HISTORIA ECONÓMICA MUNDIAL | Curso 2020/2021
PRÁCTICA N.º 4: Producción y consumo durante la
Revolución Industrial
Alejandro Soriano Ríos (grado en Economía, grupo 2).
14/04/2021
A mediados del siglo XVIII, la economía europea era agrícola y artesana, y en este momento se
inició en Gran Bretaña un proceso de industrialización y mecanización, que fue lento, pero que
cambió radicalmente el mundo rural por el urbano y el trabajo manual por el de las máquinas,
y que, un siglo más tarde, se consolidaría como la mayor transformación socioeconómica,
institucional, tecnológica y cultural desde la revolución neolítica y se convirtió en un hito.
Tras extenderse al resto de Europa, a principios del siglo XIX, la Revolución Industrial fue
sustituyendo una economía basada en el trabajo manual por otra en la que predominaba la
Industria y la manufactura. Por primera vez en la historia, la maquinaría sustituía a la fuerza del
hombre o de la naturaleza. Las primeras en mecanizarse fueron las industrias textiles, a la vez
que se desarrollaron los procesos del hierro, y las nuevas máquinas dieron lugar a enormes
incrementos en la capacidad productiva, por lo que aumentó el volumen de producción y
disminuyó el tiempo de realización de los productos, dando lugar, así, a la producción en serie,
que estaría al alcance de cualquier obrero sin necesidad de que éste sea cualificado.
La salida a esta gran cantidad de producción se dará un poco más tarde con el nacimiento del
ferrocarril, que ampliará las rutas de transporte tanto de carga como de pasajeros y permitirá
la expansión del comercio. El crecimiento sostenido de la producción aumentó la población (se
multiplica por cuatro en menos de 100 años en el Reino Unido, y empieza a crecer en todos los
demás países).
El carbón y la capacidad de inventar del ser humano posibilitaron la primera gran
transformación tecnológica que aumentó las oportunidades técnicas, que traerá consigo un
cambio en la estructura de las sociedades (además del cambio en el sistema de producción).
Gran Bretaña tenía materias primas y carbón muy barato a diferencia de otros países.
Representa, por tanto, la gran transformación de la humanidad, pues el hombre
anteriormente siempre había vivido pegado a la tierra y en condiciones precarias (escaseces
alimentarias y energéticas, enfermedades, etc.), pero con la Revolución Industrial se da
soluciones (traumáticas, con costes sociales y dificultades en su desarrollo) a todos los
problemas.
la Revolución Liberal, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial y la revolución agraria
previa a la Revolución Industrial, que desde el siglo XVII se fue desarrollando gradualmente,
forman parte de ese paso entre la Edad Moderna y la Edad Contemporánea o del Mundo
Antiguo al Mundo Moderno. El cambio agrario de Gran Bretaña no fue tanto en la maquinaria
como en los procesos organizativos y en las instituciones (cómo se van extendiendo los
cercamientos, la propiedad privada de la tierra, las relaciones de mercado entre ``empresarios
agrarios´´ y jornaleros, etc.).