El Neolítico: características y cambios con respecto a la época
Paleolítica (cambios económicos, sociales y culturales).
El Neolítico, conocido como la "Edad de la Piedra Nueva o Pulida", en contraposición a la
"Piedra Vieja o Tallada" del Paleolítico, se desarrolló generalmente entre el 12.000 a.C. y el
5000 a.C., en el caso de la Península Ibérica, desde el 6000/5600 hasta el 3000 a.C. (las
fechas varían según el lugar).
Fue un proceso que trajo consigo importantes novedades económicas, como la aparición de
la agricultura, la ganadería y la cerámica, así como cambios alimenticios, tecnológicos y en el
tipo de hábitat (abandonando gradualmente el nomadismo para establecerse de forma
sedentaria). Esto no implicó el abandono de las formas de vida depredadoras anteriores,
como la caza, la pesca y la recolección.
Estos cambios surgieron en diferentes partes del planeta (Cercano Oriente, desde donde se
extendió a la Península Ibérica, pero también en China, Mesoamérica, etc.) y estuvieron
relacionados con el cambio climático, que provocó una mayor presión demográfica sobre los
recursos. Entre las transformaciones más destacadas en comparación con el Paleolítico se
encuentran:
A) Cambios económicos: se pasó de una economía depredadora (Paleolítica) basada en la
caza, la pesca y la recolección, a una economía productora (Neolítica) mediante la
domesticación de plantas y animales. La agricultura y la ganadería llevaron a cambios en la
alimentación, lo que dio lugar a la aparición de grupos humanos más numerosos y al
surgimiento del "excedente" y, por ende, de la cerámica y el comercio como nuevas
actividades económicas. También se comenzó a utilizar animales como herramientas de
trabajo.
B) Cambios tecnológicos: la nueva industria de la "piedra pulida" dio lugar a herramientas
cada vez más especializadas, como molinos de mano, hoces, azadas, agujas, etc., fabricadas
con diferentes materiales como piedra y hueso. Hubo cambios relacionados con la aparición
de la actividad textil, la cerámica (fundamental para datar el Neolítico en la Península
Ibérica) y la principal innovación material del Neolítico, que permitió el almacenamiento de
alimentos.
C) Cambios sociales: el sedentarismo llevó a la creación de asentamientos estables, es decir,
aldeas en tierras fértiles para cultivos y aptas para la ganadería, lo que a su vez provocó un
aumento demográfico que hizo necesario gestionar los recursos alimentarios y organizar el
trabajo comunitario. Surgió la jerarquización, la desigualdad y la especialización
(comerciantes, artesanos, etc.) al no ser necesario que todos se dedicasen a la agricultura o
la ganadería.
D) Cambios ecológicos: se produjo una humanización del paisaje y una constante
modificación del medio ambiente.
E) Creencias: surgieron prácticas religiosas relacionadas con el culto a la naturaleza
(necesario para favorecer una buena cosecha).
, F) Arte: al inicio del Neolítico peninsular (Levante) se observa una pintura esquemática en
contraposición al naturalismo de la pintura rupestre paleolítica. A finales del Neolítico (IV
milenio a.C.), destaca la aparición del megalitismo, basado en construcciones de carácter
funerario realizadas con grandes piedras, como dólmenes y menhires.
El Neolítico llegó a la Península Ibérica a partir del 6000/5600 a.C. (VI milenio) procedente
del Creciente Fértil a través del Mediterráneo, expandiéndose de manera desigual y
progresiva durante el V milenio:
• Neolítico inicial (6000/5600 a.C. al 4000/3500 a.C.): se desarrolló en la costa
mediterránea (Cataluña, Valencia, Andalucía) debido a la influencia de pueblos que
llegaron por el Mediterráneo y que introdujeron un hábitat sedentario
principalmente en cuevas o refugios naturales, la agricultura y la ganadería, así como
la "cerámica cardial" (decorada con conchas de berberecho sobre barro fresco).
• Neolítico pleno/medio (4000/3500 a.C. - 2800 a.C.): se produjo la expansión hacia el
interior de la Península Ibérica (Valle del Ebro, País Vasco) y surgió un hábitat en
poblados en zonas llanas. Se desarrollaron nuevos hábitos funerarios, como las
sepulturas de fosa en Cataluña (tumbas individuales excavadas en la tierra y
cubiertas con grandes losas) y, hacia finales de este período, el megalitismo. Se
observó una estructura social más compleja y cierta jerarquización social (objetos de
prestigio en algunas tumbas). La cerámica se volvió lisa e impresa.
• Neolítico final (2800-2500 a.C.): se generalizó el hábitat en pequeñas aldeas, como la
"Cultura de Almería" (poblados de viviendas circulares o semicirculares con silos para
almacenar grano). Se observó una mayor complejidad en la cerámica y se desarrolló
el megalitismo con carácter funerario.