SITUACIÓN DE LA ALEMANIA EN LA TRANSICIÓN DE SIGLO.
La Revolución Francesa tuvo un gran impacto en el pensamiento filosófico y político,
especialmente en figuras como Jorge Guillermo Federico Hegel. Este filósofo alemán,
influenciado por el nacionalismo alemán y el luteranismo, formuló un sistema teórico basado
en las circunstancias de su país. En Alemania, todavía existían fuertes vestigios feudales y una
burguesía temerosa de la revolución. Prusia, en particular, se unió a la Santa Alianza para
mantener el absolutismo feudal en Europa. Hegel, crítico de la revolución tras la época del
terror jacobino, desarrolló su filosofía política en este contexto de restauración del orden legal.
PERSONALIDAD DE HEGEL.
Hegel, nacido en Stuttgart, es conocido como un destacado pensador que buscó fusionar la
ciencia natural y las ideas religiosas y éticas tradicionales en una nueva lógica a través de la
dialéctica. En su teoría política, otorga al Estado nacional un papel central, considerando a la
nación como la unidad activa de la civilización, dejando de lado al individuo. La filosofía
hegeliana exalta la "idea" como la fuerza creativa de la naturaleza y del ser humano, creando
un universo en constante evolución. El proceso dialéctico describe la evolución de conceptos
opuestos que se fusionan en una síntesis superior.
Hegel ve en la historia una sucesión de culturas nacionales que contribuyen a los objetivos
humanos, planteando que el desarrollo histórico sigue una lógica propia que distingue lo
90significativo de lo insignificante. Para estudiar la historia, es necesario aplicar la dialéctica,
integrando análisis y síntesis para comprender el desarrollo continuo y creador de la sociedad.
Admirador de la filosofía griega, Hegel cree que el cristianismo refleja frustración, pero
también anticipa un futuro de mayor poder creador. Su pensamiento destaca la importancia
de la libertad cívica en el desarrollo cultural y político, mostrando cómo los ciclos de poder y
frustración marcan la evolución histórica hacia una sociedad más creativa.
LA TEORÍA DIALÉCTIUCA DE LA IDEA
Según Hegel, la idea es el sujeto del acontecer universal que explica todo conocimiento. El
proceso de raciocinio, o "idea", es el creador de la realidad, siendo esta la manifestación de la
idea. La dialéctica de la idea se compone por la idea en sí (tesis), la idea fuera de sí (antítesis) y
la idea en sí y por sí (síntesis). La filosofía de Hegel se divide en Lógica, Filosofía de la
Naturaleza y Filosofía del Espíritu, que a su vez se divide en espíritu subjetivo, objetivo y
absoluto. El espíritu subjetivo se desarrolla en los individuos, el objetivo en la sociedad y el
Estado, y el absoluto es la síntesis final. Cada forma del espíritu se divide en nuevas triadas,
como alma, conciencia y razón, en el espíritu subjetivo; derecho abstracto, moralidad subjetiva
y ética objetiva, en el objetivo; y arte, religión y filosofía en el absoluto. La última síntesis se da
en la filosofía, logrando la identidad definitiva entre sujeto y objeto.
LA SOCIEDAD, EL DERECHO Y EL ESTADO
El espíritu objetivo de la teoría hegeliana se manifiesta en la sociedad, el Estado y el
Derecho. Hegel criticó las concepciones sobre el contrato social y el Derecho Natural,
proponiendo la división de la sociedad en castas o estamentos. Consideraba la guerra como
remedio para evitar la descomposición de la sociedad. A diferencia de Kant, Hegel no abogaba
por la paz perpetua, sino que destacaba la importancia de la libertad en el Derecho. El Estado,
para Hegel, es la máxima expresión del espíritu objetivo y no debe ocuparse de tareas
utilitarias, ya que estas corresponden a la sociedad civil. En este sentido, el Estado se convierte
en el ideal del desarrollo histórico y de la civilización.