1. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Entre 1902 y 1931 se produce la crisis de la alternancia de partidos, además el desastre del 98
deja al descubierto todos los males de España. El regeneracionismo tratará de solucionar estos
problemas, pero la oposición de clases privilegiadas frenará la reforma. La crisis de 1909 y 1917,
producirá la desaparición de políticos que habían dado vida al sistema, sustituidos por Maura en
el Conservador y Canalejas en el Liberal. De 1918 a 1923 desaparecerá se formarán gobiernos
de concentración ineficaces. El protagonismo del rey en la política le lleva a apoyar, la dictadura
de Primo de Rivera. El intento de Primo de Rivera de alargarse en el poder le costará la enemistad
de sectores que lo habían elevado. De esta forma dimite en 1930. Tras esto, Alfonso XIII encarga
a otros militares la transición al parlamentarismo. Las elecciones municipales de 1931 le
demostraron que no tenía la confianza en su pueblo; el fracaso de la dictadura lo había
arrastrado.
La política durante los primeros años del reinado de Alfonso XIII estarán condicionados: el
desastre del 98 y las consecuencias de la 1° Guerra Mundial. En cuanto al funcionamiento del
sistema se sigue produciendo la alternancia de partidos y con métodos caciquiles, el fraude
electoral y una gran abstención de la población.
En este contexto de inestabilidad política, el país tuvo que enfrentarse a graves problemas
sociales. La situación en el campo era cada vez más caótica. Los descontentos fueron
aprovechados por los anarquistas para extender sus ideas y en cuanto a la situación obrera, el
número de afiliados aumenta. El gobierno de Maura iniciará una política para intentar solucionar
los problemas del mundo obrero, sin embargo, los problemas se agravaron a partir de la Semana
Trágica de Barcelona. En Barcelona se dieron huelgas y barricadas. Como consecuencia,
murieron personas y la ejecución de Francesc Ferrer levantará en España y Europa multitud de
protestas, que provocarán la caída de Maura, que será sustituido por Canalejas hasta 1912.
En 1917 el país se verá sometido a una crisis. Se dieron nuevos impulsos obreros a quienes se
les une la burguesía catalana. Por otra parte, el Ejército formó Juntas de Defensa que
reivindicaban más facilidades de ascenso y subida de salarios. La situación era delicada pero la
crisis se superó.
De 1917 a 1923 se constituyeron gobiernos de concentración que provocaron inestabilidad. El
paro aumentó y la protesta obrera también. A esto se unió la situación de violencia en Barcelona.
Además, en 1921 el presidente del Gobierno, Eduardo Dato moría en un atentado y tras el
desastre Annual se endureció la guerra de Marruecos.
2. Causas y desarbolas del golpe militar
Aunque la dictadura del general Primo de Rivera coincide con la aparición y desarrollo de otros
movimientos ideológicos en Europa, las causas de su aparición son bastante diferentes entre la
española y las del resto de Europa.
Las causas del golpe militar de Primo de Rivera obedecen a una serie de problemas de la vida
política española del momento, entre los que resaltan:
- La descomposición del sistema político de la Restauración: Los partidos conservador y
liberal, carecían de ideas y programas y se hallaban divididos en distintos grupos que
apoyaban cada una a un líder. Esto provocó un cambio constante de gobiernos que no
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, tuvieron el tiempo necesario para solucionar los problemas del país. Se intentaron
formar gobiernos de concentración que agrupaban a todos los grupos políticos, pero
terminaron fracasando.
- La cuestión marroquí: Agravada tras el desastre de Annual, provocó un deterioro de las
relaciones entre militares y políticos. Los gobiernos nunca tuvieron una política clara con
respecto a Marruecos. El pago de un rescate por los prisioneros españoles vino
acompañado con la libertad de algunos presos rifeños, acto del gobierno que muchos
militares vieron dañino contra su honor. El rechazo del gobierno al plan de Martínez
Anido para asegurar las posesiones españolas, provocará la dimisión de Anido como
comandante militar de Melilla y duras declaraciones de los militares contra la clase
política.
- El problema de orden público: Sobre todo en Barcelona, donde grupos terroristas de la
CNT y grupos armados se enfrentaban en las calles, convirtiendo Barcelona en un campo
de batalla.
Se difundió la sensación de que la solución a los problemas no estaba en medios constitucionales
y que había que utilizar otros medios. Los primeros pasos militares se dieron en junio de 1923,
cuando Primo de Rivera, General de Cataluña, aprovecha su estancia en Madrid para establecer
contactos con otros mandos militares partidarios de un golpe de fuerza. Primo ampliaba el
círculo de conspiradores en Cataluña y volvió a Madrid, donde se perfiló los últimos detalles del
golpe y se le elige como figura principal.
El pronunciamiento tiene lugar el 13 de Septiembre. En Barcelona, Primo proclamaba el estado
de guerra, ocupaba los principales edificios y condenando a la clase política con cierto tono
regeneracionista. El gobierno tomó una actitud indecisa, mientras el rey deja pasar las horas sin
decidir nada.
El 14, el rey se niega a autorizar la decisión de destituir a los generales sublevados y convocar
las Cortes, argumentando que necesitaba tiempo para pensar una solución, lo que provoca la
dimisión del gobierno. Tras ello, el rey llama a Madrid a Primo y le entrega todo el poder. El
golpe había triunfado.
3. La figura de Primo de Rivera
Nació en Jerez en 1870 en el seno de una familia de militares. Ingresó a los 14 años en la carrera
militar, ascendiendo rápidamente por sus méritos en las guerras de Filipinas, Cuba y Marruecos,
alcanzando en 1914 el grado de general.
Tuvo un gran interés por la política, lo que le llevó a expresar su oposición a la presencia española
en Marruecos, algo que le costó el puesto como gobernador militar de Cádiz. Su carisma hizo
que en 1923 reuniera apoyo al golpe a casi todos los militares y a buena parte de los españoles.
Nunca llegó a definir qué era su régimen, cuál sería su duración y cuáles sus proyectos. Hacía
política inspirada en la situación del momento y tomaba decisiones con escasa reflexión sobre
sus consecuencias, lo que le costaría serios disgustos personales y políticos.
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