FASCISMO ITALIANO:
Mientras que en Estados Unidos vivían los felices años veinte, en Europa el panorama era
muy diferente, con más de 10 millones de bajas, altas tasas de paro y deudas además de
inflación y crisis políticas. Italia no fue una excepción, y debido a su cambio de última hora
en la última fase de la guerra al bando de la triple entente, no recibió todos los territorios
que los reclamaban como propios como beneficio. Esto, sumado a lo anteriormente
comentado, resultó en muchas revueltas de la extrema izquierda, similares o iguales a las
resurrecciones comunistas en Rusia, que ahora se estaban propagando por toda Europa. El
descontento de la nobleza y la burguesía aumentaba, y el rey Víctor Manuel III no ponía
orden, creando así un caos en la política y altas tensiones. En 1919, Benito Mussolini formó
un grupo paramilitar encargado de silenciar a estas protestas con las ‘camisas negras’.
Estos asaltos fueron apoyados por las clases altas, ya que defendían sus intereses, pero al
presentarse a las elecciones en 1922 con su partido, el Partido Nacional Fascista, obtuvo
aproximadamente solo 20 de los 500 escaños que había. Aun así, Benito Mussolini inició la
marcha sobre roma en octubre de ese mismo año con más de 300.000 camisas negras para
demostrar que el rey y el país necesitaba su fuerza, que sin ellos no podrían parar la
revolución bolchevique. Gracias a esto, Mussolini obtuvo el título de presidente del
gobierno.
Una vez en el poder, Mussolini comenzó una férrea dictadura en 1924-45, haciéndose
llamar el Duce, ejerciendo un control sobre la población masiva, controlando los medios y
legislando por decretos, creando un miedo generalizado por la persecución de los
opositores al régimen con los Fasci de Combate y encarcelado a sus opositores políticos y
prohibiendo otros partidos o sindicatos, además de cerrar la economía Italiana a una
autarquía y concentrando toda la producción de la industria al armamento. Esto también es
debido a los planes que tenía Mussolini, de controlar de nuevo el Mediterráneo,
preparándose para la guerra, para poder finalmente invadir Etiopía.
LA URSS:
Tras la revolución de octubre de 1917 en la que Lenin logró imponer su poder y sacar a
Rusia de la guerra, imponiendo ideas comunistas en la sociedad, murió en 1924, y tras su
muerte, los demás miembros del partido PCUS, el único aceptado en la URSS, tuvieron
rivalidad a la hora de elegir quién sería el siguiente líder. Los dos enfrentados fueron Trotski
y Stalin, pero después de un sabotaje por parte de Stalin, Trotski fue deportado y
posteriormente asesinado. Stalin, al llegar al mando, comenzó el estalinismo en la sociedad
y la nación, promoviendo así un culto hacia su persona y hacia sus nuevas reformas.
Estas reformas se llevaron a cabo con el objetivo de convertir la URSS en una
superpotencia, convirtiendo así todas las industrias a industrias belicistas, ignorando así lo
agrario y causando un descontento social. Además, se apropió de todas las tierras y junto
con el Gosplan y sus planes quinquenales, para aumentar la industrialización de la
URSS. Para estimar se realizó la expropiación de las tierras que pasaron a ser parte del
estado con los: koljós y los sovjós. Aquellos que estuvieran en desacuerdo con el régimen
eran deportados a los Gulags, campos de trabajo forzosos, usualmente en Siberia, donde
también se llevaron a muchos políticos tras acusarles falsamente durante las purgas
estalinistas.