Academia Auxiliar de Biblioteca
Los catálogos. Concepto. Formas. Tipos. Evolución
u Usos. El OPAC. El OPAC 2.0 u OPAC SOCIAL. El
lenguaje de Interrogación: Interacción entre usuario
y OPAC. Los Catálogos Colectivos.
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1.¿Qué es un catálogo? ¿Para qué sirve?
Hablar de biblioteca es hablar, indefectiblemente, de su memoria viva, de su tesoro
documental y de su índice visible que es el catálogo. Como todas las herramientas y recursos
bibliotecarios, el catálogo ha ido evolucionando desde que comenzó a ser un elemento activo
de la biblioteca hasta la actualidad, pero algunas características han permanecido intactas,
como, por ejemplo, la de ser el listado de documentos localizables ubicados en la biblioteca a
disposición del usuario y de los propios profesionales.
El catálogo es el producto resultante de la identificación formal de los documentos
(descripción bibliográfica), y de la dotación de puntos de acceso y de signatura topográfica,
así como de la elaboración de asientos secundarios, que son los mismos registros o fichas
del catálogo pero con un encabezamiento diferente (catalogación). Los asientos catalográficos
(los llamaremos así y no “bibliográficos porque contienen la localización del documento, que es
la diferencia entre una bibliografía y un catálogo) ya no tienen que ser sino ordenados mediante
las reglas pertinentes para formar los mencionados catálogos y conseguir ese fin último que se
ha convertido en los últimos siglos en la bandera de cualquier biblioteca: la difusión de los
fondos.
Ejemplo de ficha bibliográfica manual
No obstante, con la automatización de las bibliotecas, el módulo automatizado de
catalogación, el formato Marc, etc. la forma de los catálogos, los OPAC…. Todo ha cambiado
en un contexto en el que la esencia de los catálogos, su fin y su objetivo sigue siendo el mismo,
aunque sus medios y sus procesos difieren si miramos unas épocas y otras.
La ALA define catálogo como el fichero de registros bibliográficos, creado
conforme a principios específicos y uniformes de realización y siguiendo las directrices
de una lista oficial de encabezamientos que describe el material de la colección,
biblioteca o grupo de éstas. Lo que está claro es que tres son los elementos indispensables
en los catálogos para que éstos sean considerados como tal y puedan cumplir la misión de ser
la memoria viva de la biblioteca y difusores y recuperadores de los documentos existentes en la
misma:
- Datos bibliográficos (documentales) que permitan identificar el documento
- Puntos de acceso que permitan ordenar dicho documento y recuperarlo
- Signatura topográfica
A continuación, en los puntos siguientes, veremos, por una parte, las distintas formas
de catálogo que pueden darse (en fichas, en listado, impresos, en microformas, en línea, en
soporte óptico, aunque muchos de ellos ya no se usan, pero es necesario verlos como pura
acción formativa teórica) y también los tipos de catálogo según su función o punto de acceso
(de autor, alfabético de título, materia o sistemático, topográfico, diccionario, de serie, etc.)
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En realidad, la naturaleza y objetivo de los catálogos, sea cual sea su forma y fin es la
misma, pero al cambiar su formato, función, punto de acceso, etc. cambian sus características
principales. Veámoslo.
Formas de catálogo
Cuatro son las formas fundamentales. En fichas, en lista, en acceso directo en línea
(on-line) y en disco óptico.
• El catálogo en fichas
Lo primero que hay que decir del catálogo en fichas es que ya es un catálogo en
desuso, ya que lo impuesto en la mayoría de las bibliotecas, sobre todo en las grandes
bibliotecas públicas y en las universitarias es el catálogo automatizado (y actualmente, el
catálogo automatizado en red, es decir, accesible en Internet desde cualquier terminal como
una página Web cualquiera); no obstante, es un catálogo de obligada revisión en oposiciones y
que debemos ver pues pueden preguntar sobre él y algunas bibliotecas lo mantienen. Además,
todo buen bibliotecario debe tener memoria histórica.
Puede ser en fichas sueltas o en papeletas o cédulas reunidas en mazos y
encuadernadas con tapas móviles (catálogo cedulario). El tamaño de la ficha internacional es
de 75x125 mm y suele llevar una perforación de 8 a 9 mm de diámetro, cuyo extremo inferior
dista de 4 a 5 mm del extremo inferior de la ficha. Su finalidad es la sujeción de la ficha de los
cajones de los ficheros mediante una varilla metálica transversal que evita, en la medida de lo
posible, la sustracción o dislocación de las mismas.