CONTEXTO HISTÓRICO
La inestabilidad política marca los últimos años del siglo XIX y el inicio del XX. En Europa los grandes
imperios se enfrentarán en su afán de poder. El proletariado, clase social surgida a partir de la Revolución
Industrial, se consolida y demanda su papel en la sociedad. Se producen tensiones entre dos ideologías
socioeconómicas opuestas: el liberalismo y el socialismo. Estas tensiones derivarán en la Primera Guerra
Mundial.
En España, durante el Sexenio Revolucionario, se alternan varias formas de gobierno que se proponían
innovar pero que acabaron fracasando. Los problemas para España son internos y también con las
últimas colonias. Durante la Restauración monárquica, con el reinado de Alfonso XII y Alfonso XIII,
España arrastra esta situación de inestabilidad. En 1898, la perdida de las últimas colonias hace tomar
conciencia a los españoles de esta situación de crisis.
En general durante la última década del siglo XIX y la primera del XX, los cambios científicos son de tal
magnitud que modifican la concepción que tiene el hombre de sí mismo. Algunos de los avances que
surgen se sienten como una amenaza. El Modernismo sintió estos avances y reaccionó contra la sociedad
burguesa.
Del mismo modo, la preocupación que en el caso concreto de España pone en marcha a la Generación
del 98 es producto del devenir histórico.
En los albores del siglo XX la literatura experimentará un extraordinario florecimiento dando lugar a la
creación del Modernismo, la Generación del 98, además de las Vanguardias.
Existe una analogía entre la rebelión que supuso el Romanticismo contra la sociedad gestada tras la
primera revolución industrial y la que se produce ahora frente al desarrollo capitalista de la segunda
revolución industrial: el progreso técnico y material deshumaniza, es decir, la razón no debe matar el
ser. De hecho, algunos autores se marginarán socialmente dando lugar al bohemio, pobre e
incomprendido. Los dandis por su parte, símbolos de elegancia, se refugiarán en ambientes elitistas
donde se explotan los placeres y el lujo.
El término Modernismo fue creado por los enemigos de cualquier intento renovador. Nació con un matiz
peyorativo, pero Rubén Darío aceptó el nombre para designar al movimiento de ruptura con la estética
vigente, que se inicia en América en los años 70 con José Martí, aunque el inicio real suele fijarse en
1888 con la publicación de Azul… de Rubén Darío. Hasta entonces todos los movimientos literarios
habían surgido en España y se traspasaban después a Hispanoamérica, pero esta vez es al revés.
El modernismo destaca en todas las artes, en literatura destaca en poesía, y serán los padres del arte
moderno al inventar el sincretismo (mezcla de elementos estéticos heterogéneos y de diversas culturas).
EL MODERNISMO
Los autores modernistas optaron por una actitud evasiva, de ensoñación y por rodearse de lujo. Es decir,
huyen hacia otros mundos exóticos. El modernismo se propone una ruptura con los modelos estéticos
dominantes de la época y toma como referente la literatura francesa. El propio Darío, considerado el
padre del Modernismo, encontró inspiración en autores como Victor Hugo, Gautier, Verlaine…
EL MODERNISMO ESPAÑOL
Tiene ciertas peculiaridades respecto al americano, puesto que predomina el intimismo, hay menos
brillantez y es más simbolista. No se centró tanto en los temas mitológicos y orientales ni desarrolló una
poesía tan descriptiva y sensorial. Esto se sustituyó por un exotismo ‘‘español’’ centrado en el folclore
andaluz, la belleza mágica de la Galicia preindustrial o los paisajes abandonados de los pueblos de
Castilla. Las figuras más destacadas son Manuel Machado y, en una época más temprana, Antonio
Machado, Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez.