El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es un trastorno mental que puede surgir
después de haber experimentado o presenciado un evento traumático. En este trabajo,
exploraremos las características del TEPT, sus posibles causas y los enfoques de
tratamiento que han demostrado ser efectivos en su manejo.
Características del TEPT:
El TEPT se caracteriza por la presencia de síntomas que se desarrollan después de una
experiencia traumática y que persisten durante un período prolongado. Estos síntomas
se dividen en cuatro categorías principales:
1. Reexperimentación del Trauma: Incluye flashbacks, pesadillas y pensamientos
intrusivos relacionados con el evento traumático.
2. Evitación y Embotamiento: Las personas con TEPT pueden evitar lugares, personas y
situaciones que les recuerden el trauma. También pueden experimentar dificultades
para sentir emociones positivas y presentar un estado de ánimo embotado.
3. Hiperactivación: Esto implica una respuesta de alarma exagerada, irritabilidad,
dificultades para concentrarse y alteraciones del sueño.
4. Cogniciones y Estado de Ánimo Negativos: Las creencias negativas sobre uno mismo
o el mundo, la culpa y la vergüenza son comunes en personas con TEPT.
Criterios para TEPT - DSMV (Niños mayores de 6 años, adolescentes y adultos)
A) La persona ha estado expuesta a: muerte, o amenaza de muerte o peligro de daño
grave, o violación sexual, real o amenaza, en una o más de las siguientes maneras:
Experimentar uno mismo el acontecimiento.
Ser testigo del acontecimiento que le ha ocurrido a otro.
Tener conocimiento de un acontecimiento que le ha ocurrido a alguien cercano
o a un amigo.
, Experimentar exposiciones repetidas o de extrema aversión a detalles del
acontecimiento (por ejemplo, personal de emergencias que recoge partes de
cuerpo; agentes de policía expuestos repetidamente a detalles sobre abuso
infantil, etc.)
B) Síntomas intrusivos que están asociados con el acontecimiento traumático
(iniciados después del acontecimiento traumático), tal y como indican una (o más) de
las siguientes formas:
Recuerdos dolorosos del acontecimiento traumático, espontáneos o con
antecedentes recurrentes, e involuntarios e intrusivos.
Sueños recurrentes angustiosos en los que el contenido y/o la emoción del
sueño están relacionados con el acontecimiento.
Reacciones disociativas (por ejemplo, flashbacks) en las que el individuo se
siente o actúa como si el acontecimiento traumático estuviese ocurriendo
(estas reacciones pueden ocurrir en un continuo, en el que la expresión más
extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno).
Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que
simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
Importantes respuestas fisiológicas al recordar el acontecimiento traumático.
C) Evitación persistente de estímulos relacionados con el acontecimiento traumático
(iniciados después del acontecimiento traumático), a través de la evitación de una (o
más) de las siguientes formas:
Evitación de recordatorios internos (pensamientos, sentimientos o sensaciones
físicas) que estimulan recuerdos relacionados con el acontecimiento
traumático.
Evitación de recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones,
actividades, objetos, situaciones) que estimulan recuerdos relacionados con el
acontecimiento traumático.