Tema 2
El trabajador social con grupos
2.2. Habilidades y competencias del trabajador social con grupos
Trabajo Social con grupos como se ha visto, corresponde con uno de los niveles de intervención del Trabajo
Social. Esta especialidad requiere considerar aspectos teóricos, metodológicos y éticos propios. En
consecuencia, los trabajadores sociales con grupos deben formarse y prepararse para ello, dada la
especificidad dentro del Trabajo Social, así como potenciar las habilidades y competencias necesarias para
desarrollar la intervención en el marco grupal.
Según el Libro Blanco del Trabajo Social (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación,
2005) la competencia tiene que ver con los conocimientos, destrezas, actitudes y aptitudes necesarios en
función de cada contexto en el cual los trabajadores sociales lleven a cabo su ejercicio profesional. A estos
saberes hay que añadir incorporar las experiencias procedentes de su praxis, todo ello basado en los
principios éticos del Trabajo Social.
Es decir, las competencias de los trabajadores deberán ajustarse a este entorno profesional, de manera
que permitan establecer relaciones con el grupo, comprender la información que el grupo facilita,
intervenir para contribuir a que el grupo sea capaz de tomar decisiones fundamentadas, fomentar que los
miembros del grupo sean capaces de identificar y expresar sus necesidades, planificar y evaluar la
intervención, etc. Es decir, se exige al profesional el manejo de capacidades analíticas, comunicativas,
creatividad, etc.
En este sentido, Konopka (1968) distingue entre «los medios de los que dispone el profesional para
entender al grupo y los medios para ayudar al grupo» (p.126).
Medios de los que dispone el profesional para entender al grupo
Son aquellas competencias que van a permitir comprender al grupo. Se basan en la capacidad de escucha,
observación y empatía (Parra, 2017). El grupo debe percibir compromiso e interés por parte del trabajador
social, ya que, de no ser así, resultará complicado que el grupo se abra y cuente sus necesidades. Por su
parte, el profesional, tiene que poner en marcha todas sus competencias para entender qué es lo que el
grupo demanda y necesita verdaderamente.
Medios para ayudar al grupo
Se centran en las habilidades para la intervención. Se basan en la capacidad de establecer una relación
cálida, la comunicación verbal y no verbal, y la intervención intencionada con el medio (Parra, 2017). Para
desarrollar la intervención, el profesional del Trabajo Social tendrá que hacer uso del ingenio, la capacidad
de planificar, disponer de los conocimientos teóricos y técnicas grupales, etc. de manera que pueda
conducir al grupo y llevarlo hacia los objetivos deseados.
Además de estas competencias, será importante que el profesional del Trabajo Social con grupos tenga
una visión holística de lo que acontece en el grupo en todo momento. Así, podrá entender lo que sucede
en las dinámicas grupales y ajustar la intervención a las necesidades de cada momento, a la par que
potencia las interacciones de los miembros y la identificación.
2.3. Roles profesionales
Los trabajadores sociales con grupos se mueven en el equilibrio constante entre lo individual y lo grupal o,
en otras palabras, entre la pluralidad y especificidad (Rodríguez Villamizar, 2018).
Esto implica que, por un lado, deben de hacer frente a espacios de pluralidad ya que se trata de intervenir
de manera simultánea con diferentes personas que comparten un objetivo. Por otro lado, pese a estar en
un contexto grupal, no se puede obviar que los grupos se componen de individuos, cada uno de ellos con
sus características, trayectorias vitales, valores, etc. Cada persona tiene emociones, formas de
comportamiento únicas que habrá que considerar.
El objetivo, por tanto, desde el Trabajo Social con grupos, será doble:
Fomentar la integración de los miembros en el grupo y el funcionamiento grupal.
Respetar las individualidades para que la persona se sienta única y respetada y no se pierda en la
totalidad del grupo (Parra, 2017).
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