TEMA 3.- La comunicación sociocultural. Sociedad y comunicación. Costumbres e
ideas sociales.
El cerebro tiene ideas innatas. También existen unas ideas sociales: datos que introducimos por una socialización.
Hay interferencias culturales por razones sociales.
A cada miembro de la comunidad en la que vivimos se le ha introducido, desde niño, en el dominio de unas reglas de
comunicación verbal y no verbal que rigen la sociedad a la que pertenecen. Imitamos los modelos que se nos
presentan como ideales y rechazamos los que son rechazados por la sociedad en la que vivimos. Tenemos un
enorme volumen de información social compartida, lo que se infiere que se suma a la información genética para
formar el saber enciclopédico del que se nutren nuestros intercambios comunicativos.
Es muy bueno tener fluidez cultural y lingüística. Lo que aprendemos de la sociedad es por lo que somos diferentes.
La comunicación no verbal no solo se debe al lenguaje corporal. También tenemos datos sociales que compartimos,
un ejemplo es Sherlock Holmes: a él todo le comunicaba. Una persona así es una prueba que nos demuestra donde
podemos llegar con la cultura.
Hay gran cantidad de información social que transmitimos con nuestra cultura. Nos han metido en las reglas
comunicativas.
Nacimos como seres clónicos: imitamos los modelos que nos presentan. Nos inyectan ideología a través de la
educación. Las palabras solo transmiten un 7% de la información. El tono de la voz son un 38% y lo no verbal un 53%.
La información social y cultural ocupa un porcentaje mayor en la comunicación. La información genética, social y
cultural que compartimos ocupa más de la mitad de la información que intercambiamos en comunicación. Es
información social, la experiencia de una socialización común. Es información no verbal.
Es necesario conocer la cultura del país para así poder comunicarnos: la cultura e ideas sociales. La cultura
refiriéndose a las costumbres y hábitos sociales de una determinada comunidad. Lo estudia la etnografía, que forma
parte de la antropología. Cultura se refiere a los modos de vida de los miembros de una sociedad o de los grupos de
la sociedad. Incluye el modo de vestir, sus costumbres, su vida familiar, sus modelos de trabajo, las ceremonias
religiosas y sus pasatiempos, su jerarquía de valores, lo que admiran y lo que detestan, cómo se relacionan…
El estudio de la cultura forma parte de la competencia comunicativa, que trasciende la competencia lingüística. La
genética nos une con respuestas idénticas y las culturas (las sociedades) nos separan.
No se hace ni se dice lo mismo en una cultura u otra en un bautismo, boda, cumpleaños… Cada cultura era distinta.
La experiencia variable con la que contamos de acuerdo con la cultura nos singulariza como sociedad o como
individuos, y aquí comienzan a separarse los caminos, en estos estereotipos sociales que se derivan de las diferentes
culturas.
Muchos chistes son políticamente incorrectos.
Estándares culturales españoles: lo estudiamos para comunicarnos, para poder persuadir.
Aunque trabajamos con las mismas reacciones y reaccionamos del mismo modo en numerosos casos, nuestras
experiencias no son las mismas. La experiencia de las costumbres mediatiza el proceso de socialización que forma
nuestra cultura, nuestro modo de ver y de interpretar el mundo: los puntos de vista, las ideas y los prejuicios, las
fobias y las filias del grupo humano. Son normas sociales, estereotipos sociales que nos hacen diferentes.
, Como ya hemos dicho, no basta conocer una lengua para poder comunicarse, también hay que conocer las culturas
y de ahí que tengamos que tener fluidez lingüística y fluidez cultural.
Sociedades distintas, culturas distintas, signos distintos, datos distintos y, por tanto, deducciones distintas.
Los autores destacan una distancia entre las personas relativamente cortas en los españoles, para así tener negocios
mejores. Tenemos concepción del territorio. Cuando nos comunicamos hablamos todos a la vez e interrumpimos
para ver que estamos escuchando. El silencio para los españoles es terrible y, por eso, no lo aguantamos.
En Japón, después de la infancia, hay una falta absoluta de contacto.
Las ideas sociales son el elemento que disgrega la unidad de la especie: lenguas distintas y socialización diferente
crean las interferencias en las relaciones interculturales en la comunicación humana. Estas ideas también son, desde
otro punto de vista, los datos necesarios para completar la información compartida de ideas que los persuasores
deben tener en cuenta para emplear los argumentos adecuados que conducen a la persuasión dentro de un grupo
social concreto.
Los tópicos reflejan los puntos de vista, las ideas y los prejuicios relacionados con los códigos culturales de una
época. Son acuerdos sociales, información compartida.
Son estereotipos reconocidos por la sociedad el éxito social, el dinero, la cultura de la salud y la delgadez… todos son
acuerdos sobre lo bueno, lo malo, lo deseable, lo despreciable.
En la comunicación persuasiva hemos de estimular las ideas innatas partiendo del conocimiento del entorno social
en que nos movemos, lo cual implica conocer las costumbres y aquellos argumentos que la sociedad acepta como
propios. Se deben conocer sus ideas sociales para saber cómo estimular esa reciprocidad. Hay que emplear los
argumentos, tópicos o temas adecuados a cada entorno social.
Podemos provocar respuestas innatas empleando argumentos universales o argumentos socialmente adecuados.
Podemos provocar respuestas sociales empleando argumentos socialmente aceptados.
TEMA 4.- Comunicación e influencia. Comprender la comunicación.
1. Norma y persuasión.
Es importante reconocer que estamos hablando de comunicación y de lenguaje. La corrección y la norma no son
conceptos rígidos, incluso se suele considerar correcto todo aquello que usa un culto en su contexto.
La comunicación persuasiva pretende inducir al interlocutor a adherirse a las propuestas del emisor, para ello se
debe conocer a quién nos dirigimos (como elemento fundamental que puede conducir al éxito de la comunicación) y
cómo dirigirnos a esa persona, es decir, qué técnicas y lenguajes persuasivos concretos empleamos para
comprender la comunicación persuasiva de forma global.
Desde tiempos antiguos, ya había una distinción clara entre norma (normativo) y uso (qué se emplea). El uso,
normalmente, va por delante de la norma.