropeos y pueblos del mediterráneo). Las
diferencias culturales permiten distinguir entre:
-Los Íberos. Recibe la Influencia de los pueblos del Mediterráneo oriental. Llamados así por los historiadores griegos y latinos, que asociaron este conjunto
de tribus con el nombre del río Íberus –Ebro- a los pueblos que habitaban la costa mediterránea, desde el norte de Cataluña hasta la desembocadura del
Guadalquivir. Ejemplos: Turdetanos, bastéanos, edetanos, layetanos…. Economía agrícola basada en los cer eales, la vid y el olivo, la ganadería y la
explotación minera de hierro y plata. Poblados en lugares elevados y fortificados. Existía una jerarquía social en relación al poder económico y militar y
control político por la aristocracia guerrera. Conocen la escritura y acuñan moneda. Adoraban a las fuerza de la naturaleza y practicaban la incineración.
Importante arte escultórico: Dama de Baza y Dama de Elche.
-Los celtas eran de origen indoeuropeo y ocuparon las cordilleras del Norte. Vivían en poblados en colinas amuralladas La economía se basaba la agricultura
cerealista pobre y la ganadería lanar y vacuna. Dominio de la metalurgia del hierro. Se Estructura socialmente en tribus gobernadas por una aristocracia
guerrera y con una organización colectiva de los recursos. No practicaban la escritura, apenas utilizaban la moneda y casi no sufrieron influencias de los
pueblos colonizadores. En el noroeste peninsular los más conocidos son los galaicos que construyeron los famosos castros, recintos concéntricos
amurallados donde, en su interior, se construían las viviendas. Destaca el conjunto escultórico de los Toros de Guisando.
Estos pueblos fueron influenciados económica y culturalmente por los colonizadores mediterráneos. En el primer milenio a. C. llegan a la Península pueblos
de Oriente más avanzados tanto en lo material como en lo espiritual. Por eso los llamamos pueblos colonizadores. Llegan por i ntereses económicos y
mercantiles, dado que los pueblos del Mediterráneo oriental están mucho más avanzados y desarrollan un importante comercio en el Mediterráneo, sobre
todo de metales como el cobre, el estaño, el oro y la plata. También se interesan por las salazones, la orfebrería y las salinas. Estos pueblos dejaron con su
presencia una importante huella en los pueblos más atrasados de la Península Ibérica.
Los fenicios y griegos llegaron con la intención de comerciar, pero los cartagineses llegaron con la intención de conquistar.
-Los fenicios proceden de Fenicia y fundaron factorías comerciales por todo el Mediterráneo sur. Fueron los primeros en llegar hacia el S. IX a. C. Fundaron
Gadir (Cádiz) en VIII a. C. y después se asentaron en otros puntos de la costa andaluza. Su principal interés eran las minas de Huelva. Entre sus otras colonias
destacan Malaka (Málaga), y Sexi (Almuñecar). En torno a ellas se produjo un gran desarrollo económico y socio-cultural. Introdujeron la metalurgia del
hierro, el torno cerámico, nuevas técnicas agrícolas y cultivos, como la vid y el olivo, nuevas industrias como la salazón, un intenso comercio, nuevas
creencias religiosas y el inicio de la escritura.
- La colonización griega fue protagonizada por los foceos que poseían una colonia al sur de Francia, Massalia (actual Marsella) y fundaron polis como
Rodhes y Emporion. Otras colonias fueron Abdera (Adra), Hemeroslopeion (Denia). Su principal actividad económica fue el comercio. Gran influencia sobre
las poblaciones indígenas, extensión de la vid y el olivo, difusión del arado y el alfabeto.
- Cartagineses. Cartago fue fundada por la ciudad fenicia de Tiro en el siglo IX a. C. Desde allí se expandieron por el Mediterráneo occidental y fundaron
Ebyssos (Ibiza) y Cartago Nova (Cartagena). Tras vencer a los griegos en la batalla de Alalia (535 a. C.) controlaron las rutas comerciales del sur desde Sicilia,
Córcega y Cerdeña. En las guerras púnicas se enfrentarán a Roma, y con su derrota se inicia la romanización de la Península Ibérica.
2. Al Ándalus: economía, sociedad y cultura.
El nuevo Estado musulmán aportó un notable desarrollo económico. En la agricultura los impulsaron el regadío (noria, acequias) y difundieron cultivos
como los cítricos, el arroz, el algodón, caña de azúcar o el azafrán (sin abandonar los cereales, lavid y el olivo). En la ganadería se desarrolló el ganado ovino
y la cría del caballo (para actividades guerreras). En la minería, que estaba bajo control estatal, sobresalió la
extracción de plomo, cobre, estaño, azufre, cinabrio y oro, que se obtenía del lavado de diversos cursos fluviales.
En la producción de manufacturas destaca la textil (con los brocados cordobeses o los tejidos de lana, seda y lino), la cerámica, las armas (Córdoba, Toledo),
la fabricación de papel (Játiva) y de vidrio, etc.
El comercio se vio favorecido por el uso de la moneda (dinar de oro y dírhem deplata). El comercio interior se efectuaba en el zoco de las ciudades, donde
ocupaban un puesto privilegiado los bazares, y las alhóndigas (para almacenar mercancías y para alojar a los comerciantes). Al-Ándalus mantuvo también
un intenso comercio exterior,tanto con los restantes países islámicos como con la Europa cristiana. Se dinamizan
ahora las rutas marítimas del Mar Rojo y la terrestre de Mesopotamia, Siria e Irán, ambas hacia la India. Hacia occidente, la ruta del Mediterráneo, en cuyo
extremo se encontraba Al-Ándalus. A su vez, Al-Ándalus, se convierte en centro de otras rutas
comerciales: la ruta del oro del Sudán, la ruta hacia Europa, por tierra a través de Pamplona, y por mar desde Almería Exportaba productos agrícolas,
minerales y tejidos, e importaba especias y productos de lujo del Próximo Oriente, esclavos de la Europa cristiana y oro y esclavos negros del Sudán.
La población de Al-Ándalus se caracterizó por su diversidad étnica y religiosa.
Desde el punto de vista étnico, junto a los elementos árabes (sirios y yemeníes) que llegaron en las primeras oleadas y se asentaron en los valles del Ebro,
Tajo y Guadalquivir y en el litoral levantino, hubo una presencia importante de beréberes, procedentes del norte de África, q ue ocuparon las tierras altas
de la Meseta y zonas de Ronda, Málaga y Sierra Nevada. Los muladíes eran los hispanos convertidos al Islam. Abrazar la nueva religión facilitaba una mayor
integración social y eximía de los tributos especiales exigidos a la población no musulmana. Los eslavos o esclavones: eran prisioneros de origen europeo.
Muchos de ellos se incorporaron a los ejércitos califales. Los negros: de origen sudanés, la mayoría solían emplearse en el servicio doméstico.
Desde el punto de vista religioso. Existían minorías no musulmanas. Los judíos que gozaron bajo el islam de una políticas de tolerancia y los mozárabes,
cristianos que vivían en el Al-Ándalus. Pagaban un impuesto o dimna a cambio de conservar sus propiedades, leyes y culto.
Desde el punto de vista social distinguimos entre una aristocracia musulmana, compuesta por los árabes propietaria de fértiles latifundios y que ocupan
los principales cargos administrativos; una alta burguesía y nobleza de servicio formada por comerciantes y juristas; y una baja burguesía, o clase media. Y
en el nivel inferior: la población urbana (artesanos y jornaleros), de vida miserable, y los campesinos, muchos de ellos cris tianos. Al final del escalafón
estaban los esclavos.
, La cultura islámica andalusí está considerada como una de las épocas más brillantes del Islam. El mayor esplendor cultural se inicia en la época Califal y
sigue siendo muy importante hasta el siglo XV.
Al-Ándalus fue la zona de contacto cultural entre el mundo islámico, del cual se recopilaron una amplia colección de textos literarios, filosóficos y científicos,
y la Europa cristiana. Durante el Califato (s. X y XI) el clima de libertad intelectual propiciado por califas como Abd-al-Rahamán III y Al-Hakam II hizo que se
desarrollaran disciplinas científicas como las matemáticas, la astronomía, la botánica, la medicina, la historia y la geografía.
La literatura alcanzó un gran desarrollo tanto en verso como en prosa (jarchas). Ibn Haldún fue un importante historiador, si endo “Introducción a la historia
universal” su obra más importante. En filosofía destacaron Averroes y Avempace y el judío Maimónides por sus comentarios a la s obras aristotélicas, las
cuales llegaron al mundo occidental gracias a ellos.
En el terreno científico se difundió el sistema de numeración de origen indio y el concepto de cero que sustituyeron a la numeración romana. En medicina
sobresalió Abulcasis, autor de una enciclopedia médica y quirúrgica que se tradujo al latín.
El arte hispano-musulmán estaba marcado profundamente por la doctrina religiosa que prohibía la representación de imágenes. Por ese motivo la pintura
y la escultura tuvieron poco desarrollo, siendo la arquitectura la principal manifestación artística, decorada con elementos vegetales, epigráficos y
geométricos hechos con yeso o mosaico. Las manifestaciones más importantes son la mezquita, que cubre laS necesidades religiosas del Islam (mezquita
de Córdoba, mezquita de Toledo, alminar de la Giralda) y el palacio, con fines residenciales (ciudad-palacio de Medina Azahara, Aljafería de Zaragoza y la
Alhambra, que es la mejor conservada) y edificios defensivos (murallas como las de Almería y torres albarranas como la Torre del oro de Sevilla).
3. Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y sociedad estamental.
Durante la Edad Media la Península sufrió una intensan fragmentación política consecuencia de la multiplicidad de núcleos cri stianos de resistencia, la
tendencia disgregadora de la nobleza (independencia de Castilla y Portugal) y el concepto patrimonialista del reino (reparto de Navarra de Sancho III). Este
proceso se revierte en el siglo XII mediante matrimonios que dieron origen a la Corona de Aragón (unión de Ramón Berenguer IV , conde de Barcelona y
Petronila, hija del rey de Aragón) y a la Corona de Castilla (unión de Castilla y León con Fernando III).
Los tres grandes reinos peninsulares (Corona de Castilla, Reino de Navarra y Corona de Aragón) presentaban una estructura pol ítica similar, basada en tres
instituciones: la monarquía, las Cortes y los municipios, aunque cada reino tenía unas peculiaridades.
a) Monarquía.
La figura del monarca medieval hasta el siglo XIII fue la de un jefe guerrero, “el primero entre sus iguales”, que vive de su s propios recursos. Los poderes
del rey y sus ingresos son bastante limitados y sólo se ejercen plenamente en tierras de realengo. Los reinos eran patrimonio del monarca, que podía
dividirlos o repartirlos según sus intereses. Los monarcas ejercen el poder supremo y atesoran todos los poderes. En la acción de gobierno se acompañan
del Consejo Real, la Curia, la Cancillería y una Tesorería.
En Castilla la monarquía tiene un carácter autoritario, el rey tiene poderes más amplios que en Aragón como dictar leyes e im partir justicia. Lleva a cabo
un proceso centralizador y de uniformidad jurídica a través de Las Siete Partidas de Alfonso X y del Ordenamiento de Alcalá d e Alfonso XI (1348). En este
ordenamiento se reconoce al rey el poder de hacer y cambiar las leyes y los fueros de Castilla. La oposición de la nobleza y de los concejos que dará lugar
a diversos conflictos.
En la Corona de Aragón la monarquía es pactista, debido a que el poder real está sometido al control de la nobleza a través d e las Cortes. A final del siglo
XIII, Pedro III dotará de función legislativa a las Cortes de Aragón. Además el rey debía respetar el derecho y las costumbres fijados en cada ter ritorio:
Usatges (Cataluña), Fueros (Aragón) y Furs (Valencia).
b) Las Cortes.
Son la reunión de los tres brazos o estamentos (señores laicos y eclesiásticos, y a los representantes de las ciudades y villas) con el rey.
Las primeras en nacer son las del reino de León en el S XII, las de Castilla, Aragón y Cataluña aparecen en el S. XIII y las de Navarra en el S. XIV. Su finalidad
primera era votar los impuestos extraordinarios solicitados por el monarca cuando necesitaba subsidios extraordinarios, como por ejemplo una guerra. Su
convocatoria era irregular, ya que dependía de la voluntad del monarca.
En Castilla sólo tuvieron un carácter consultivo, es decir, carecían de poder legislativo y vinculante. En Navarra y los reinos de la Corona de Aragón, sin
embargo, las Cortes tuvieron verdadero poder legislativo. Cada reino tenía sus propias Cortes que se reunían cada tres o cuat ro años. Para vigilar el
cumplimiento de lo acordado en las Cortes, se crea un órgano político administrativo formado por representantes de los tres estamentos, que con carácter
transitorio, se limitaba a cumplimentar lo decidido en las Cortes sobre recaudación de tributos. Pero estos organismos, primero en Cataluña y
posteriormente en Aragón y en Valencia, acabaron convirtiéndose en permanentes y asumiendo más competencias. Sus nombres varían entre Generalitat
en Cataluña y Valencia y Diputación del Reino en Aragón.
c) Los municipios.
Gozan de cierta autonomía y jurisdicción propias.
En Castilla surgen inicialmente concejos electivos (cabildos abiertos), que posteriormente se van a institucionalizar y van a quedar en manos de oligarquía
locales. Más adelante surgió la figura de un representante real, el corregidor, cuya función era velar porque no se tomaran decisiones contrarias a los
intereses de la monarquía.
En la Corona de Aragón serán también instituciones electivas como en Barcelona dónde se creará el Consell de Cent, pronto acaparado por la oligarquía
urbana.
2.- Régimen señorial:
Los señoríos eran territorios que el Rey concede a un particular o a un colectivo (por ejemplo a una orden monástica o a un monasterio) generalmente
como pago por algún servicio prestado.
Al principio de la Reconquista aparecieron los primeros señoríos, llamados territoriales o solariegos (en el que el señor est á vinculado a una tierra que, o
bien trabaja de manera directa con sus siervos, o bien cede a campesinos a cambio de unas rentas en especie, dinero o trabajo). Corresponden con los
territorios ocupados en primer momento bajo la forma de la presura o aprissio.
Desde siglo XII, los reyes otorgaron donaciones de territorios con el privilegio de que no intervendrían los agentes del Rey. Estos serán los llamados señoríos
jurisdiccionales (el señor tiene una serie de prerrogativas de tipo judicial y político) en los que sus pobladores se convertían en vasallos del nuevo señor. El
régimen señorial de la Península Ibérica era similar al feudalismo europeo:
- A nivel jurídico los particulares ejercían competencias regias como pueden ser en asuntos de gobierno y justicia.
- A nivel político, la autoridad del Rey quedaba limitada por el poder de la nobleza y el clero, principales titulares de los señoríos. En la corona de Aragón
esto se hará más patente aún que en la corona de Castilla.
Sólo las tierras de realengo (tierras dependientes del rey) quedaban liberadas de la presión señorial. Durante los siglos XIV y XV esta presión fue tan fuerte
que los campesinos acabarían rebelándose en numerosos movimientos de signo antiseñoriales (“guerras irmandiñas” en Galicia, “ remensas” en Cataluña,
“forans” en Mallorca…).
3.- Sociedad estamental
La sociedad medieval estaba articulada alrededor de tres estamentos. El clero y la nobleza eran estamentos privilegiados, puesto que tenían privilegios
económicos (no pagar impuestos) y jurídicos (tribunales propios). El resto, el pueblo, carecía de privilegios. No había movil idad social. Solo el clero bajo se
nutría del pueblo.
, Nobleza: basó su predominancia social en el ejercicio de privilegios, de los que provenía su poder económico y jurisdiccional . La alta nobleza era el grupo
más reducido, próximo al Rey y que poseía los dominios señoriales más extensos. La media y baja nobleza compartían privilegios y actitudes con la alta, y
las integraron los segundones de las grandes familias y nobles con menores recursos
Clero: su poder procedía de su naturaleza espiritual además de sus privilegios. Se dividió en alto y bajo clero. Al primero, constituido por los dignatarios de
la Iglesia, accedían miembros de familias nobles, mientras que el bajo clero se nutría de los sectores populares.
Estado llano: se caracterizó por la ausencia de privilegios, aunque los banqueros y grandes comerciantes y artesanos de las ciudades formaron, debido a
sus ganancias, una oligarquía que disfrutó de privilegios colectivos a través de los fueros urbanos. Este grupo poco a poco creará una burguesía que se
independizará del poder señorial.
Por último dentro del estado llano están los campesinos, el grupo mayoritario de la sociedad, fue el grupo con menos derechos y más obligaciones fiscales,
sobre todo los siervos que trabajaban las tierras del señor.
4. El significado de1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América.
La guerra de Granada (1482-92) fue un paso decisivo en la política de cohesión y unificación religiosa propiciada por los Reyes Católicos. Se completaba
así la Reconquista tras más de dos siglos de interrupción.
La incorporación del Reino nazarí era algo que los Reyes Católicos tenían como objetivo porque había disminuido el pago de las “parias” y los turcos
amenazaban en el Mediterráneo occidental apoyando a los berberiscos (piratas musulmanes norteafricanos) que dese mbarcaban constantemente en el
Reino de Granada (amenazando a los reinos cristianos).
A la victoria final de los castellanos contribuyeron las luchas internas en el Reino Nazarí entre bandos nobiliarios rivales, e incluso entre miembros de la
propia familia real: llegaron a estar enfrentados el rey de Granada y su hijo, Boabdil y la guerra entre su tío el Zagal y Boabdil. Por r egla general, fue una
guerra más de asedios que de batallas campales.
El conflicto fue largo, se inició en 1482 con la conquista de Alhama y concluyó en 1492 con la conquista de Granada. La primera fase de la conquista se
realizó por la frontera oeste del Reino Nazarí (toma de Ronda, Loja, Málaga). En la segunda fase atacaron por el este (cayendo Baza, Guadix, Almería). La
última campaña fue el largo y costoso asedio de la ciudad de Granada, que duró casi un año. El 2 de enero de 1492 los Reyes Católicos tomaron la ciudad
y culminaron definitivamente el proceso de Reconquista. El rey Boabdil, por capitulaciones, entregó la ciudad a los Reyes Católicos, que se comprometieron
a respetar la religión y costumbres de los vencidos. A pesar de todo, la tolerancia duró muy poco. Tras la derrota de las rebeliones moriscas de las Alpujarras
y Ronda (1500-1501) se obligó a los musulmanes granadinos y a los mudéjares de Castilla a convertirse al cristianismo o a emigrar. Como tenían muy pocas
posibilidades de emigrar se produjo una conversión forzosa. La medida no afectó al reino de Aragón.
Para completar la unidad religiosa en 1492 los judíos fueron también obligados a convertirse o a la expulsión de Castilla y Aragón. Este hecho fue la
culminación de una ola de antisemitismo constante en toda la Península durante la baja Edad Media. Se calcula que pudieron tomar el exilio entre 70.000
y 100.000 personas, que mantendrían su cultura de origen en aquellos lugares donde residieran (son los judíos sefardíes). Otr os 50.000 se convertirían al
cristianismo, sin embargo, ello no supuso el fin de sus problemas, ya que fueron vigilados y perseguidos por la Inquisición.
-El descubrimiento de América.
El descubrimiento de América fue una empresa castellana dirigida a la búsqueda de una ruta alternativa a las indias orientales. Cristóbal Colón,
probablemente un aventurero y marino genovés, pretendía llegar a las Indias por el oeste, apoyándose en la idea de esfericida d de la tierra. En 1486, en
plena guerra de Granada, Colón presentó su iniciativa a los RRCC que se resistieron a aceptarla porque la guerra contra los nazaríes consumía los recursos
financieros y por las dudas de la Junta de Matemáticos reunida en Salamanca. Hasta que no finalizó la toma de Granada los RRCC no aceptaron la propuesta
de Colon, que firmó un acuerdo con ellos: Las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492), según estas obtendría los títulos de almirante, virrey y
gobernador de las tierras descubiertas y se beneficiaría de la décima parte de las riquezas obtenidas.
Colón partió del Puerto de Palos en tres pequeñas naves (la nao Santa María y las carabelas Pinta y Niña) el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre llegó a
las Antillas, a la isla de Guanahaní a la que denominó San Salvador. Después descubrió Cuba y la Española y regreso a la pení nsula. Colón realizó tres viajes
más entre 1493 y 1504. Parece que murió con la convicción de que había llegado cerca de las costas occidentales de Asia. Pero otros navegantes que
emprendieron los llamados viajes menores exploraron las costas de América del sur; como el florentino Américo Vespucci que afirmó que no pertenecían
a Asia.
Tras el primer viaje de Colón se reconocieron los derechos de la monarquía castellana sobre las tierras descubiertas y sobre las que se pudieran descubrir
más allá de una línea imaginaría a cien leguas al oeste de las Islas Azores y de Cabo Verde, según el arbitraje papal de Alejandro VI (bula Inter Caetera) y
por el tratado de Alcaçovas (1479) entre Castilla y Portugal. Pero los portugueses ante los nuevos acontecimientos no estaban satisfechos y los RRCC
interesados en mantener buenas relaciones con el reino vecino propiciaron un nuevo acuerdo mediante la firma del tratado de Tordesillas (1494) que
desplazó la línea divisoria a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Lo que permitió a Portug al la ocupación de Brasil. A partir de entonces se
procedió a la exploración y colonización sistemática del continente.
5. Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640.
Los Austrias del siglo XVII, conocidos como los Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) han sido considerados reyes débiles que dejaron el gobierno
del estado a validos (privados o favoritos), personas de confianza, que actuaban como primeros ministros, aunque no tenían cargo oficial, sino sólo la amistad
del monarca. Fueron hombres ambiciosos, intrigantes e impopulares. Algunos fueron valiosos; pero otros, por el contrario, incapaces. Se considera que esta
debilidad fue en parte responsable del propio final de la Casa de Austria y del Imperio Español en Europa a fines del siglo XVII.
- Felipe III (1598-1621):
De personalidad débil, cayó fácilmente en manos su valido el Duque de Lerma. El Duque de Lerma mantuvo su posición gracias a los gastos suntuarios y
festejos ofrecidos al rey. Fue un político mediocre pero de ambición desmesurada. Utilizó el valimiento para su enriquecimiento personal. Por ejemplo,
trasladó la Corte de Madrid a Valladolid entre 1600 y 1606 porque recibió un buen importe por los dirigentes de esta ciudad. Fue tan escandaloso que
finalmente fue apartado, pero dejó en su lugar a su hijo el duque de Uceda, inaugurando el nepotismo.
El hecho más importante de política interior con Felipe III fue la expulsión de los moriscos. A pesar de su conversión forzosa, los moriscos nunca fueron
considerados como cristianos auténticos. Seguían manteniendo vestimentas y costumbres propias y se les acusaba de practicar la religión musulmana en
secreto. Sin embargo, su valor económico era enorme, ya que mantenían las técnicas árabes del regadío. Felipe III decretó en 1609 la expulsión de los
300.000 moriscos que vivían en la península (sobre todo en Aragón, Valencia y Murcia). La armada española los trasladó al norte de África. Las autoridades
consideraban que esta política ayudaba a la unidad religiosa y disminuiría los conflictos internos. Pero lo único que provocó fue un daño económico a la
agricultura, con huertas abandonadas y zonas despobladas.
-Felipe IV (1621-1665):
Amante de las artes y la caza, tampoco asumió el poder directo. Fue su valido el Conde-Duque de Olivares (Don Gaspar de Guzmán). Era culto, con interés por
los asuntos de gobierno y con gran inteligencia política. Tenía sincera voluntad de hacer reformas económicas y políticas que fortalecieran a la monarquía,
pero sus proyectos no pudieron realizarse. Su carácter autoritario y las guerras que tuvo que afrontar impidieron que se llevaran a cabo. El ideario del Conde-
Duque en política exterior fue restaurar el prestigio imperial de España. En política interior, lo expuso en el Memorial Secreto al Rey de 1624, en el que
pretendía fortalecer política y económicamente la monarquía de los Austrias. Sus principales proyectos en este sentido fueron:
- Crear un Banco Estatal llamado Red de Erarios que recogería capitales privados para que el rey obtuviera préstamos para sus guerras. Esto le liberaría de los
prestamistas extranjeros e impediría la salida de metales preciosos. Sin embargo, fracasó pues se obligaba a los privilegiados a aportar parte del capital
fundacional. La oposición de las Cortes fue frontal.