Tema 3: acción social e individualismo metodológico en la sociología comprensiva de
Weber
Texto 4 → Conceptos sociológicos fundamentales (Max Weber)
Weber está recapitulando lo que se hace ya; está continuando y aclarando.
Cómo debe estudiar los fenómenos el científico social es lo que se abordará en esta primera
parte.
Del objeto sociológico que nos va a proponer Weber es de donde sale el individualismo
metodológico.
Weber no se presenta como un pionero como Durkheim. Esta es la primera diferencia.
En este capítulo hay dos partes que diferenciar:
1) Hasta la página 18 presenta el estudio del objeto de la sociología y como se estudia. Cuál
es el método del sociólogo.
2) Hasta el final analiza los conceptos. Nos da vocabulario básico de un científico social. Es
un repaso por el lenguaje de la ciencia social, de aquellos conceptos que son
indispensables; léxico básico de la ciencia social.
El modo en que elabora estos conceptos hay presupuestos metodológicos que ha
adelantado en la primera parte, pero aquí los veremos puestos en práctica.
Tras diferenciar estas dos partes, Weber empieza definiendo la sociología: la ciencia que trata de
entender interpretando la relación social para poder explicarla causalmente en su desarrollo y
efectos.
Por una parte, está el objeto de la sociología (de qué se ocupa el sociólogo, de las acciones
sociales). Esto tiene mucha importancia. La acción social es algo que se adscribe a los
individuos; solo estos actúan, no hay ninguna entidad que actúe que no sean los individuos. Las
acciones sociales que nos propone Weber no tienen nada que ver con los hechos sociales
que nos muestra Durkheim.
Así pues, el científico social lo que hace es que pasa por su conexión; ha de entender y ha de
explicar causalmente, no puede hacer una sola cosa. Durkheim ponía el acento en que el
científico solo tenía que explicar las cosas causalmente. Para esto hay que entender el tema de la
sociología que sería la acción social. El sociólogo no puede desentenderse de la relación causal.
Weber introduce una perspectiva hermenéutica. Esto es condición para que luego se pueda
explicar causalmente (es necesario para que se pueda explicar).
Esta relación entre entender y explicar responde a la naturaleza de aquello que estudia; a la
complejidad de la acción social.
Para entender el objeto de la sociología que es la acción, tendremos que saber qué es la
acción/actuar y qué ámbitos son acciones sociales. Una acción puede consistir en no hacer nada.
Un trozo de conducta humana a la que el agente le asigna un sentido subjetivo, es decir, el agente
que realiza la acción le asigna un sentido subjetivo (Anscombe dice que podemos hablar de
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,acción intencional que tiene un sentido para el agente cuando podemos preguntarle “¿por qué?”
y nos contesta con las intenciones que tenía. Nos habla de una razón; le preguntamos al agente su
razón para actuar).
El agente ve algo en la acción que es deseable y bueno, es decir, porque la ve de una determinada
manera. Tiene creencias, deseos, intenciones para realizar la acción. Esto es lo que marca la
diferencia entre un trozo de conducta que marca la acción y lo que es propiamente una acción.
Cree que con la acción conseguirá ese algo.
Por tanto, un trozo de conducta vendría a ser una secuencia de movimientos corporales, pero no
toda esta secuencia no es una acción como por ejemplo estornudar. Al mismo tiempo puede
contar como acción que me quede parado, que me abstenga de actuar.
Y una acción es un trozo de conducta al que el agente le da un sentido subjetivo.
¿Cuándo quedarse parado cuenta cómo acción? Esto puede tener consecuencias penales, como,
por ejemplo, el no hacer nada cuando hay un accidente. Es una acción el no hacer nada porque
puede decir que no quiso ayudar. Podemos preguntarle “¿por qué?”; tiene un sentido subjetivo.
Para entender el sentido subjetivo se está explicando bajo los filósofos contemporáneos, a saber,
bajo la intencionalidad. El agente vio algo bueno en la acción y por eso la quería. Todas las
respuestas son una forma de darle a la acción un sentido.
Si, por ejemplo, una persona tose, no es una acción porque no ha sido esa persona de manera
voluntaria la que lo ha hecho; es espontáneo. En cambio, quien levanta la mano es una acción
porque tiene una intención, quiere algo. Piensa algo sobre su acción. Quien levanta la mano es
que tiene una razón para hacerlo. Solo podemos entender esa acción porque hay una creencia y
deseo del agente. Quien levanta la mano quiere llamar la atención de alguien y es esa la manera
correcta que ve de hacerlo. El agente hace lo que hace por alguna razón, porque tiene creencias,
una intención, deseos, y eso hace que las personas le asignen un sentido subjetivo para poder
expresarlo.
En conclusión, Weber nos dice que según en la medida en que la gente le asigna un sentido a la
conducta es una acción.
Con respecto al sentido intencional que estamos abordando, hay que tener en cuenta que tal
intención y algo voluntario no es lo mismo. Un ejemplo claro sería verte en una situación de “a
punto de pistola”: alguien te apunta con una pistola y te dice que si no haces x te pegará un tiro.
En este caso es intencional porque tengo razones para realizar x acción, pero no significa ni libre
ni voluntario. Esta distinción es importante para entender que una acción intencional solo
significa tener razones para hacer una acción, no implica, además, tener la libertad de realizarla o
que sea voluntario hacerla.
Aun así, también hay casos en los que la acción se presentar como no intencional, como, por
ejemplo, salir por la puerta y golpear a alguien. Cuando le preguntas “¿por qué?, el agente puede
responder “no lo vi”. Aquí está negando la acción.
Sin embargo, podemos ver que hay una contradicción, pero realmente esto se sustenta con las
descripciones, donde hay acciones intencionales y no intencionales. Un ejemplo más claro es la
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, historia de Edipo: Edipo quería matar a su hermano (acción intencional) pero en realidad mató a
su padre por error (no intencional, no sabía que realmente era su padre).
Una vez visto el significado de un trozo de conducta, actuar se podría definir como aquel trozo
de conducta que admite al menos una descripción intencional. Y esta descripción intencional es
lo que nos lleva al sentido subjetivo. Sin este sentido subjetivo no hay acción, sino mera
conducta.
Ahora bien, ¿qué convierte una acción en social? Cuando el sentido que el agente le da a la
acción incluye la referencia de las conductas de otros. El sentido del agente está incluido en la
conducta de otros. La descripción intencional bajo la que el agente conoce la acción, la realiza
bajo la conducta de otros; tiene referencia a lo que otros han hecho, hacen o harán.
Ejemplo: levantar la mano en clase es una acción social porque su intención es llamar la atención
del profesor. Espera la reacción del profesor. Es lo que esperan que otros hagan.
En términos de Weber, el saludo también es una acción social; yo al saludar, al realizar esa
acción, tengo la intención de que me salude la otra persona.
También es una acción social el que la segunda persona no esté presente físicamente. Hago una
acción pensando en impresionar a alguien que no está físicamente conmigo; tengo una razón para
hacer tal acción a pesar de que esa persona no esté.
Una vez visto el significado de “trozo de conducta” y “acción”, pasamos a ver el significado de
“sentido”, el cual viene a ser:
1) Existente de hecho (ejemplo del profesor que llega nuevo y no entiende qué es levantar la
mano en clase).
2) Cuando el agente hace x es porque quiere tal cosa, pero hay casos en los que no pretendía
eso porque se interpreta de manera diferente.
3) El sentido que le ha dado efectivamente, que estadísticamente es el más probable o puede
ser un sentido construido por el sociólogo como tipo ideal.
Esto lo vimos al principio con el egoísmo del pastor (imagina cómo puede actuar el pastor).
Weber está imaginando a un agente que está dándole el sentido a su acción. Los modelos de
ciencias sociales se construyen de esta manera.
Weber también nos dice que, si quiero comprender una acción, tengo que entender el sentido que
le da; tengo que ver la acción cómo la ve el agente, desde el punto de vista del agente (qué creía
hacer con la acción y qué quería; cómo ve la acción).
Por tanto, la tarea del sociólogo pasa por el punto de vista del agente. Aquí hay un contraste con
Durkheim. Weber nos dice que no podemos prescindir del punto de vista del participante. Es un
paso necesario si queremos comprender las acciones sociales. Si no comprendemos el sentido del
agente que le da la acción, ésta se vuelve opaca, por lo que el sociólogo tiene que partir desde el
punto de vista del participante, además de hacer otras cosas.
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