9.1. ALFONSO XIII Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN: LOS PARTIDOS
DINÁSTICOS. LAS FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN: REPUBLICANOS, NACIONALISTAS, SOCIALISTAS
Y ANARCOSINDICALISTAS.
Cuando Alfonso XIII accede al trono, en el contexto de la crisis del sistema canovista, los partidos
“dinásticos” asumen nuevos líderes y remodelan sus ideologías.
Nos encontramos por un lado al Partido conservador (“revisionista”) liderado por Antonio Maura.
Era un partido heterogéneo compuesto por conservadores que querían continuar con el sistema
pero consideraban que necesitaba una renovación desde dentro. Por otro lado, estaba el Partido
“progresista” o liberal (“regeneracionista”), dirigido por José Canalejas. Era una corriente de
pensamiento liderada por Santiago Alba, Basilio Paraíso y Joaquín Costa (autor de Oligarquía y
caciquismo). Criticaban el sistema monárquico y la Restauración. Consideraban el turno canovista
caduco y corrupto. Querían cambios políticos y sociales.
Desde que en 1902 comenzó el reinado de Alfonso XIII, los grandes proyectos regeneracionistas
fueron obra de Maura y Canalejas.
- Entre 1902-1909 se aplican los primeros intentos de revisionismo político por presión del
regeneracionismo. Pese a las críticas al sistema político de enfermo y degenerado (Joaquín Costa,
Santiago Alba...) el cambio que se inicia será el revisionista, que se inicia desde dentro, por lo que no
cambia el sistema. El asesinato de Cánovas pone a Francisco Silvela como líder del Partido
Conservador (defensor de tesis revisionistas). Silvela intentó luchar contra la corrupción, pero chocó
con intereses internos de su propio partido. En 1903 abandona la política, sustituyéndolo en el cargo
Antonio Maura, que formará su primer gobierno entre 1903- 05. La 1ª crisis del reinado de Alfonso
XIII llegará en 1905 (gobierno de Montero Ríos, progresista), tras la publicación de una viñeta satírica
que se burlaba de la situación del ejército en la revista catalana Cu-Cut.
Miembros del ejército asaltaron la redacción de la revista y los altos mandos presionan al gobierno
hasta la aprobación de la Ley de jurisdicciones (daba jurisdicción a los tribunales militares sobre
cualquier ofensa al ejército). Entre 1907 y 1909 se produce el segundo gobierno de Maura o
“gobierno largo” (de talante autoritario), y su intento de regeneracionismo. Su idea era hacer
hondas reformas del sistema desde dentro, pero sin alterar las bases del régimen. Implementó la Ley
electoral de 1907, que declaraba el voto obligatorio y pretende hacer limpieza electoral, erradicar el
caciquismo y ganarse el apoyo de las clases media, pero no se consiguió sanear las elecciones.
La aportación más importante de este periodo fue la Ley de la administración local, que daba más
autonomía a las diputaciones y gobiernos locales, como intento de acercar posturas con el
nacionalismo. En 1909, estalla la Semana Trágica de Barcelona, derivada del problema de
Marruecos, con el que habrá conflicto (enfrentamiento contra las cabilas de Abd el Krim) tras la
formalización del protectorado tras la Conferencia de Algeciras en 1906. Para este conflicto se
producirá el empleo de reservistas, la mayoría hombre jóvenes casados y con hijos. Esto
desencadenó una serie de protestas ( y una huelga general convocada por republicanos, socialistas y
anarquistas) que se radicalizará aún más tras la emboscada del Barranco del Lobo en Marruecos, con
la derrota de las tropas españolas, sumiendo a la ciudad de Barcelona en el caos, una batalla campal
(barricadas en las calles, quema de conventos, etc.)
El gobierno reprimirá con gran dureza estos hechos, (tendrán casi 500 heridos, más de 1500
personas arrestadas y unos 150 muertos entre militares y civiles).