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Sumario Problemas de Kant

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Problemas del conocimiento, ética, hombre, política y Dios de Kant para Selectividad

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Middelbare school
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Bachillerato
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2

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31 augustus 2022
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2022/2023
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Samenvatting

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PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO
Immanuel Kant se crio en la Prusia racionalista, pero la lectura de David Hume le “despertó del
sueño dogmático de la razón”. Este hecho, que no volverá empirista a Kant, le empujará a
crear su propio sistema: el idealismo trascendental, una conciliación entre ambas corrientes.

Según Kant, dado el antagonismo surgido entre el Racionalismo y el Empirismo es necesario
hacer una crítica de la Razón y contestar definitivamente a la pregunta qué puedo conocer.
Para ello, se propone hacer un análisis de la Razón Pura, de nuestra capacidad de conocer, en
su obra Crítica de la Razón Pura.

Hume había distinguido entre relaciones de ideas y cuestiones de hecho. Kant clasificará los
juicios atendiendo a las relaciones entre el sujeto y el predicado. Así, los juicios pueden
dividirse en analíticos y sintéticos.

Juicios analíticos son aquellos en los que el predicado está incluido en el sujeto. Son juicios
explicativos (el predicado no añade nada al concepto del sujeto), universales y necesarios (a
priori). Los juicios sintéticos, en cambio, son aquellos en los que el predicado no está incluido
en el sujeto, por eso se llaman juicios ampliativos (extensivos), ya que amplían el concepto
dado por el sujeto. Todos los juicios empíricos (a posteriori) son sintéticos, pero carecen de
universalidad y necesidad en sentido estricto. Si todos los juicios sintéticos fuesen a posteriori
no saldríamos de la esfera de lo contingente y particular. Pero, según Kant, hay otra clase de
proposiciones sintéticas, en las cuales la conexión entre el predicado y el sujeto, aunque no
pueda conocerse por el simple análisis del concepto del sujeto, es a pesar de ello necesaria y
estrictamente universal. Estas son las proposiciones sintéticas a priori.

Por ello, estudiará cuáles son las condiciones trascendentales de la razón que posibilitan la
realización de dichos juicios y para ello analizará las tres facultades de la Razón: Sensibilidad,
Entendimiento y Razón. En la estética trascendental Kant estudia las formas a priori de la
sensibilidad y muestra cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la matemática pura.
Sus condiciones trascendentales (que la hacen posible) son las intuiciones puras: el espacio y el
tiempo que pertenecen a la Razón y no a la realidad. Para Kant, espacio y tiempo no son datos
de la experiencia, sino condición de la experiencia. Al percibir el sujeto aplica estas intuiciones
puras de forma espontánea, creando así el fenómeno, que es lo percibido y no la cosa en sí. La
lógica trascendental se subdivide en analítica trascendental y dialéctica trascendental. En la
analítica trascendental estudia Kant los conceptos puros del entendimiento, y muestra cómo
son posibles los juicios sintéticos a priori en la física pura. Una vez reunidas las percepciones
y constituido el objeto, el sujeto le otorga las condiciones a priori del conocimiento,
también llamadas conceptos puros o categorías, condiciones de posibilidad de los juicios
sintéticos a priori en la física, dado que es el sujeto el que aplica las categorías de causa-
efecto, cosa que permite formular juicios más allá de la experiencia. En la dialéctica
trascendental considera dos temas: la disposición natural a la metafísica y la cuestión de si la
metafísica puede ser una ciencia. Kant afirmará el valor de la metafísica como disposición
natural del espíritu humano, pero rechaza su pretensión de ser una verdadera ciencia que
suministre conocimiento teórico de la realidad suprasensible.

Sólo es posible el conocimiento de la realidad fenoménica y es imposible conocer las
realidades nouménicas, es decir, aquellas realidades de las que no tenemos conocimiento
empírico, como Dios, el mundo y el yo. Este pensamiento limita enormemente la capacidad de
conocer humana, pues como el uso legítimo de las categorías solo es si se aplica a los
fenómenos, la razón no puede pretender alcanzar conocimientos metafísicos ya que estos

, escapan de la experiencia sensible. Por esto, tanto a Dios, al yo y a la idea del mundo como
realidad en sí, los llamará ideas “pensables” que la razón da como exigencia lógica, porque
necesita unificar todos sus conocimientos, pero que en ningún momento puede confirmar su
existencia ni conocerlas, siendo ello una ilusión de la razón.

PROBLEMA DE LA ÉTICA
Después de haber negado a la razón teórica o especulativa la posibilidad de conocer objetos
suprasensibles, Kant se pregunta por la posibilidad de una “ampliación práctica” de la razón.
Por ampliación práctica entiende Kant la exigida por la moral. La razón tiene, según Kant, un
uso teórico, que se ocupa de conocer cómo son las cosas, y un uso práctico, que se ocupa de
cómo debemos obrar. La razón teórica formula juicios y razonamientos; la razón práctica
formula imperativos o mandatos.

Comenzará haciendo una distinción entre dos tipos de ética: las éticas materiales y la ética
formal. Kant criticará a las éticas materiales ya que son empíricas, surgen de la experiencia; sus
preceptos (imperativos) son hipotéticos, dependen del fin establecido; y mantienen una moral
heterónoma, donde la norma no surge de la propia razón, sino que es determinada por algo
exterior al sujeto. Frente a ellas, Kant defenderá la ética formal: está vacía de contenido
empírico (no procede de la experiencia); su imperativo será categórico (obliga a su
cumplimiento sin esperar nada a cambio) y no hipotético; y debe ser universal y autónoma,
determinada por la propia razón a priori del sujeto. Debe ser un imperativo que ordena las
acciones no como medios de ningún fin, sino por ser buenas en sí mismas. (“Obra de tal modo
que puedas querer que tu máxima de conducta pueda convertirse en ley universal.”)

Según Kant, la base de la obligación moral no ha de buscarse en la naturaleza humana ni en las
circunstancias en las que el hombre está situado, sino que ha de situarse a priori en los
conceptos de la razón pura práctica. Kant se distancia así de todas las doctrinas morales
existentes desde la antigüedad que intentan hallar el fundamento del deber moral en la
naturaleza humana o en algún factor empírico de la vida humana.

Kant distingue entre acciones realizadas de acuerdo con el deber y acciones hechas por el
deber. Según Kant, sólo tienen valor moral las acciones hechas por el deber mismo sin
considerar el interés o las inclinaciones particulares. El deber es, según Kant, la necesidad de
una acción por respeto a la ley. La característica esencial de la ley es la universalidad estricta,
sin excepciones. La obligación, el “deber” implica libertad: la libertad de obedecer (mayor, por
seguir el dictado de la razón) o desobedecer la ley (menor, por secundar las inclinaciones de la
naturaleza). Libertad y ley moral se condicionan mutuamente.

Kant afirma que la voluntad del hombre considerado como ser racional tiene que respetarse
como fuente del derecho. Este es el principio de la autonomía de la voluntad. La voluntad
moral, que obedece al imperativo categórico, no tiene que estar determinada por el interés,
no tiene que estar a merced de deseos e inclinaciones; tiene que ser autónoma. Esta
autonomía de la voluntad es lo que denomina Kant el principio supremo de la moralidad.

Los tres objetos de la metafísica: la libertad, la inmortalidad del alma y Dios son considerados
los postulados de la razón práctica. Kant los denomina postulados porque no siendo
demostrables, deben ser supuestos como condiciones necesarias de la moralidad. Así, la
exigencia moral de obrar por respeto al deber supone la existencia de la libertad. Además, la
razón nos ordena aspirar a la concordancia perfecta entre nuestra voluntad y la ley moral, y
esta perfección es inalcanzable en una existencia limitada, y exige, por tanto, la inmortalidad
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