TEMA 3. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
1. LAS BASES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (I)
La Revolución Industrial fue el conjunto de cambios ocurridos en la producción y el consumo de bienes como
resultado de la incorporación de máquinas a la fabricación industrial. Estos cambios se dieron a lo largo de un proceso
lento y continuado y afectaron a los demás sectores, ocasionando un cambio radical en la economía y en la sociedad.
El inicio de estos cambios tuvo lugar en Gran Bretaña hacia 1780.
1.2 La revolución agraria y sus consecuencias
Las actividades agrarias experimentaron importantes transformaciones, conocidas como “revolución agraria”,
en las que Gran Bretaña fue pionera. Consistieron en progresos técnicos y en cambios en la propiedad de la tierra.
Los progresos técnicos
El sistema de cultivo basado en la rotación trienal fue sustituido por el sistema Norfolk, de rotación continua. Con ello
se incrementó la ganadería, que aportó más estiércol para fertilizar la tierra, y carne y leche que mejoraron la
alimentación humana al incrementar el consumo de proteínas. Otras mejoras agrarias fueron la difusión de cultivos
como el maíz o la patata; el empleo de máquinas sembradoras y cosechadoras movidas por caballos, y el comienzo
del uso de fertilizantes químicos.
Los cambios en el sistema de propiedad de la tierra
El antiguo sistema del openfield o campos abiertos explotados en comunidad era poco productivo. Por eso, los grandes
propietarios ingleses promovieron leyes de cercamiento para sustituir las tierras comunales por propiedades privadas
que era obligatorio cercar.
Con ello muchos campesinos pobres, sin dinero para hacer la cerca, tuvieron que vender su tierra a aristócratas,
burgueses y campesinos ricos, y se convirtieron en asalariados emigraron a las ciudades para buscar trabajo en la
industria.
Las consecuencias de la revolución agraria
Las consecuencias principales de la revolución agraria fueron el incremento de la producción agrícola; la mejora de la
alimentación y la reducción del número de campesinos. Los beneficios obtenidos favorecieron también la mejora de
las propias explotaciones agrarias y la inversión en otras actividades, como la industria.
2. LAS BASES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (II)
2.1 La revolución demográfica
La población de Europa, en general, y la británica en particular, crecieron durante el siglo XVIII y
durante la Revolución Industrial por el inicio de la llamada “revolución demográfica”. La causa principal de
este crecimiento fue el descenso de la mortalidad. Estuvo motivado inicialmente por la mejora de la
alimentación, gracias a los progresos agrarios, y por la disminución de las grandes epidemias. Y más adelante,
por un cierto progreso en la higiene urbana y en la medicina. La natalidad, en cambio, se mantuvo alta, lo que
provocó un elevado crecimiento natural de la población.
Como consecuencia de la revolución demográfica, se incrementó la mano de obra disponible para
trabajar; creció la demanda de los productos; se estimularon las innovaciones agrarias e industriales para
atenderla; y aumentó la emigración a otros continentes.
2.2 Otros factores básicos
Otros factores que influyeron en la Revolución Industrial inglesa fueron:
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, - La modernización de los transportes y de las vías de comunicación. El comercio interior se intensificó
gracias a la mejora del firme de los caminos y a la construcción de canales. El comercio exterior, por su
parte, impulsado por el predominio colonial británico, alcanzó un ámbito mundial; y aportó a la industria
capitales, materias primas como el algodón, y mercados de venta para los productos.
- El crecimiento de los medios financieros. Los beneficios mercantiles y de la tierra se dedicaron a financiar
los sectores industriales más prósperos (minero, textil y siderúrgico). También aumentó de forma
considerable el número de bancos.
- La disponibilidad de fuentes de energía y de materias primas. La Revolución Industrial contó en Gran
Bretaña con la existencia de recursos energéticos como la hulla o carbón mineral; y de materias primas,
como el algodón y el hierro. Su aprovechamiento fue posible gracias a una serie de inventos, entre los que
destacó la máquina de vapor, patentada en 1769 por James Watt.
3. LA MECANIZACIÓN DE LA INDUSTRIA. LA FÁBRICA
3.1 Del taller artesanal a la fábrica
Durante el Antiguo Régimen, la producción industrial se realizaba en pequeños talleres. En ellos, artesanos
especializados realizaban su trabajo utilizando herramientas manuales y vendían después el producto en su propio
establecimiento.
- Con la Revolución Industrial, los talleres artesanales iniciaron su declive, hasta casi desaparecer, y su lugar
fue ocupado por fábricas, grandes edificaciones donde se concentraban los obreros y las máquinas
movidas por una misma instalación energética. Esta transformación fue posible gracias al empleo de
nuevas técnicas y a una nueva división del trabajo.
- Las nuevas técnicas consistieron en sustituir el trabajo a mano por el trabajo con máquinas. Estas se
movían utilizando potentes fuentes de energía: primero, el agua; y, después, el vapor obtenido quemando
hulla.
- La nueva división del trabajo consistió en separar el proceso de trabajo en diferentes fases o tareas
simples, y asignar cada tarea a un trabajador. Así, las labores podían ser realizadas por personas sin
cualificación profesional con ayuda de las máquinas.
Estas transformaciones permitieron una producción más rápida, abundante y barata, y la sustitución del
trabajo cualificado y creativo por el trabajo no cualificado y rutinario. Las primeras industrias que aplicaron
maquinaria para fabricar productos en serie y de forma masiva fueron las industrias textil y siderúrgica.
3.2 La industria textil
- Las innovaciones técnicas en el sector textil se vieron impulsadas por el incremento de la demanda de
tejidos de algodón, motivada por el crecimiento demográfico.
- Al principio, para responder a la creciente demanda, se adoptaron máquinas hidráulicas que exigían
localizar las fábricas junto a los ríos. Con ellas, los tejedores lograron aumentar la velocidad del tejido y la
anchura de las piezas; y los hiladores pudieron realizar varias bobinas a la vez.
- Finalmente, se emplearon máquinas movidas por vapor, como el telar mecánico o de garrote y la primera
máquina de hilar automática, conocida como selfactina.
Las grandes dimensiones de estas máquinas consolidaron definitivamente las fábricas (factory system), y la
aplicación del vapor facilitó su localización en las ciudades. Además, los tejidos de algodón superaron a los de lino y
lana, y la producción británica creció de forma espectacular, extendiéndose por todo el mundo.
3.3 La industria siderúrgica
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