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RESUMEN COMPLETO DE
E. Durkheim,
Las reglas del metodo sociologico
Examen de FONDAMENTS DE SOCIOLOGIA
(Universitat Autònoma de Barcelona)
AÑO ACADÉMICO 2020-2021
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El autor reflexiona sobre las directrices metodológicas que han inspirado su primer
gran libro: “La división del trabajo social” (1893) y expone las normas que aplicará
al “suicidio” (1897), publicada dos años después.
Hecho social Definición provisional del objeto de sociología. (Inicialmente.).
Formulación de las directrices fundamentales de uno de los grandes paradigmas
teóricos de la sociología. (Más tarde.)
Durkheim con su triple caracterización del fait social no pretendía agotar la
realidad de su objeto de estudio, sino que era una primera delimitación del ámbito
de la nueva ciencia que se proponía fundar –la sociología- (solo pretendía orientar
la investigación y diferenciarla de otras ciencias ya existentes.
Durkheim distingue tres caracteres fundamentales que definen el hecho social:
exterioridad, la coerción y la generalidad e independencia. Corresponden a otros
tantos momentos de una definición progresiva del fait social: el primero nos sitúa
en un “fuera” indeterminado, el segundo corresponde a la interiorización del hecho
social, a su conversión en un poder interno en la subjetividad humana y el tercero
hace surgir tanto una pluralidad de sujetos cuanto, de nuevo, un “fuera”, un
“carácter separado” del fait social (la independencia), pero esta vez como la
existencia independiente del reino ideal de las normas que presiden y hacen posible
la existencia misma de la sociedad humana.
1.- Exterioridad.
El hecho social viene dotado de exterioridad en dos aspectos:
- Con relación al individuo singular que se incorpora a la sociedad en y por el
proceso de socialización.
- Con relación a toda una generación de hombres vivos en un momento dado
del tiempo.
El hecho social es exterior con respecto al individuo singular que por virtud del
nacimiento aparece en una sociedad dada configurada culturalmente de una
determinada manera; este individuo “en blanco”, esta tabula rasa, “se encuentra
con un conjunto de objetos culturales ya elaborados –usos, creencias, normas,
valores- que inicialmente son tan exteriores a él como los objetos físicos de su
entorno, pero que no van a continuar siendo todo el tiempo algo puramente
diferente de su propia subjetividad. En el curso de socialización irá haciendo suyos
esos elementos culturales externos.
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La educación es justamente ese proceso de convertir a la cultura de una sociedad
dada de exterior, que es inicialmente al individuo, en algo interior, íntimo.
Siguiendo a Comte, Durkheim subraya la contraposición entre la discontinuidad de
la vida individual y la continuidad de la vida colectiva.
Reproducción social Nacer es ocupar un lugar prefijado en la organización social
colectiva y morir dejar vacante un lugar que pronto será ocupado por otro, si no es
que ya lo ha sido. El pasado, conquista el presente, se apodera de él, se repite.
Durkheim comprende a la sociedad como el triunfo del pasado sobre el presente, del
trabajo acumulado o del legado cultural sobre el trabajo vivo o la radical novedad
del instante.
La interiorización de las representaciones colectivas por el individuo no supone la
total y plena apropiación de la cultura de la sociedad en la que se vive más que en
el caso de sociedades muy primitivas, con una mínima diferenciación social.
En un paso hacia la espiritualización, Durkheim pasará a concebir los individuos
adultos como exteriores a todos los hombres vivos de una sociedad determinada,
como pura herencia histórico-cultural de un pasado que les antecede a todos ellos.
Ninguna generación de hombres se encuentra en situación de elaborar por entero,
un sistema cultural completo. La cultura preexiste a los individuos y los sobrevive.
Ciertamente, también son mortales las culturas, pero su ciclo vital es mucho más
largo que el de las generaciones de los hombres. Este tipo de exterioridad de la
cultura será mucho menor en los periodos de cambio social acelerado y mayor
cuanto más grande sea distancia entre el momento instituyente de las sociedades y
lo instituido.
Esta exterioridad de lo social:
- Máxima en sociedades primitivas.
- Mínima en períodos revolucionarios.
Durkheim no excluye el devenir, más bien se podrá decir que lo concibe como
modificación de configuraciones ya existentes a partir de y en el sentido de las
propias virtualidades de cambio inherentes a tales configuraciones: no excluye el
devenir, pero sí la ruptura brusca, la emergencia de “lo completamente otro”.
2.- Coerción.
Al igual que con la exterioridad, nos encontramos con un proceso de creciente
interiorización de lo social.
Primer sentido Presión ejercida por el grupo organizado sobre el individuo
aislado, es la pura fuerza del número; el grupo puede más porque sus miembros
“son más”, a la disidencia se la reduce por la fuerza y el proceso entero carece de