TEMA 9 – RESTAURACIÓN BORBÓNICA
La Restauración es un período de grandes reformas políticas tras la inestabilidad
del Sexenio Revolucionario. Abarca del 1874-1902 y del 1902-1923/1930-1931.
Destaca el sistema político de Cánovas del Castillo, que emplea el turnismo
político, el caciquismo y la oligarquía para estabilizar el poder. También se promulga
la Constitución de 1876.
Internacionalmente vemos la expansión del imperialismo por África y Asia, y las
unificaciones italiana y alemana, así como la Segunda Revolución Industrial. Todo
esto desató en la Primera Guerra Mundial. En España, tras la abdicación de Isabel
II en su hijo Alfonso XII, este publicó el Manifiesto de Sandhurst, redactado por
Cánovas, que pedía la Restauración monárquica sin pronunciamientos. Entre sus
características vemos la monarquía constitucional, la confesionalidad católica y el
liberalismo/conservadurismo. Ante el fracaso del Manifiesto, el general Martínez
Campos se pronuncia en Sagunto el 29 de diciembre de 1874, ofreciendo la corona
a Alfonso XII. Entonces, Serrano (hasta entonces dictador) dimitió y Cánovas se
convirtió en regente hasta la llegada de Alfonso XII.
Durante su reinado, Cánovas elaboró un sistema político que garantiza la
estabilidad y el orden. La base de este son las Ideas Madre (libertad, propiedad,
monarquía constitucional, dinastía, soberanía compartida), que todo partido debe
aceptar y cumplir si quería gobernar.
Los partidos que las aceptan son los dinásticos: el conservador de Cánovas y el
liberal de Sagasta. El conservador defiende el sufragio censitario, el catolicismo y
la Iglesia, la protección de la industria local, el inmovilismo social, y la limitación de
libertades. Pertenecen a él la alta burguesía y los terratenientes. El liberal de
Sagasta defiende el sufragio universal, el laicismo, el librecambismo industrial,
reformas sociales, y la ampliación de derechos y libertades. Pertenecen a él la
media burguesía, comerciantes… Los partidos que no aceptan alguna de las Ideas
Madre son los antidinásticos: anarquistas/socialistas, carlistas, republicanos y
nacionalistas.
Una de las características fundamentales del sistema canovista es el turnismo
político, que consiste en la alternancia pacífica del poder entre los partidos
dinásticos. Además, se busca la desaparición de los militares del plano político.
Las reglas de este turnismo consisten en que, cuando un partido gobierne, la
oposición podrá oponerse al gobierno, pero nunca al régimen. Es más, no se
pueden elaborar leyes que el otro pueda derogar, y se deben respetar las leyes que
el otro promulgue. Para asegurar el adecuado turnismo, se elabora un sistema que
controla los resultados electorales.
Este es el Encasillado, que consiste en lo siguiente. Cuando el partido gobernante
tiene problemas, el rey llama a gobernar a la oposición. Este nuevo gobierno
disuelve las Cortes y convoca elecciones. Entonces, el Ministro de Gobernación