Lucía Fenoglio – 2020
Concepción del sujeto para la Psicología del siglo XIX
Una definición de Psicología y del sujeto que esa definición presupone:
Psicología es el estudio de la mente y la conducta
humanas, en su dimensión individual y social y en
todas las etapas de su evolución con el objetivo final
de propender al bienestar de la persona humana.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, se ubica al nacimiento de la “nueva mentalidad”
positivista y mecanicista, para la cual el único conocimiento considerado verdadero era aquel que se
alejaba de cualquier índole metafísica y lograba cumplir los requerimientos del método científico. La
ciencia era considerada como una fuente de verdad absoluta, la forma definitiva para contribuir a
resolver los problemas del mundo. En este contexto histórico nace la Psicología científica-
experimental, cuyo objeto de estudio eran los contenidos de la conciencia en su dimensión individual,
esto es, en relación a su fisiología y a su introspección.
Los contenidos más complejos de la conciencia, relacionados con los pensamientos, ideologías,
creencias, quedaron relegados otra psicología, de índole más bien social, conocida como “Psicología de
los Pueblos”, que suple a las ciencias sociales como la antropología, sociología, historia, entre otras.
Más allá de las dimensiones en las que se desarrolle, la psicología del siglo XIX perpetúa la
aspiración cientificista que tiende a reducir y excluir todo lo relativo al sujeto, que se presenta como una
unidad indivisa e indivisible, idéntico a sí mismo. El funcionamiento psíquico queda reducido
únicamente a las representaciones de la conciencia, a la que el hombre cree que tiene acceso y desde
donde puede controlarlo todo.
Esta concepción de la subjetividad humana es una de las nociones que Freud pone en tela de
juicio, cuestionando la unidad del sujeto y esta centralidad del trabajo psíquico en la conciencia y la
razón. Su propuesta se basa en un sujeto escindido, dividido entre la conciencia y el inconsciente,
concepto que postula como el verdadero centro de lo psíquico.
El sujeto no puede ser pensado exclusivamente en el canon de la modernidad porque el
descubrimiento del Icc por parte de Freud incorpora la división en su estructura. Freud postula lo
fragmentario de la memoria y la homogeneidad en la formación del recuerdo y el olvido.
La memoria, soporte de todas las funciones psicológicas, no está totalmente disponible para el
sujeto. El sujeto no puede ser el protagonista de su propia historia porque una parte de ella, la
correspondiente a los primeros años de su vida, es como si no le perteneciese.
, Psicopatología de la vida cotidiana
Son “patologías” porque quiebran cierta homogeneidad del discurso – cuando aparece irrumpe, quiebra
la coherencia del relato. Freud toma ese momento de quiebre y lo estudia para entender el
funcionamiento del aparato psíquico, de lo icc. Lo que Freud estudia son estas manifestaciones del icc.
Patología cotidiana cuando irrumpe un concepto distinto al que buscamos, generalmente uno se apura
a aclarar que se equivocó. Pero tanto el olvido como el recuerdo erróneo hacen trastabillar la posición
subjetiva del sujeto hablante.
Toda la teoría se monta sobre el concepto de represión. Hay representaciones que han estado en la
conciencia pero una fuerza los desalojó de ella por considerarlos vergonzosos, inapropiados, dolorosos.
Hay una parte de nuestro yo que no se quiere enterar de otras representaciones, por eso las desaloja y
van a parar a otro sistema llamado Inconsciente, donde esperan estos momentos de lapsus, actos fallidos,
sueños para poder aparecer. Esa aparición no será pura, sino disfrazada, condensada y desplazada a
ciertos elementos del discurso.
La realidad subjetiva la encontraremos al detenernos en el olvido y someterlo a la asociación libre.
I- Olvido de los nombres propios: Caso Signorelli
Anécdota de Freud – Estaba en un viaje, hablando sobre una pintura “el juicio final” del pintor
Signorelli, a lo que Freud olvida su nombre y en su lugar le salen los nombres de Botticelli y Boltraffio.
Entre Signorelli, Botticelli y Boltraffio (pintores) hay una red de ideas que están vinculadas al orden de
lo reprimido, lo Icc.
Los nombres sustitutivos me
remiten tanto a lo que quiero
olvidar como a lo que quiero
Herr es señor recordar, y enseñan que el
(signor) en
propósito de olvidar ni se
alemán
No quiere hablar de eso logró ni fracasó.
Encontramos descentrada la
verdad del sujeto. Entre lo
que quiere recordar y lo que
quiere olvidar.
, Freud venía hablando de las costumbres de los turcos, de la confianza que tienen los de la zona de
Bosnia y Herzegovina con los médicos, que le dijeron “Herr, usted pudo salvarlo”. Ahí se le vino otra
idea y la suprimió ya que estaba con un extraño. Era la idea de la sexualidad de los turcos, que le dijeron
“Herr, la vida sin sexo no tiene sentido”. Si hubiera seguido hablando de esos temas hubiera hablado de
la muerte (suicidio) de un paciente propio a causa de un problema sexual, pero él suprimió ese tema.
- La conciencia piensa en la confianza en los médicos pero en el Icc está la desconfianza ya que él
no pudo curar a un paciente, se cuestiona como médico. Hay una verdad reprimida ya que es
dolorosa, y es propia del sujeto, le toca sólo a él.
En el orden del Icc, la relación conceptual de las palabras no importa. Más que el significado de la
palabra, interesa el sonido.
- Boltraffio (pintor) – Trafoi (localidad donde se suicidó su paciente). No tienen relación de
significado sino de sonido, hay una homofonía. Boltraffio, en conexión con Trafoi, pasa a
significar muerte (del paciente de Freud).
- Herr (señor) – Herzegovina (localidad). Homofonía. La palabra Herr le recuerda a los turcos, a
su confianza en los médicos, y a su concepción de sexualidad. Herr y Herzegovina significan
muerte y sexualidad para el Icc.
- Señor es también la parte olvidada del nombre Signorelli, ya que signor es señor en italiano
(relación con Herr, por lo tanto con muerte y sexualidad, temas reprimidos).
- Herzegovina se relaciona con Bosnia. El sonido Bo constituye una homofonía que relaciona a los
nombres sustitutivos Botticelli y Boltraffio.
Muerte y sexualidad son temas complejos que contienen una imposibilidad de tener una significación
última (nunca podremos definir qué es la muerte y qué es el sexo sino que usamos metáforas).
Signorelli pasa a significar un contenido reprimido, desalojado de la cc de Freud,
porque lo conectaban con temas dolorosos que son la muerte y la impotencia sexual.
La reproducción del nombre fue perturbada por el efecto de una ilación de pensamiento que se había
iniciado y se había interrumpido, pero cuyo contenido no mantenía conexión con el tema nuevo dentro
del cual se encontraba Signorelli. Entre el nombre reprimido y el tema olvidado está el vínculo de la
contigüidad en el tiempo, conectados por una asociación extrínseca.