TEMA 14
Definición
Es un movimiento cultural que se origina en Italia en el siglo XIV y se extiende por Europa
Occidental hasta alcanzar su plenitud en el siglo XVI
Humanismo
Movimiento intelectual que se definió a partir de dos principios:
- La consideración de la educación y el conocimiento como instrumento de perfeccionamiento del
ser humano.
- El estudio y asimilación de la herencia cultural grecolatina, que constituye un modelo de imitación
artístico y moral.
Representantes del humanismo (grandes figuras del Trecento literario)
- Dante Alighieri - Giovanni Boccaccio - Francesco Petrarca
Este movimiento se vio favorecido por la invención de la imprenta S.XV o la llegada a Europa Occidental de
eruditos griegos desde Constantinopla, tres la caída del imperio otomano.
Antropocentrismo
Nueva mentalidad basada en la reivindicación de la dignidad del ser humano y de su lugar central en el
cosmos. En obras como “El Discurso sobre la dignidad del hombre” (Pico della Mirandola) o “El Diálogo de
la dignidad del hombre” (Fernán Pérez de Oliva), se afirma la autonomía del ser humano y su capacidad
para conocer y dominar el mundo. Características:
Desarrollo de la ciencia → Las disciplinas científicas más avanzadas fueron la astronomía (Nicolás
Copérnico, Giordano Bruno, Tycho Brahe, Galileo Galilei o Johannes Kepler), la medicina (Paracelso, Miguel
Servet y Andrés Vesialio), o la cartografía impulsada por el descubrimiento de América y la apertura de
nuevas rutas comerciales. En este ámbito destaca Leonardo da Vinci, artista que realizó notables
aportaciones en la anatomía, botánica, óptica, ingeniería y arte.
Despertar de la conciencia individual → El Renacimiento descubrió el yo como protagonista de una vida
propia. Así lo expresa el carácter de la poesía petrarquista y el desarrollo de un nuevo género literario, el
ensayo, iniciado por Michel de Montaigne (1533 – 1592), un tipo de texto en prosa en los que se presenta
el punto de vista del autor sobre asuntos diversos.
Nuevas formas de religiosidad → El antropocentrismo del Renacimiento se opone al teocentrismo
medieval: el ser humano se reconoce aún creado por la divinidad, pero ha comenzado ya un proceso de
secularización en las costumbres, la política o el arte, que alcanza hasta nuestros días. El mundo se
, convierte en un espacio repleto de felicidad caracterizado por una actitud vitalista. Esta se refleja en el
tópico del carpe diem. Paralelamente, se desarrolla una tentativa de renovación espiritual caracterizada
por la crítica a la corrupción eclesiástica, el retorno a las fuentes y a los textos originales del cristianismo, y
la búsqueda de una comunicación directa con la divinidad. En este contexto surgen la Reforma de Lutero
(y la Contrarreforma católica como reacción a esta), el erasmismo o la poesía mística
El auge de la burguesía → La nueva mentalidad antropocéntrica se desarrolla ligada a la punjanza de un
nuevo grupo social: la burguesía, cuyos miembros son personas libres, dedicadas al comercio, banca o
ejercicio de una profesión. En las ciudades estado italianas floreció una rica burguesía. Florencia, la capital
de la Toscana, estuvo bajo el dominio de los Médici, cuyo mecenazgo fue determinante en el desarrollo de
la cultura y las artes del periodo.
Neoplatonismo
Fue la concepción filosófica dominante en el Renacimiento, que se difundió gracias a obras como El
cortesano (1528) del escritor italiano Baltasar Castiglione y los Diálogos de amor (1535), del filósofo y poeta
judío – portugués León Hebreo.
La doctrina neoplatónica se resume en los siguientes puntos:
- Para el filósofo griego Platón, el mundo sensible es un reflejo del mundo de las ideas, lo que explica
la tendencia a la idealización propia del arte y la literatura renacentista. Los autores reflejan el
mundo ideal y no el mundo material.
- El amor a la belleza de mujer se convierte en una vía de acercamiento a la divinidad. El amor se
entiende como un sentimiento ennoblecedor.
El Renacimiento a España
Los inicios del Renacimiento español se sitúan durante la monarquía de los Reyes Católicos (Isabel y
Fernando), que gobernaron juntos en los tronos de Castilla y de Aragón desde 1479 hasta el fallecimiento
de Isabel en 1504. El movimiento alcanza su pleno desarrollo durante los reinados de Carlos I y Felipe II.
Este periodo presenta en España una serie de rasgos singulares:
- El objetivo de los españoles que acumulan riquezas es su integración en la nobleza y el desprestigio
del trabajo manual y de las actividades productivas. El Lazarillo de Tormes, es un claro reflejo de
esta mentalidad.
- La expulsión de los judíos en 1492 y la actividad de la Inquisición dibujan una sociedad obsesionada
por la limpieza de sangre, que margina a aquellos con antepasados judíos o musulmanes.
- El triunfo de la Contrareforma tras el Concilio de Trento (1545 – 1563) creó en los países católicos
un clima de espiritualidad que acabaría influyendo en el arte y la literatura.
Con todo, la pujanza del humanismo español, la difusión del erasmismo y el neoplatonismo permiten
afirmar la plena integración de España en el Renacimiento europeo.