ATENCIÓN
Selda Maestre Sánchez
Psicología UNED
, Selda Maestre Sánchez
TEMA 0. “Introducción al estudio de la atención”.
1. ¿Qué es la atención?
Nuestra mente recibe un flujo entrante de información (input) que procesa
cognitivamente y su desempeño (output) está condicionado por el hecho de que debe
seleccionar la información relevante e ignorar la irrelevante, así como saber elegir las
acciones motoras adecuadas a cada situación.
La atención como selección.
Entender la atención como selección conlleva
equiparar al ser humano con una especie de canal de
procesamiento de la información de capacidad
limitada. Para evitar el desbordamiento por recibir un
exceso de información, el sistema de procesamiento
debe ubicar una especie de filtro que decide qué
información se selecciona y cuál se rechaza, generando
una especie de cuello de botella en algún punto del
continuo de procesamiento. La posición (o el momento)
exacta en la que se ubica dicho estrangulamiento ha dado origen al debate temprano-
tardío. La atención entendida de esta forma se conoce como atención selectiva
(ignoramos aquello que nos es irrelevante).
La atención como energía.
Otros teóricos entienden la atención como un conjunto limitado de recursos (a modo de
energía limitada) que deben compartirse entre las diversas tareas que se ejecutan. Esta
concepción permite explicar la capacidad de las personas para realizar varias
actividades de forma simultánea. Esto se
consigue distribuyendo adecuadamente nuestros
recursos atencionales entre cada una de ellas.
Este tipo de atención se conoce como atención
dividida.
No obstante, si las demandas impuestas por las
múltiples tareas son excesivas y superan los
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recursos o energía de que disponemos, estos deberán asignarse conforme a una política
de distribución. De darse este caso, priorizaremos una tarea frente a otra, lo que
ocasionará un adecuado desempeño en una de ellas y el deterioro en la otra.
Atención y automaticidad.
Una tarea puede ser problemática de ejecutar si somos poco experimentados, pero con
la práctica, podemos llegar a realizarla de forma casi automática, sin prestarle atención.
Esta pericia ha dado lugar a una disociación clásica en la investigación atencional:
Procesos controlados: requieren atención
consciente y pueden ser interferidos por otro
proceso.
Procesos automáticos: no precisan atención y se
alejan del plano consciente, son inmunes a la
interferencia.
Esto ha generado controversia debido a que la conducta
experta también puede requerir la participación de
recursos atencionales.
Atención y control de la acción.
Un último dominio de la investigación atencional
denominado como control de la acción se centra en que
los individuos no sólo seleccionan la información,
filtrando la relevante e ignorando la irrelevante, o
distribuyen sus limitados recursos atencionales, sino que
también deben seleccionar y emitir la respuesta
adecuada en el momento preciso.
¿Qué es la atención?
La atención no sólo es seleccionar la información relevante para la tarea en curso, sino
también inhibir activamente la información irrelevante, y nos permite la realización
conjunta de varias tareas (siempre que no se excedan los recursos cognitivos). También
se refiere tanto a atender consciente y voluntariamente como a mecanismos
inconscientes. Además, se circunscribe a los procesos cognitivos relacionados con la
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recepción y la codificación de la información, así como con la selección y emisión de
las acciones o respuestas motoras adecuadas.
De modo tentativo, podemos definirla como <<un mecanismo de control ejecutivo del
procesamiento de la información que nos permite realizar de forma adecuada las múltiples
tareas a las que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana, priorizando unas actividades y
relegando a segundo plano otras>>.
Este mecanismo ejecutivo influye y se deja influir por otros procesos cognitivos
(especialmente por la percepción y la memoria) con los que guarda una estrecha
relación. Tal es su importancia que las personas pueden padecer alteraciones
atencionales (TDAH, heminegligencia, …) y muestran graves problemas adaptativos de
índole cognitiva y/o motora.
Las aportaciones provenientes de la neurociencia cognitiva unidas al desarrollo de las
técnicas de neuroimagen han permitido localizar redes cerebrales implicadas en una
amplia variedad de tareas atencionales. Los descubrimientos de la psicología de la
atención son fundamentales para el resto de los procesos psicológicos básicos,
especialmente en la psicología de la percepción y la memoria. Además, la psicología
de la atención es una disciplina de enorme aplicabilidad en ámbitos clínicos,
educativos, organizacionales o del trabajo (diseño de ambientes laborales o
condiciones de trabajo, rehabilitación de la función atencional en pacientes con daño
cerebral, la puesta en marcha de mejorar para estimular la capacidad de concentración
y atención en niños, etc.
2. Terminología básica.
Atención selectiva, dividida y sostenida.
Atención selectiva: operaciones que nos permiten filtrar la información relevante
y priorizarla frente a la irrelevante o distractora. Ej., en una tarea, pedirle al sujeto
que identifique las letras que aparecen en la pantalla ignorando los números que
también aparecen en ella.
Atención dividida: operaciones que nos permiten repartir la capacidad o los
recursos de procesamiento entre dos o más actividades realizadas de forma más
o menos simultánea. Ej., pedirles a los participantes que realicen al mismo
tiempo una tarea auditiva y otra visual. Estas tareas también tienen su
fundamento selectivo. La distinción entre tareas selectivas y tareas de atención
dividida es clásica en la psicología de la atención, siendo la atención dividida el
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