TEMA 5: LA POLÍTICA
1 LA POLÍTICA.-
PLATÓN (427 – 347 a. C)
La filosofía de Platón es, ante todo, un intento de superar el relativismo y el
escepticismo de los sofistas, que hace imposible la búsqueda de la verdad y la convivencia
pacífica en la polis. Además, hay que tener en cuenta que la filosofía platónica tiene una
clara intencionalidad política: organizar un sistema político justo. Al ser la polis el marco
histórico de referencia la ética y la política son dos caras de la misma moneda, no son
separables, sino que ambas forman parte de una misma realidad humana.
1.1 LA ÉTICA.-
Para abordar la ética platónica debemos tener en cuenta su concepción del ser
humano o antropología. Para Platón el ser humano se compone de un cuerpo material, que
es mortal y de un alma inmortal. En el alma existen tres funciones diferentes (aunque a
veces habla de la existencia de tres tipos de almas):
● El alma racional, que es donde radica la sabiduría la encargada del
conocimiento, y la que, por lo tanto, debe guiar al individuo en todo
momento. Prudencia.
● El alma irascible, que es la sede de las pasiones buenas o nobles, como el
coraje, la disciplina, la ira… en definitiva, todo aquello a lo que echamos
mano para afrontar una tarea difícil. Fortaleza.
● El alma concupiscible o apetitiva, donde radican las pasiones negativas, como
la gula, la avaricia, el egoísmo… Templanza.
La ética platónica se fundamenta en el intelectualismo moral de su maestro
Sócrates: la virtud se identifica con el saber, quien conoce el Bien, necesariamente obrará
bien.
1.2 LA POLÍTICA
De acuerdo con la mentalidad griega, Platón tiene presente que el individuo depende
de la comunidad y está supeditado a ella: la virtud en la vida privada y en la pública están
estrechamente relacionadas, porque es el Estado el que proporciona los medios para
alcanzar la sabiduría. Por lo tanto, ética y política son inseparables.
¿Quién o quiénes deben gobernar la polis? ¿A quién se debe otorgar el poder y por
qué? Esta es la gran cuestión de la filosofía política de Platón. Pues bien, nuestro filósofo lo
resolverá echando mano del intelectualismo moral de su maestro Sócrates y de su propia
concepción antropológica y de las facultades de cada tipo de alma. Veámoslo.
, Al diseñar el estado ideal, Platón parte del hecho de que no todos los individuos
poseen las mismas cualidades por naturaleza, pues en cada ciudadano predomina una parte
del alma y el Estado lo educará de acuerdo con ello, independientemente de que sean
hombres o mujeres.
Para Platón una comunidad se divide de manera natural en tres clases sociales:
gobernantes, guardianes y productores (artesanos, campesinos, comerciantes…) y las hace
corresponder a las tres partes del alma, de tal manera que la estructura de la polis es un
reflejo de la propia naturaleza humana. Así resulta que:
● Aquellos individuos en los que predomina el alma racional cuya virtud es la
prudencia son los encargados de gobernar, forman la clase de los gobernantes.
Saben lo que es el Bien, la Justicia, la Belleza… y, por lo tanto, pueden
plasmarla en la sociedad.
● Los individuos en los que predomina el alma irascible, cuya virtud es la
fortaleza, la valentía, son los llamados a ser la clase de los guardianes,
destinados a defender la ciudad.
● Por último, aquellos en los que predomina el alma concupiscible se encargarán
de suministrar a la ciudad los bienes materiales necesarios para la vida; la virtud
que cabe esperar de ellos es la templanza o control de los impulsos.
Si la justicia en el alma depende de que cada una de sus partes realice la función que
le corresponde, la justicia en la ciudad dependerá de que cada clase social desempeñe la
función que por naturaleza le corresponde. En los dos casos la justicia consiste en la
armonía de las partes.
Es Estado platónico es una jerarquía en la que todas las clases son necesarias y todas
sirven a la comunidad. Para que cada clase social cumpla con su función el Estado se
constituye como una institución educativa, que se preocupa por que cada ciudadano esté al
servicio de la colectividad. Así, los gobernantes y los guardianes no tendrán propiedades ni
familia para evitar la corrupción y garantizar el servicio exclusivo a los intereses de la
República..
2 LA NATURALEZA SOCIAL DEL SER HUMANO.
En este apartado vamos a reflexionar sobre estas dos cuestiones muy importantes de la
filosofía política:
● ¿Por qué vivimos en sociedad?
● El ser humano ¿es bueno o malo por naturaleza?
Se trata de dos cuestiones filosóficas de larga tradición, pues ya desde los griegos clásicos se
viene reflexionando sobre ellas. Pueden ser tratadas por separado pero hay unas
implicaciones tan fuertes entre ellas que conviene tratarlas juntas, pues según consideremos