F.M.E
TEMA 23 EL RÉGIMEN DEL LIBERALISMO
INFLUENCIAS FILOSÓFICAS EN LA CONFIGURACIÓN DEL DERECHO EN LA ÉPOCA LIBERAL
A. El positivismo racionalista
Las influencias racionalistas francesas se manifestaron claramente en el ámbito cultural, filosófico en
general y político, pero el mundo del Derecho no fue ajeno tampoco a estas corrientes renovadoras.
El Derecho racional e ideal se materializa en un Derecho escrito, que significa la positivación de aquella
doctrina. Frente al concepto de un Derecho natural de inspiración Teológica, es al hombre, como
portador de la razón, a quién únicamente cabe reconocer el poder de legislar, que es transformar la
razón en ley escrita: he aquí el fundamento denominado Positivismo racionalista, que es formulado
específicamente por la Escuela francesa de la Exégesis.
a. Sus Características
Las notas características de esta doctrina se concretan en que se atribuye valor al Derecho positivo,
que se identifica con la ley; en que la función de formular el Derecho positivo se reserva al
legislador; en que, como consecuencia de la identificación entre Derecho positivo y ley escrita, se
niega valor a la costumbre y en que a la jurisprudencia y a la doctrina jurídica se le reserva un papel
muy limitado.
Estos principios se traducen en la práctica en la posibilidad de contar con un conjunto de códigos
modernos, sistemáticos, completos, productos de la razón y formulados por un órgano legislativo
omnipotente. Pero en su lugar, se impondría un poder legislativo centralizado y un Derecho
uniforme, racional y nuevo.
b. Sus inconvenientes
La aceptación de estas ideas no era absoluta, pues, de una parte, el Derecho concebido como
producto de la razón constituía un producto de laboratorio, desvinculado de la propia realidad
empírica; por otra parte, el racionalismo significaba la negación de la doctrina del Derecho común y
del sentido teológico que había caracterizado al iusnaturalismo católico, por lo que la oposición a
aquél era más firme en el seno de las comunidades políticas más conservadoras; finalmente estando
unida la tendencia codificadora y positivista a la centralista y uniforme (inspiradas todas ellas en
unos principios racionalistas), la pretensión de formar unos cuerpos legales únicos y generales para
todo el ámbito del Estado, sólo podría ser bien acogida en las comunidades que acusaban una
tradición centralizadora.
B. El Historicismo
a. Su Origen
Ideología que nació como reacción contra los postulados del iusnaturalismo racionalista y contra la
corriente positivista y codificadora que se inspiraba en él, y se concretó en Alemania en la llamada
Escuela histórica del Derecho, cuyo nacimiento se sitúa en las Universidades de Marburgo y de
Gotinga.
La citada Escuela, proclamaba frente al racionalismo, el carácter necesariamente histórico de todo
Derecho, de manera que lo jurídico resultaba ser la manifestación inconsciente y espontánea del
espíritu popular, del “Volksgeist”. En consecuencia, todo ordenamiento jurídico debe ser el
resultado de una tradición histórica, y su contenido ha de venir determinado por la historia de la
nación.
La Escuela frente a un Derecho racional o extranjero propugna para el caso concreto de Alemania el
estudio del Derecho alemán tradicional, arraigado en el espíritu del pueblo.
TEMA 23 EL RÉGIMEN DEL LIBERALISMO
INFLUENCIAS FILOSÓFICAS EN LA CONFIGURACIÓN DEL DERECHO EN LA ÉPOCA LIBERAL
A. El positivismo racionalista
Las influencias racionalistas francesas se manifestaron claramente en el ámbito cultural, filosófico en
general y político, pero el mundo del Derecho no fue ajeno tampoco a estas corrientes renovadoras.
El Derecho racional e ideal se materializa en un Derecho escrito, que significa la positivación de aquella
doctrina. Frente al concepto de un Derecho natural de inspiración Teológica, es al hombre, como
portador de la razón, a quién únicamente cabe reconocer el poder de legislar, que es transformar la
razón en ley escrita: he aquí el fundamento denominado Positivismo racionalista, que es formulado
específicamente por la Escuela francesa de la Exégesis.
a. Sus Características
Las notas características de esta doctrina se concretan en que se atribuye valor al Derecho positivo,
que se identifica con la ley; en que la función de formular el Derecho positivo se reserva al
legislador; en que, como consecuencia de la identificación entre Derecho positivo y ley escrita, se
niega valor a la costumbre y en que a la jurisprudencia y a la doctrina jurídica se le reserva un papel
muy limitado.
Estos principios se traducen en la práctica en la posibilidad de contar con un conjunto de códigos
modernos, sistemáticos, completos, productos de la razón y formulados por un órgano legislativo
omnipotente. Pero en su lugar, se impondría un poder legislativo centralizado y un Derecho
uniforme, racional y nuevo.
b. Sus inconvenientes
La aceptación de estas ideas no era absoluta, pues, de una parte, el Derecho concebido como
producto de la razón constituía un producto de laboratorio, desvinculado de la propia realidad
empírica; por otra parte, el racionalismo significaba la negación de la doctrina del Derecho común y
del sentido teológico que había caracterizado al iusnaturalismo católico, por lo que la oposición a
aquél era más firme en el seno de las comunidades políticas más conservadoras; finalmente estando
unida la tendencia codificadora y positivista a la centralista y uniforme (inspiradas todas ellas en
unos principios racionalistas), la pretensión de formar unos cuerpos legales únicos y generales para
todo el ámbito del Estado, sólo podría ser bien acogida en las comunidades que acusaban una
tradición centralizadora.
B. El Historicismo
a. Su Origen
Ideología que nació como reacción contra los postulados del iusnaturalismo racionalista y contra la
corriente positivista y codificadora que se inspiraba en él, y se concretó en Alemania en la llamada
Escuela histórica del Derecho, cuyo nacimiento se sitúa en las Universidades de Marburgo y de
Gotinga.
La citada Escuela, proclamaba frente al racionalismo, el carácter necesariamente histórico de todo
Derecho, de manera que lo jurídico resultaba ser la manifestación inconsciente y espontánea del
espíritu popular, del “Volksgeist”. En consecuencia, todo ordenamiento jurídico debe ser el
resultado de una tradición histórica, y su contenido ha de venir determinado por la historia de la
nación.
La Escuela frente a un Derecho racional o extranjero propugna para el caso concreto de Alemania el
estudio del Derecho alemán tradicional, arraigado en el espíritu del pueblo.
