Silvia Rodríguez Ferradas ANATOMÍA PATOLÓGICA – Tema 8
Marina Ortega Macías Bases moleculares del cáncer
Tema 8. Bases Moleculares del Cáncer o Patobiología
Tumoral
El término cáncer tiene su origen en el vocablo griego karkinoma propuesto por Hipócrates
para describir el crecimiento radial, infiltrante de algunos tumores mamarios que asemejaba
el cuerpo de un cangrejo (karkinos – cangrejo). El término cáncer es sinónimo de tumor
maligno, compuesto por células con capacidad de invadir y metastatizar.
1. FASES EN LA APARICIÓN DE UN CÁNCER
El cáncer es el resultado de dos procesos celulares:
- Aumento de la proliferación celular → hiperplasia, que dar lugar a un tumor primario o
neoplasia benigna. Queda circunscrita dentro del tejido de origen, no rebasa más allá del
tejido en el que se ha producido.
- Invasividad y metástasis: las células que han proliferado adquieren capacidades
invasivas para invadir a otros tejidos. Son capaces de invadir, colonizar y proliferar en
tejidos próximos o a distancia en caso de que invadan el torrente sanguíneo o linfático.
Es entonces cuando se emplea el término carcinoma.
Si no tienen esta propiedad, no podemos considerar que sea un cáncer.
Si entran en el torrente sanguíneo los
principales órganos donde aparece la
metástasis son el pulmón, hígado, huesos, y
cerebro. Y en caso de entrar en el torrente
linfático, se ven afectados los ganglios
linfáticos, fundamentalmente los que están
próximos al tumor primario, aunque
también pueden afectarse otros situados a
distancia.
2. NOMENCLATURA DE LAS NEOPLASIAS
En la mayoría de los tumores benigno se añade el sufijo -oma al prefijo que designa la célula
que le dio origen. Por ejemplo: adenoma (glándulas), fibroma (tejido fibroso), hemangioma
(vasos sanguíneos), linfangioma (vasos linfáticos), mioma (músculo)…
Epitelial: Mesenquimal:
- Benigno → -OMA - Benigno → -OMA
- Maligno → -CARCINOMA - Maligno → -SARCOMA
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2. ETIOPATOGENIA
2.1. ¿Qué células dan lugar al cáncer?
Aunque existen más de 200 tipos celulares en nuestro organismo y cualquiera de ellas puede
originar un tumor, el 90% de los tumores derivan de células epiteliales. Cuando son malignos
se denominan carcinomas.
No es que las células de los epitelios de superficie o epitelios que revisten glándulas sean
especialmente susceptibles a perder el control de la proliferación y comenzar a proliferar de
forma descontrolada. Pero sí que tienen una serie de propiedades que las hacen más proclives
a perder el control del crecimiento e invadir tejidos próximos.
Existen dos posibles explicaciones:
1. Las células epiteliales son las que mantienen durante más tiempo la capacidad de
dividirse a lo largo de la vida del individuo, por lo que conservan la maquinaria de
proliferación en funcionamiento durante más tiempo.
2. Las células epiteliales, debido a su localización recubriendo superficies internas y
externas de nuestro organismo, están más expuestas a la acción de agentes tóxicos
ambientales externos o internos que pueden dañar el DNA de las células y dar lugar a
alteraciones en su comportamiento o mutaciones que favorecen la transformación
neoplásica.
Otros tipos de cánceres son:
- Sarcomas: derivados de células mesenquimales.
- Leucemias, linfomas, mielomas: originados en células sanguíneas.
- Neuroblastomas, meduloblastomas, gliomas… derivados de células del SN (tumores
embrionarios que tienen su origen en células que permanecen en órganos de nuestro
cuerpo como remanentes del desarrollo embrionario).
2.2. Transformación neoplásica- Monoclonalidad
Un tumor se forma por la expansión clonal de una única célula precursora que ha sufrido un
daño genético no letal, en genes codificantes de proteínas y/ o genes no codificantes de
proteínas (microRNAs y RNAs de gran tamaño) que regulan:
- La proliferación y crecimiento celular: junto con la apoptosis y supervivencia celular.
- La apoptosis y supervivencia celular
Estos dos aspectos están regulados por:
o Proto-oncogenes que son promotores del crecimiento celular, codifican toda la vía
de proliferación celular. Sus alelos mutantes se denominan «oncogenes». En estos
genes, la mutación de un solo alelo es capaz de provocar una transformación
celular, por lo que los oncogenes son considerados «oncogenes dominantes».
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o Genes supresores tumorales que son inhibidores del crecimiento celular. Cuando
hay un daño, paran el ciclo e intentan reparar el daño activando diferentes vías de
reparación. SI no lo consiguen, la célula entra en apoptosis para evitar que transmita
el daño a las células hijas.
En este caso, para que se inactiven, a diferencia de los protooncogenes, han de estar
lesionados los dos alelos normales (por lo que estos genes suelen conocerse como
«oncogenes recesivos»). Solo en circunstancias excepcionales, la pérdida de un solo
alelo de un supresor tumoral sea suficiente para que se libere el freno de la
proliferación celular y se favorezca la transformación neoplásica
(haploinsuficiencia). Lo habitual es que tengan que estar los dos alelos alterados
para que se inactive el gen.
o Onco-microRNAs: son microRNAs oncogénicos. Los oncomicroRNAs (microRNAs
oncogénicos u onco-miRs) disminuyen la expresión de los genes supresores
tumorales de forma que se favorece la transformación neoplásica. Van a favorecer
el desarrollo, la progresión, la metástasis. Inhiben los supresores tumorales
o MicroRNAs supresores de tumores: disminuyen la expresión de los oncogenes.
De forma que, si disminuyen los microRNAs supresores tumorales y aumentan los
niveles de oncomicroRNAs, se produce un aumento de la expresión de los
oncogenes y una disminución de la expresión (o los niveles de RNA mensajero) de
los genes supresores tumorales. Así, se favorece la trasformación neoplásica.
Se ha visto que, a su vez, los genes supresores tumorales y los oncogenes son
capaces de regular a los microRNAs, tanto a los supresores tumorales como a los
onco-miRs, lo que dificulta mucho a que lleguemos a controlar el cáncer.
- La reparación del DNA: nuestras células tratan de corregir las alteraciones que se
producen en el DNA. Si están dañadas no pueden llevar a cabo la reparación del DNA.
Los genes implicados en la transformación del DNA no transforman la célula
directamente, sino que lo hacen de forma indirecta. Reparan el DNA cunado detectan
que está alterado, si no son funcionales no son capaces de reparar los protooncogenes
y los genes supresores tumorales, por lo que se crea una inestabilidad genómica y la
célula tiende a crear muchas alteraciones en diferentes genes (tanto en protooncogenes
como en supresores tumorales). Se dice que esa célula tiene un FENOTIPO MUTADOR
porque no es capaz de reparar los daños y acumula mutaciones. De esa forma,
indirectamente (mediante al acumulación de mutaciones), se favorece la
transformación neoplásica, pero ellos directamente no inducen transformación
neoplásica.
RECORDATORIO:
Los microRNAs son secuencias de unos 20-25 nucleótidos que regulan la
expresión tanto de protooncogenes como de genes supresores tumorales.
Degradan el RNA mensajero de los protooncogenes o genes supresores o
reprimir la traducción. Aproximadamente el 30% de los genes de nuestro
genoma se regulan por microRNAs. Existen dos tipos de microRNAs, los
oncomicroRNAs y los microRNAs supresores tumorales
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