EPÍGRAFES DE HISTORIA PARA EVAU 2024
Bloque 1
1.1 EL PALEOLÍTICO Y EL NEOLÍTICO.
Durante el Paleolítico, hace unos 800.000 años, llegan los primeros pobladores a la península
ibérica. En Atapuerca han sido hallados sus restos más antiguos (Homo antecessor). La llegada
del Homo sapiens tuvo lugar hace unos 40.000 años.
Los primeros pobladores peninsulares eran depredadores y su supervivencia se basaba en la
caza, la pesca y la recolección de frutos por lo que poseían una economía depredadora. Eran
nómadas, tenían una organización social colectiva y vivían en pequeños grupos o clanes con
lazos familiares, sin una clara jerarquía social. Su tecnología se basaba en la piedra tallada
(sílex, bifaces) también instrumentos de hueso y marfil.
Hacia el 5000 a.C. aparecieron en la Península Ibérica las primeras comunidades neolíticas. En
ellas se inició la producción de alimentos (agricultura y ganadería) y la elaboración de
cerámica. La práctica de la agricultura propició el sedentarismo, surgiendo las primeras
comunidades estables (poblados) que con el tiempo darán lugar a una mayor jerarquización
social unida a un aumento de la población y a una división de las tareas.
La Península Ibérica posee numerosos ejemplos de pinturas rupestres, en el Paeleolítico
Superior destacan las de Altamira. Son pinturas naturalistas donde predominan los animales
con volumen y movimiento. En la zona levantina, ya en el Neolítico, sobresalen las escenas con
de figuras humanas que tienden a la esquematización.
1.2 LOS PUEBLOS PERROMANOS Y LAS COLONIZACIONES DE LOS PUEBLOS DEL
MEDITERRÁNEO.
Los pueblos prerromanos en la Península pueden dividirse en pueblos considerados
autóctonos y los colonizadores que llegan a la península a lo largo del primer milenio a. C.
(Edad de Hierro) entre estos destacaran. Entre los pueblos autóctonos destacan los los íberos
(VI-I a. C.), vivían en pueblos fortificados de la costa mediterránea; economía agrícola y
ganadera, junto a la metalurgia y cerámica. (turdetanos, mastienos, oretanos, ilergetes…),
llegaron a tener un importante nievel de desarrollo gracias al contacto con los griegos. ( Dama
de Elche). Los celtas (V-III a.C.), organizados en tribus en la Meseta y costa atlántica, destacan
las culturas de los campos de urnas, de los verracos y castros. Son un conjunto de distintos
pueblos, lusos, vetones, vacceos, galaicos, astures, vascones). En las zonas de frontera de
ambos encontramos a los celtíberos con características de ambos. Los tartesos (VIII-V a. C.),
situados en el valle del Guadalquivir, economía agropecuaria, junto al comercio y minería;
gobernados por reyes, desaparecen en el V a. C. Se consideran la primera civilización urbana.
Las colonizaciones históricas llegan por motivos económicos, extendiéndose a lo largo del
primer m. a.C. Estos pueblos eran: Fenicios (VIII a. C.), con factorías como Gades, Malaka;
aportan el torno de alfarero, escritura alfabética y generalizaron el uso del hierro. Los griegos
focenses (mitad VII a.C.) fundaron colonias como Emporión y Rhode, introdujeron la vid y el
, olivo, y la acuñación de moneda. Los cartagineses (mitad VI a.C.), fundan colonias como
Ebussus y Cartago Nova; sus intereses chocaron con Roma, enfrentándoles en las guerras
púnicas.
1.3 LA HISPANIA ROMANA.
La conquista fue un proceso largo ( 218 a.C- I a.C.) debido a la fragmentación política de la
península, la resistencia de los pueblos prerromanos y los problemas internos de Roma.
– 1ª Etapa. En el contexto de la Segunda Guerra Púnica contra Cartago. En esta fase se ocupa
la costa mediterránea y los valles del Ebro y Guadalquivir, dando lugar a la primera división
provincial Ulterior y Citerior. Se inicia con la violación del Tratado del Ebro por parte romana.
– 2ª Etapa. Engloba las conquistas que se llevaron a cabo durante las guerras lusitano-
celtíberas (155-136 a.C.), con Viriato y Numancia (133 a.C) como símbolos de la resistencia. La
frontera se situó al sur de la Cordillera Cantábrica. Hasta el 29 a.C. no se inició la ocupación del
oeste y noroeste.
– 3ª Etapa: guerras cántabras y astures (29-19 a.C.), dominan el Norte y acaban la conquista.
Que implicaron el traslado del propio Augusto a la península.
Los pueblos indígenas conquistados se romanizaron, asimilando los modos de vida romanos en
diversas facetas: administración provincial, urbanización (Itálica), obras públicas (acueducto
Segovia), estructuras económicas y sociales bassadas en la desigualdad jurídica (hombres libres
y esclavos), el derecho, la lengua (latín) y la religión (sincretismo y desde el s.III cristianismo). El
proceso no fue homogéneo en tiempo ni espacio, más al sur y este, y menos en el interior y
norte.
1.4 LA MONARQUÍA VISIGODA.
El Imperio romano es invadido en el siglo V por pueblos bárbaros. A Hispania llegan los suevos
a la Gallaecia, los vándalos a la Bética, y los alanos a la Lusitania y Cartaginensis. El Imperio
mandará a los visigodos, estableciéndose el reino de Tolosa, aunque su instalación definitiva
vino en el 507 tras ser derrotados por los francos en la Voiullé, dando inicio al reino visigodo
de Toledo.
El nuevo reino tuvo que hacer frente al problema de la gran diversidad que caracterizaba a la
península. Su forma de gobierno será la monarquía electiva, no hereditaria lo que traerá
consigo momentos de inestabilidad política debido a las luchas entre las distintas familias. Sus
monarcas más destacados fueron: Leovigildo que en 569 Leovigildo logra la unificación política,
combatiendo a los francos, suevos, vascones y bizantinos. Recaredo que logra la unificación
religiosa al convertirse al cristianismo en el 589 en el Concilio de Toledo y Recesvinto que logra
la unificación jurídico para hispanorromanos y visigodos cuando promulgó el Fuero Juzgo (654)
con base en el derecho romano.